Las buenas madres aman a su(s) hijo(s).
Las buenas madres amamantan -por 6 días, 6 semanas, 6 meses o 6 años-, porque saben que es lo “mejor”, porque es natural, porque tienen alguien que las apoye, porque lo han logrado, porque lucharon para lograrlo, porque es fácil,…
porque realmente no es de la incumbencia de nadie porque lo hacen.
Las buenas madres alimentan a sus bebés con fórmula –raramente, ocasionalmente o siempre-, porque lo tienen que hacer, porque quieren hacerlo, porque no tuvieron el apoyo para amamantar, porque tuvieron el apoyo y aún así no pudieron, porque les resulta familiar, porque es fácil, porque el extractor de leche no hace lo que tiene que hacer,…
porque realmente no es de la incumbencia de nadie porque lo hacen.
Las buenas madres alimentan a sus hijos con comida orgánica porque tienen los recursos, o los alimentan con palitos de pescado porque es lo único que comen sus hijos, o lo que sea que sus hijos coman porque no tienen otra opción,…
porque realmente no es de la incumbencia de nadie porque lo hacen.
Las buenas madres trabajan fuera de casa porque tiene que hacerlo, porque les gusta hacerlo, porque quieren que sus hijos sepan que las mujeres pueden participar en el mundo laboral, porque es la mejor opción para sus familias,…
porque realmente no es de la incumbencia de nadie porque lo hacen.
Las buenas madres se quedan en casa porque tienen que hacerlo, porque quieren hacerlo, porque quieren que sus hijos sepan que ser madre es un trabajo de tiempo completo y sin la necesidad de sentirse avergonzadas o culpables, porque es la mejor opción para sus familias,…
porque realmente no es de la incumbencia de nadie porque lo hacen.
Las buenas madres hacen galletas. Las buenas madres no hacen galletas. Las buenas madres intentan hacer galletas. Las buenas madres compran galletas.
Las buenas madres tienen una casa limpia e impecable. Las buenas madres tienen las camas destendidas y platos sucios en el lavabo.
Las buenas madres no le gritan a sus hijos. Las buenas madres le gritan a sus hijos y luego piden una disculpa por haber perdido la paciencia. Las buenas madres le gritan a sus hijos y no piden una disculpa, ya que los hijos saben que han cruzado un limite.
Las buenas madres saben que necesitan tomar un descanso y lo toman. Las buenas madres saben que necesitan un descanso, pero no siempre lo pueden tomar. Las buenas madres no siempre saben que necesitan un descanso, y se sienten mal por haber echo o dicho algo cuando necesitaban tomar un descanso, pero no lo hicieron.
Las buenas madres siempre están presentes. Las buenas madres no siempre pueden estar presentes. Las buenas madres tratan de compensar el tiempo por no poder estar siempre presentes.
Las buenas madres cuidan a sus hijos. Las buenas madres no siempre pueden cuidar a sus hijos. Las buenas madres piden ayuda. Las buenas madres no siempre tienen quien las ayude. Las buenas madres toman la difícil decisión de renunciar a sus hijos, porque es la única opción que tienen para darles una buena vida.
Las buenas madres cometen errores. Las buenas madres se apoyan unas a otras cuando cometen errores. Las buenas madres se olvidan de apoyarse unas a las otras cuando cometen errores. Las buenas madres se perdonan unas a otras. Las buenas madres se cuidan unas a otras.
Las buenas madres, simplemente son buenas madres.
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