• Te puedo ayudar haciendo…: es mejor mencionar exactamente lo que puedes hacer, en lugar de lugar de ofrecer apoyo en general “¿Necesitas que te ayude en algo”, “¿cómo te puedo ayudar?” o “si necesitas algo, por favor llámame”. En la mayoría de los casos, la mujer puede no saber realmente qué necesita o cómo pueden auxiliarla los demás.
• Lo que te está pasando, es producto de los síntomas, NO eres tú: es muy frecuente que las mujeres con DPP se sientan malas madres, consideren que hicieron algo para merecer este castigo, o que no merecían tener un hijo, entre muchas otras cosas. Es importante hacerle ver con empatía, cariño y paciencia, que esa forma de pensar es resultado de la ansiedad, la tristeza, el miedo, la desesperación y de la enfermedad, y que con el tratamiento adecuado, saldrá adelante.
De esta forma, estamos reconociendo y valorando sus emociones, especialmente las negativas, pero al mismo tiempo, le estamos ayudando a entender que necesita apoyo profesional, familiar y social.
• Sé que estás tratando de salir adelante con todas tus fuerzas: reconociendo y valorando sus esfuerzos, su lucha interna y su valor para enfrentarse a esta complicada situación.
• Estaré junto a ti por el tiempo que se necesite: ofreciendo apoyo, cariño y comprensión, y sobre todo, sin criticar, juzgar o minimizar lo que le suceda a la mujer.
• Podemos hablar libremente de tus emociones y de la enfermedad: así como de cualquier otra cosa que te haga sentir mal. O puedes ofrecer simplemente ser un hombro para llorar o acompañar en los momentos difíciles.
Puedes decirle también: Mereces ser feliz, NO estás sola y Con la atención profesional apropiada, vas a salir adelante
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