Para descubrir otros estados se necesita entrar en el silencio. Dejar de hacerle caso por un momento al constante alboroto de juicios y opiniones internas para descubrir un espacio de calma.
Creemos que no es posible, pero si lo es. No se trata de poner la mente en blanco y dejar de pensar, sino simplemente de observar el paso de las ideas sin engancharnos con ellas.
Es cuestión de practicar cada vez que te encuentras depositando tu atención en un concepto, traerla de regreso a un punto fijo cómo la respiración. Me concentro en inhalar y en exhalar.
Cada vez que quito mi atención de un pensamiento dejo de reforzarlo. Mientras más lo hago, más silencio se va haciendo en mi interior.
Mientras más silencio voy experimentando, más fuerza voy contactando. Entro en otra frecuencia donde se experimenta una libertad inagotable, donde no hay culpas ni juicios: La dimensión del silencio.
Atrévete a descubrirla, atrévete a ir más allá de los pensamientos, atrévete a dejarlos a un lado, atrévete a no depender de ellos.
Descubre que existe otro estado más allá de lo que tú piensas, que es maravilloso, lleno de alegría y de infinita quietud.
Si ya estás harto de vivir esclavo de tus procesos mentales y emocionales, si de verás estás aburrido de tus reacciones, entonces estás listo para dar éste salto a lo desconocido, al silencio.
Sólo desde ahí descubrirás que has vivido atado y preso a un condicionamiento pasajero que cambia constantemente según las circunstancias y que se repite y se repite.
Las situaciones se suceden y tú te enganchas y te enganchas. Sólo desde el silencio te das cuenta que el ruido interior es tu mayor obstáculo para ser libre. Ora, medita o encuentra alguna práctica que te ayude a ir más allá de tus ideas. Nuestra mayor fuerza se manifiesta cuando estamos anclados en el silencio interior.
El poder del silencio sólo se experimenta cuando se practica.
“A menudo cuando el silencio está ausente, la confusión está presente.”
Brilla siempre
Meg
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