Algunas madres hoy en día, se sienten más angustiadas o preocupadas de lo que les sucedía a otras mujeres en el pasado, independientemente de las decisiones que tomen: dejar de trabajar y cuidar a los hijos vs meterlos en una guardería (entre muchas otras).
Esto nos deja sintiéndonos en conflicto y con culpa la mayoría de las veces.
A pesar de tener apoyos tecnológicos (como monitores, carriolas último modelo, etc.), y mucha más información que antes, la maternidad actualmente parece ser más complicada.
Nuestras abuelas y madres, por lo general tenían menos opciones y expectativas más realistas. En la actualidad, las mujeres y en especial las madres, usualmente hacemos muchas cosas a la vez y tenemos diferentes actividades, lo que nos deja con más horas de trabajo (en casa, laboral o de estudio).
Es entonces cuando entendemos por qué, aparentemente es más difícil ser madre ahora que antes. Y aunque estemos conscientes de que no queremos ser exactamente como nuestras madres, no podemos escapar a su influencia y su legado.
Diferentes investigaciones, han revelado que la culpa acerca de regresar a trabajar y la imagen que tenemos de nosotras mismas al hacerlo, está fuertemente influenciada por el hecho de si nuestras propias madres regresaron o no al área laboral.
Y esto puede tomar varios matices: mujeres que han decidido no retomar su trabajo, ya que tuvieron madres trabajadoras; mujeres que quieren trabajar porque sus madres no contaron con independencia económica; o mujeres que han sido influenciadas positivamente en la misma dirección que sus madres tomaron.
Ya sea en un aspecto productivo o negativo, nuestras madres o la ausencia de ellas, es un factor que determina en gran medida cómo somos ahora.
Independientemente de lo que decidamos hacer con nuestra vida, es VITAL que les mostremos a nuestros hijos desde pequeños, que existen diferentes tipos de familias, de madres y de padres, y que es indispensable valorar y respetar todas las formas que existen de educar a los hijos.
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