Aproximadamente del 50 al 80% de las mujeres atraviesan por la Tristeza Posparto (también llamada comúnmente Baby Blues). Comienza los primeros días después de haber dado a luz, y afortunadamente, desaparece por sí sola dentro de las siguientes 2 o 3 semanas. Por lo mismo, no requiere atención médica ni psicológica.
Los síntomas son tristeza y/o llanto, cambios en el estado de ánimo, estrés, dependencia e irritabilidad, los cuales son causados por los cambios hormonales, familiares y sociales, así como al cansancio a los que se enfrenta la nueva madre. Algunas mujeres lo describen como un “Síndrome Premenstrual muy fuerte”.
Cerca del 20% de las mujeres sufren Depresión Posparto. Los síntomas pueden comenzar inmediatamente después de haber dado a luz, e incluso días, semanas, meses y hasta un año después del parto.
Los principales son: tristeza y/o llanto constantes; ansiedad; irritabilidad; sentimientos de culpa; dificultad para vincularse con el bebé; cambios en los patrones de sueño y/o alimentación; problemas de atención, concentración y memoria; cambios drásticos en el estado de ánimo; pensamientos obsesivos y/o atemorizantes; sentirse abrumada, indefensa e incapaz; dificultad para tomar decisiones; preocupación exagerada por la salud y el bienestar del bebé; y en casos moderados a graves: deseos de lastimarse a sí misma o al bebé y/o deseos de morir.
En la mayoría de los casos es necesario acudir a tratamiento. Dependiendo de la gravedad de los síntomas y de cada caso en particular, puede ser: 1) Grupo de Apoyo, 2) Terapia Individual, 3) Medicamentos.
Debido a la presión social de TENER que sentirse feliz al ser madre, muchas mujeres NO hablan de sus sentimientos de tristeza, miedo o ansiedad (incluso si están atravesando por una situación más leve como la Tristeza Posparto). El temor de ser juzgadas, criticadas o rechazadas, así como la culpa y la vergüenza, impiden que se pueda hablar abiertamente de cualquiera de estas dos situaciones.
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