1) Ser comprensivos: una mujer con DPP, suele estar a la defensiva. Por lo mismo, los reproches, las criticas o juzgarla, no la ayudarán y posiblemente, la harán sentir peor. En lugar de decir: “¿Por qué siempre estás angustiada?”, es mejor: “Me parece que en estos momentos, te está costando trabajo estar tranquila y relajada. ¿Cómo te puedo ayudar?”.
Es importante hacerle sentir que estamos de su lado y que puede contar con nosotros.
2) Hacerla sentir segura: es muy probable que la mujer se sienta culpable, que es una mala madre y que no merece ser querida. Entonces, lo que necesita, es que le digamos constantemente que la queremos, y que a pesar de cualquier circunstancia, nunca la abandonaremos.
También es importante ayudarla a reconocer, recordar y valorar sus cualidades y virtudes.
3) Ser empáticos: es común que durante la DPP, la mujer esté rumiando sobre su dolorosa situación. Algo que le ayudará, será mostrarle que entendemos que está atravesando por un momento difícil: “No puedo imaginar realmente lo mal que te sientes, pero estoy aquí para escucharte”.
4) Ofrecer ayuda: en ocasiones, la gente que trata de apoyar a una mujer con DPP, busca “arreglar” el problema. Suelen sugerir tratamientos tradicionales o alternativos, soluciones para que no se sienta mal, y muy diversas recomendaciones. Sin embargo, una de las mejores cosas que le podemos ofrecer es ayudarla: en las labores de la casa, a cuidar al bebé o si tiene, a los hijos más grandes, ir al super, a pagar o recoger cualquier cosa, etc.
Podemos decir simplemente: “¿Qué es lo mejor que puedo hacer en estos momentos para ayudarte?”.
Es INDISPENSABLE que cualquier familiar o amigo que ayude a una mujer con DPP, también se cuide física, emocional y espiritualmente a sí mismo. Apoyar a alguien con DPP puede ser exhaustivo y muy demandante, por lo tanto, no te olvides de descansar, comer sanamente y tener un espacio libre para distraerte.
http://psychcentral.com/blog/archives/2012/09/18/4-ways-to-support-someone-with-depression/
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