Cuando uno se convierte en madre o padre, hay muchas cosas que aprender. No solamente relacionado con el cuidado y bienestar del bebé, sino también en cuanto al cambio de rol y a la nueva dinámica en la pareja.
La psicóloga Jessica Zucker y la educadora perinatal Cerdwen Morris, gracias a su experiencia y trabajo durante el embarazo y el posparto con parejas y sus hijos, recopilaron la siguiente lista de ideas que pueden ayudar a los padres durante el primer año de vida de sus bebés:
1) Hablar con otros Padres: estar en contacto directo con otros nuevos padres, ayuda a adquirir confianza en uno mismo. Uno puede observar que los demás también tienen dificultades, miedos y angustias, también se pueden compartir consejos, sugerencias o experiencias. Y lo más importante, uno puede aprender de otros padres, enseñar muchas otras cosas, y darse cuenta de que existen diferentes tipos de crianza.
2) Establecer expectativas realistas: como padres, solemos tener ideas, creencias o actitudes que consideramos positivas y negativas de la crianza. Algunas veces incluso, tenemos de forma consciente o inconsciente un plan para nuestros hijos. La sugerencia sería que todo lo antes mencionado fuera de forma flexible, y que tuviéramos la capacidad de adaptarnos al cambio y a las necesidades especiales de nuestros hijos y nuestra propia familia. Esto ayudará a que nos sintamos menos culpables si no se cumplen nuestras expectativas, a que no consideremos que hemos fracasado, y sobre todo, que disfrutemos de la experiencia de ser padres.
3) Entender que no debemos saber TODO (y darse permiso): incluso, que nos podemos equivocar, que seguramente cometeremos errores y que no se puede lograr la perfección en esta difícil tarea. Claro que esto resulta angustiante y algunas veces, aterrador. Por eso es importante contar con el apoyo de otros padres, de las familia, de los amigos, y algunas veces, de los profesionales.
Debemos estar conscientes de que en muchas ocasiones, cuando hemos logrado aprender algo como padres, dominado cierta tarea o llegado a cierta estabilidad, nuestros hijos crecen, cambian y llegan a otra etapa del crecimiento, donde nuevamente empezamos desde cero.
¡Como padres, siempre tendremos que seguir aprendiendo!
4) Reconocer nuestros logros: el ser padres es una de las labores y experiencias más difíciles y demandantes, de la cual uno no puede escapar y descansar al 100 % (aunque estemos lejos de ellos, siempre seguimos siendo sus padres y estamos preocupados por ellos). Por lo mismo, es INDISPENSABLE reconocer todos aquellos triunfos y victorias que hayamos tenido. En muchas ocasiones, el haber sobrevivido un día como padres, es en sí, uno de los logro más importantes que podamos cumplir.
5) No criticarnos, juzgarnos o compararnos con otros padres: tanto a nivel de capacidades o aptitudes físicas, como en el aspecto emocional y social. Cada madre, cada padre y cada pareja, tiene características diferentes, las cuales dependen de las propias experiencias (pasadas y presentes), que harán que cada quien experimente la paternidad y la crianza de forma única. Recuerda que mientras respetemos el desarrollo físico, emocional, social y espiritual de nuestros hijos (así como el nuestro), NO hay una forma correcta o incorrecta de ser padres, sino simplemente, diferentes estilos, formas o actitudes.
6) Mantenerse conectado: especialmente las madres, debemos tratar de no aislarnos y estar en contacto con el mundo que existe más allá de las cuatro paredes de nuestra casa, y de la educación de nuestros hijos. Retomar paulatinamente las actividades laborales, familiares y sociales, y sobre todo, el tiempo en pareja, y el tiempo libre sin el bebé.
7) Establecer limites cuando sea necesario: el apoyo de los demás es crucial, pero también es importante hacerle caso a nuestros instintos y necesidades, y encontrar nuestro propio ritmo y espacio como padres. En ocasiones podremos incorporar las sugerencias de los otros, algunas veces las haremos a un lado; en algunos momentos nos gustará estar rodeados de nuestros familiares y/o amigos, y en otros, buscaremos estar solos. Lo importante es respetar lo que para nosotros está bien, y ser congruentes con ello.
8) Darse permiso para que la relación de pareja cambie: especialmente durante los primeros meses, la atención de ambos padres está enfocada casi por completo en la salud, cuidado y bienestar del bebé. Pero poco a poco, la pareja podrá ir retomando su intimidad y espacio.
Es verdad que nunca se podrá regresar a la época pre embarazo, por lo que la dinámica de pareja tendrá que cambiar, encontrando nuevas formas de estar juntos, de compartir la vida y de caminar juntos hacia delante.
9) Estar pendiente de nuestra propia salud (física, mental y espiritual): la experiencia de la paternidad y crianza traerá momentos hermosos e incomparables, pero otras veces, también nos hará sentir el peor de los miedos, la angustia más grandes y el cansancio más extremo. Por lo mismo, es indispensable estar pendiente de nuestras emociones y nuestros pensamientos, y sobre todo, darnos tiempo y espacio para acoplarnos a nuestro nuevo rol de padres. La maternidad/paternidad algunas veces puede reactivar problemas pasados que no habíamos resuelto o que teníamos pendientes. Pero si estamos en contacto con aquello que sentimos y que nos asusta, o con lo que nos desconcierta y saca de balance, podremos aprender de ello y ser mejores personas, además de tener más herramientas internas como padres.
10) Pedir ayuda de un profesional cuando sea necesario: en ocasiones, con todo y el apoyo de la gente que nos rodea, nos seguimos sintiendo angustiados, con miedo o vulnerables en las diferentes áreas de nuestra vida o en la de nuestros hijos. En esos momentos, podemos solicitar la opinión de un experto.
Esto no significa que seamos “malos padres”, que hayamos fracasado o que seamos “inútiles”, sino simplemente que hay personas que cuentan con conocimientos más profundos que pueden apoyarnos en nuestra complicada tarea de ser padres.
http://www.babble.com/pregnancy/10-ways-to-feel-good-about-yourself-in-the-first-year-as-a-parent/
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