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Los Recuerdos Pasos En Nuestros Zapatos 

Por Fabiola Guerra Ugalde

Yenka71@gmail.com BLOG http://fabiolaguerraugalde.crarblog.com

¡No te atranques!

Hasta el Marques de Sade nos decía que nuestros remordimientos deben ser felices con mayor  razón nuestros recuerdos –digo yo-. Los recuerdos son eternamente pasivos y no se hicieron para adormecernos y atarantarnos por una eternidad, se hicieron para superarlos y trascenderlos en actividades agradables y expectantes. No podemos permitir que un malestar se convierta en enfermedad terminal.

Los recuerdos tienen un propósito;  salvaguardarnos de las experiencias potencialmente traumáticas y estresantes además de  promover las experiencias dinámicas;  y no  debemos darles un mal uso.

Pero te pregunto, ¿El recuerdo debe ser olvido?. En la tristeza auto-provocada olvidamos que la vida es  fiesta y magia  donde   “la actitud” es un bálsamo. La soledad superada es alegre y discreta, nos viste y desviste pero sobretodo es futurista. ¿Es preciso domesticar un recuerdo doloroso? ¿Se exilia una mala experiencia del eterno duelo, nostalgia, infierno?

El recuerdo podría llegar a ser,  ¿Amigo Candido-te?

Tenemos que vacunarnos de las evasivas que trae el falso recuerdo en pro de ejercicios que traigan a nuestras vidas la puerta del sol.

Los recuerdos tristes tienen que perder el carácter de pesadilla.