Vivir sin prisas

Cecilia hace una sola cosa a la vez. Estudió dos carreras,una destrás de la otra, claro. Se casó, se fue de viaje, (en más de una ocasión) compró junto con su marido una casa y el auto después de ahorrar desde que eran novios, a los tres años de casada tuvo una niña y ahora tiene dos, ambas nacieron de forma natural y ella misma las cuida. Planea escribir un libro sobre arte y hacer la maestría. Sólo tiene 28 años. Sólo hace una cosa a la vez, no tiene prisa, no se llena de compromisos y no se complica.Por el contrario vemos a muchísimas mujeres abrumadas por querer hacer todo al mismo tiempo, cómo dice Carl Honoré en su libro Elogio a la lentitud: “Tratamos de amontonar tanto consumo y tantas experiencias como nos sea posible. No sólo deseamos una buena profesión, sino también seguir cursos de arte, ejercitarnos en el gimnasio, leer todos los libros de las listas de los más vendidos, salir a cenar con los amigos, ir al cine, comprar los adminículos de moda, tener una satisfactoria vida sexual…” y sin embargo esto no nos hace vivir una vida llena de realización y lo mejor: satisfacción, como la de Cecilia.

Carl Honoré afirma que: “La lentitud nos devuelve una tranquilidad y un ritmo pausado que nos permite ser más creativos en el trabajo, tener más salud y poder conectarnos con el placer y con los otros. Hay que reaprender el arte de gozar si queremos ser felices.”Las flores de Bach nos ayudan a vivir una existencia más centrada en el presente: Clematis, nos aporta la capacidad de contactar con el aquí y el ahora y no estar huyendo constantemente. Impatiens es la flor que nos ayuda a frenar ese ímpetu por la aceleración. Y Holly es la esencia que convierte en amor por la vida esa rabia que es fruto, muchas veces, de la prisa por vivir “La rabia flota en la atmósfera: rabia por la congestión de los aeropuertos, por las esperas, por las aglomeraciones en los centros de compras, por las relaciones personales, por la situación en el puesto de trabajo, por los tropiezos en las vacaciones. Todo objeto inanimado o ser viviente que se interpone en nuestro camino, que nos impide hacer exactamente lo que queremos hacer cuando lo queremos hacer, se convierte en nuestro enemigo. Hemos perdido la capacidad de esperar”.Vivir sin prisas es disfrutar el presente, es vivir de acuerdo a nuestra naturaleza amorosa y no de acuerdo a lo que “Se espera de nosotros”. Si logramos reducir la prisa veremos cómo podemos vivir con mayor satisfacción e incluso, aunque parezca imposible, con mayores logros.Más información sobre flores de bach en: http://blog.satva.com.mx
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Comentarios

  • Muy interesante, no es fácil vivir sin prisa, de pronto hay compromisos de todo tipo, pero es tiempo de cortar y aprender a hacer cada cosa a su debido tiempo y de a montón.
  • Gracias por esta publicación, a mí me vino como anillo al dedo, porque justo estoy pasando por una situación de mucho estrés derivado de creerme que yo sola puedo con todo. Soy profesionista, madre, esposa, ama de casa, emprendedora y la verdad es que estoy llegando a mi límite y me cuesta mucho trabajo pedir y recibir ayuda...
    En fin, espero que a más de una nos sirva esta experiencia. Saludos.
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