Los Celos Postumos

Por Fabiola Guerra Ugalde

El drama de la nostalgia por viudez

Las casas guardan recuerdos de vivos y muertos, segundas intenciones,

perturbaciones y comparaciones morales.

Si bien nadie se sustituye ni se olvida, ¿Qué sigue cuando alguien muere?

¡¿Las rivalidades las hay también con los muertos?!

Sobrevivir al occiso –conyugue- debería implicar cambio de bienes, geografía, amores…

El amor nuevo no se guarda en una botella vieja porque da lugar a los celos postumos…

El pasado es nostalgia y ésta, despide cierto olor a sepultura.

Ser la pareja de un viud@ y dormir en el mismo lecho que el difunto, ¿Es romántico?

usar sus ropas; beber de lo que una vez fue su vaso;

y comer de lo que una vez fue su plato es un ajuar demasiado fúnebre; ¿No crees?

Las glorias que ocuparon un lugar en nuestro corazón también se apolillan;

y cuando una casa ha caído en desgracias es mejor abandonarla y venderla –si es posible remodelarla-.

Hay que quemar las naves como Hernán Cortés, lo hizo.

Sólo, así, se sobrevive al pasado –incluyendo al pasado que fue feliz pero que no volverá-

El amor de dos personas que comienzan a compartirse y a darse,

no tienen nada que ver con un amor anterior.

Los recuerdos y las comparaciones atan y pueden hacer imposible la vida en común.

Hay recuerdos que llegan a disminuir el deseo y;

todo se llena de las virtudes que tenía el occiso.

En una casa vive el amor el dolor, ¡Y, lo que traía puesto!

Las casas no deberían ser museos que multipliquen daños.

No hay nada como el olor a nuevo donde todo parece brillante,

Hay que ser –uno mismo- el deseo mismo y el placer que ocasiona distracción y reciente matrimonio.

Vivir en el pasado, ¿Es avanzar o retroceder?

GRACIAS por leerme

Blogs