El camino del crecimiento de cada persona es un camino para valientes, quien busca mejorar sus condiciones de vida, alcanzar la plenitud y hacer sus anhelos realidad, necesita manejar cuatro autos esenciales.
El primer auto es el autoconocimiento, que implica un proceso de introspección, echar una mirada al espejo y en total honestidad con nosotros mismos reconocer nuestras emociones, sentimientos, fortalezas, debilidades, todo aquello que nos hace únicos gracias a las propias experiencias de vida y que, como tales, al ser reconocidas podemos pulir o modificar para nuestro mayor bien. El autoconocimiento nos permite saber qué queremos, qué proyectos vamos a desarrollar día a día para materializar nuestros sueños, nos da enfoque y claridad a futuro.
El segundo auto es la autovalía, que básicamente es el reconocimiento del valor personal, el empoderamiento de uno o un misma. La autovalía está ligada con el amor propio, con la aceptación de todo lo que somos. Se genera justo a partir del autoconocimiento. Cuando nos aceptamos a nosotros mismos tal cual somos, cuando somos gentiles y compasivos con nosotros mismos damos paso al crecimiento interior, al desarrollo personal, se vuelve un trampolín del que nos lanzamos con seguridad, decisión y confianza para alcanzar nuestras metas.
El tercer auto es el autocuidado, conlleva la procuración de nuestra salud física, mental, emocional; el hacernos responsables de nuestro propio bienestar. El dedicarnos tiempo, ponernos siempre como prioridad, refuerza la autovalía, el enfoque, fomenta la creatividad, la inspiración. Nos motiva a ponernos en acción. Cuidarse a sí mismo significa poner atención a nuestras necesidades materiales, espirituales, afectivas; en todos los ámbitos que impactan en los niveles de productividad.
Finalmente, la autoconciencia, tanto interna como externa, nos invita constantemente a observar nuestras propias creencias, pensamientos, acciones y de nuestros propios juicios; así como de los ajenos y cómo repercuten en nuestro día a día. La autoconciencia nos permite vivir el momento presente a plenitud, sin autoengaños ni falsas ilusiones, nos ubica en nuestra realidad, ponemos pies en la tierra manteniendo la confianza en los procesos internos de crecimiento.
En estos tiempos de transformación, en los que el mundo pareciera estar polarizándose, que nos una la búsqueda continua de nuestro bienestar desde estos cuatro “autos”, que sean éstos los que muevan a las personas para dejar huellas positivas y al servicio de más personas en su andar.
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