Blogs

Tú eres lo más importante. El Poder está en Ti.

“La verdadera humildad consiste en estar satisfecho y vivir agradecido”. Henry Frédéric Amiel

Tener confianza en ti mismo y una alta autoestima por supuesto que son rasgos saludables de una personalidad confiable, pero en ocasiones, puede haber un punto en que dejas tus virtudes porque te sientes más importante que otra persona. La humildad, por otra parte, da crecimiento y amistad. Se podría argumentar que uno de los mejores campos de aprendizaje de la humildad es la capacidad de amar y amar a los demás. Reflexiona con la siguiente historia: Un día llevaron a un hombre consumido por el cáncer al primer hogar que la Madre Teresa estableció para enfermos incurables. Un asistente fue dominado por el hedor y se apartó, a punto de vomitar. La propia Madre Teresa se hizo cargo de la tarea. El abatido paciente la insultó y le dijo:

¿Cómo puede usted soportar el olor? –exigió saber.
No es nada –contestó ella-, comparado con el dolor que usted debe sentir.

Cada uno de nosotros somos un actor que intenta impresionar a una audiencia para tratar de obtener el papel principal, pero si a la vez deseas prestar mucha atención a otro ser humano debes de entrenar a tu ego sediento de atención para que dejes de luchar por el ser el centro de atracción y dejar que la otra persona lo sea. Sabemos que en ocasiones esta petición puede ser difícil, todo es cuestión de estar consciente y dar siempre un esfuerzo para equilibrar lo que queremos que los demás sepan de nosotros, como también, involucrarnos en lo que muchos necesitan de nosotros: tiempo y consejo. Los verdaderos individuos humildes que logran cualquier clase de éxito en su vida reconocen que no llegaron a la cumbre por sí solos, de buen agrado dan el mérito a quienes los ayudaron a lo largo del camino. La gratitud es compañera cercana tanto de la integridad como de la humildad. Se puede expresar gratitud de muchas maneras: un elogio, la capacidad de dar y recibir, etc.

Sabemos que abundan los motivos y ocasiones para expresar gratitud, incluso en un mundo cruel. Sin embargo, es muy fácil dar por sentadas las cosas buenas de la vida.

Muchas personas llegan a estar tan absortas en una abundancia de bendiciones y oportunidades, que no son conscientes de ellas hasta que hacen una pausa, reflexionan y dejan que brote la gratitud. Lamentablemente, muy a menudo se necesita la fuerza de la circunstancia en vez de la fuerza de la conciencia para despertar nuestra gratitud. Nuestras vidas viajan a tal velocidad que a menudo fallamos en detenernos lo suficiente como para contar nuestras bendiciones. Una persona podría ser demasiado tímida para decirle a otro lo mucho que representa en su vida. Sin embargo, las personas de corazón cada día muestran una gratitud cotidiana.

Recuerda, Tú tienes el Control, Tú eres lo más importante. Que Dios te bendiga, nos vemos la próxima semana. Gracias.