El sentido del dolor

Los niños, pequeños seres llenos de vida y de sueños por cumplir que se han visto envueltos en adversidades sin pedirlo, hace de ellos personas capaces de sobrellevar y adaptarse ante la desgracia intentando sacar de ella algo que los incentive a seguir adelante a pesar de todo.Nacen con un destino impuesto por sus padres y bajo la fuerte mirada social, y ¿quién elige este destino para ellos? si lo único que hicieron fue nacer. Y por esto deben pagar con marcas, que son como cicatrices que nunca se borran, solo se atenúan y no se dejan ver a simple vista, pero siempre están, y solo de la sociedad depende que estas marcas puedan cubrirse con una simple palabra o mirada que haga de ellos personas capaces de surgir y de desarrollarse libre y sanamente.El maltrato, tanto físico como psicológico, sufrido por ellos es una de sus grandes herramientas para desarrollar la resiliencia, pero ¿quién nos dice si ellos no harán lo mismo en un futuro?,¿ no somos todos maltratados y maltratadores alguna vez en la vida?.Su vulnerabilidad hace de ellos personas sensibles que logran sacar algo relevante y bueno de toda experiencia y darle un significado que destaque en algún momento de su vida y sea algo útil a que recurrir, preguntándose para qué pasan las cosas y no por qué.Aunque el entorno no fuera el ideal, muchos de estos niños y niñas llegan a ser felices en su mundo de ensueños que fabrican para no vivir siempre en el lugar y en las condiciones en las que estaban, y sin saberlo, esto desarrolla en ellos una mayor capacidad de superar las pruebas que la vida les imponga, quizás injustamente ante su pequeña e inocente mirada.Cada uno estos niños logrará realizar su tejido resiliente, algunos con bases más sólidas que otros. Esto le permitirá llegar aún más lejos y poder superar cualquier adversidad que se presente.Referencias"La maravilla del dolor", Boris Cyrulnik
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Comentarios

  • Ouchhh Amiga....Diste en mi talon de Aquiles.
    Te leia sin evitar las lagrimas, creo q aun me duele.
    Yo fui una niña maltratada y golpeada por mi madrastra desde los 7 años hasta q cumpli 15 y claro ya no pudo hacerlo.
    Las marcas fisicas q tengo ya cerraron, quedaron cicatrices, pero las internas...trabajo en ello para q ya no duelan, me llevara tiempo.
    Tras esta experiencia y sin decidir hacer lo mismo conscientemente, tuve la misma conducta de pegarle a mi hijo cuando pequeño, hasta q el mismo me dio una leccion a su cortita edad.
    - Mama, no me pegues, asi no te obedecere.
    Me cayo como balde de agua fria, me dio una gran leccion.
    Fue entonces q me di cuenta q estaba cayendo en lo q tanto padeci.
    De ahi en adelante mi amiga, me converti en amor y si, aleccionando pero con amor
    Cero golpes.
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