Veía con mi hija un capítulo más de Dora la Exploradora, cuando pensé en aquella frase que invita a los niños a buscar opciones de búsqueda. Aunque mi hija señalaba gustosa aquellos lugares que Dora le preguntaba, yo me cuestionaba en cómo ese “Mapa” sabía exactamente los lugares donde ir, ¿qué tal si había más lugares que visitar igual de parecidos a donde Dora sugería? Bueno, Dora La Exploradora solo fue un punto de referencia inicial para cuestionar mi territorio.
Actualmente preparo un grupo de Coaching de Imagen Interior. Mi inquietud por la belleza me ha llevado a salirme del mapa de belleza tradicional, un mapa hecho por la sociedad, por el consumismo, por la moda, por la mercadotecnia, por las revistas, un mapa hecho a su medida (sí, de ellos). Un tipo de belleza que muchas veces aceptamos y que otras veces nos cuestionamos. Hoy en mi mapa aparecen esos estándares de belleza como una opción más, aunque mi territorio va más allá de eso.
Cuando tenemos una actitud pasiva ante nuestra vida, solemos estar reactivos ante los sucesos que nos ocurren. Reaccionamos echándole la bolita de nuestra “mala suerte” a otros. Aceptamos que el mapa es el territorio, asumimos que es lo único que hay como opción. Esperar y estar en calma solamente reaccionando ante los eventos desafiantes de la vida, suele decirme algo así como “hasta que el agua me llegue al cuello, me muevo”. Si hoy me siento la mujer más fea, más gorda, más aburrida, más vacía, más triste, qué espero para moverme de ese estado. ¿Esperas caer en una obesidad que no te permita disfrutar la vida?, ¿esperas creerte la mujer más horrible para tener una excusa y no salir, vivir, conocer?, ¿esperas que alguien te diga que eres muy aburrida para confirmar que no hay nada interesante en ti?. Las preguntas son para que te cuestiones qué harás con ese sentir. Las opciones son limitadas: quédate igual, modifícalo o acéptalo.
Cuando escucho a mujeres estar en un diálogo constante de su sobrepeso, de su “mala suerte en el amor”, de sentirse feas, suelo preguntarles qué es lo que hacen para cambiarlo. La actitud de “así me tocó vivir”, me resulta desafiante cuando veo mujeres con una riqueza enorme que no alcanzan a ver su potencial. Ese así me tocó vivir es leer un mapa abrupto, limitado, pasivo que ya se convirtió en el territorio de esa persona.
Si yo acepto que soy fea es porque estoy leyendo un mapa que excluye mi belleza y muchas veces es más cómodo quedarnos leyendo algo que ya conocemos a conocer nuevos territorios. Resulta adictivamente gratificante quedarte en casa soñando a un novio que te ame y que le gustes, a tener que trabajar y definir tu propio valor de belleza y rescatar lo que verdaderamente te hace bella e ir tras el novio que elijas. Si yo elijo quedarme en casa añorando a ese novio, es porque estoy leyendo el mapa de belleza que me sugiere Dora La Exploradora, ese mapa corto de posibilidades y de creatividad. Si yo decido ir tras el novio que yo elija, es porque decido que mi belleza se sale de un mapa tradicional, y opto por recrearme, por amarme, por respetarme, por gustarme y salir a vivir nuevos territorios que incluso, no están trazados en ningún mapa.
El mapa no es el territorio. Tu belleza no está trazada en un mapa que estableció Vogue, Televisa, Zara, Tu familia, Tus creencias, Tu artista favorito. Tu belleza abarca más territorios. Tú decides leer el mapa o explorar nuevos territorios.
Claudia Jim
Bendito seas con todo lo que desees!
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