¿CON QUÉ HEMISFERIO VES LA VIDA?

12419803465?profile=RESIZE_710x

Si sientes en ocasiones que tu corazón lucha con tu cerebro cuando debes tomar una decisión importante, es porque ambos hemisferios cerebrales se encuentran en acción.

Al pensar en el cerebro, generalmente surgen asociaciones con lo racional, lo lógico, lo esquemático y lo ordenado, pero ésas son únicamente las funciones del hemisferio izquierdo del cerebro. Al contemplar al cerebro desde esta perspectiva reduccionista, se cree que una persona inteligente es la que articula de manera secuencial y precisa su lenguaje verbal, que es quien estudia cuidadosamente todos los elementos de un problema, antes de darle solución; quien sabe realizar abstracciones de la realidad para hacer analogías,  ordena los hechos en forma cronológica, concluye a partir de argumentos sólidos, entre muchas otras cualidades; y sí, por supuesto que ese individuo es inteligente; sin embargo, el cerebro y la inteligencia, son mucho más que eso.

Un ser humano inteligente también es intuitivo, altamente expresivo con su lenguaje no verbal, tiene una visión integral de lo que le rodea, crea ideas más allá de la razón, no se apega a una lógica aplastante, genera imágenes poco convencionales en su cerebro; sólo que todo esto lo realiza con su hemisferio derecho, que es el responsable de la creatividad, el arte y la manifestación de emociones, tan solo por mencionar algunas de sus tareas.

Al comprender esto podrás responder cuál hemisferio toma “la batuta” en la forma que tienes de ver la vida. ¿Es para ti una línea recta, llena de sucesos lógicamente concatenados?, o ¿Es un conjunto de situaciones y realidades que se conjugan en un tiempo y espacio determinado para producir emociones y decisiones? Tal vez el inclinarse tanto hacia un lado o hacia el otro, promueva tal desequilibrio en tu vida, que te lleve a juzgar sin analizar, a suponer sin investigar, a limitar el pensamiento lateral o “fuera de la caja”…en fin, a bloquear alguno de los dos hemisferios.

Es por eso que Salovey y Mayer acuñaron el término de “Inteligencia emocional” en la década de los 90, para referirse a la habilidad para procesar la información sobre las emociones propias y de los demás. Esto implica ser capaz de:

  1. Percibir y expresar emociones propias y ajenas. ¿Te parece sencillo? Tal vez, pero no lo es. ¡Cuántas veces no sabemos lo que queremos en un momento específico de la vida!; nos confundimos en cuanto a lo que pensamos y sentimos; dudamos de lo que el otro siente; en pocas palabras, no somos hábiles para identificar, mucho menos para expresar correcta y respetuosamente lo que sentimos.
  2. Usar las emociones a favor del pensamiento. Por lo general, volvemos a las emociones las peores enemigas del razonamiento. “Es que la emoción no me deja pensar…” solemos expresar, cuando debería de ser todo lo contrario: “escuchar a la emoción” antes de sacar conclusiones o de tomar decisiones.
  3. Entender emociones manifestadas a partir de señales o lenguajes característicos. Entender e interpretar emociones es algo que requiere tiempo, dedicación y conciencia. La dinámica de la vida actual, suele ser la barrera principal para lograrlo. Se dice que en la Grecia antigua surgieron grandes filósofos porque dedicaban mucho tiempo a la contemplación; hoy estamos negados a ello. Para reconocer y entender nuestras emociones debemos acercarnos al silencio, a la atención plena, a la compasión, a la empatía…pero estamos muy ocupados con el día a día.
  4. Gestionar emociones para alcanzar metas. Por supuesto, hay que asegurarnos de ¡tener metas! Si caminamos a quién sabe dónde, llegaremos a ninguna parte. Es importante detenernos a revisar los anhelos más profundos del corazón y encaminar hacia allá nuestros esfuerzos. En ese andar encontraremos emociones diversas, pero su adecuada gestión nos permitirá permanecer en la ruta trazada. ¿Cómo gestionarlas? Un ejercicio práctico puede ser estar atentos a los pensamientos para que, por cada pensamiento negativo o pesimista detectado, generemos, al menos, dos positivos u optimistas.

Louise L. Hay decía que somos libres de pensar lo que queramos, así que ejerzamos ese derecho para equilibrar las fuerzas de nuestros hemisferios cerebrales y ver la vida con gran inteligencia racional y emocional.

Si necesitas una coach, búscame: gabycruzcoach@gmail.com

 

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos