Primero hablemos de qué NO HACER.
No trates de contener físicamente a un niño en medio de un berrinche, a menos de que ponga en peligro su seguridad.
No en público. Lleva a tu hijo a un lugar en donde puedan estar solos. En lugar de volverte un #PadreReactivo, sería mejor recordar que el berrinche significa algo y lo único que funciona es llegar al fondo de la causa y abordar las necesidades de nuestro hijo.
El berrinche es la voz que encontró el niño. Recuerda que está tratando de comunicarte algo. Mantén la calma, no te enganches o acabaras tú haciendo un berrinche mayor y lastimando a tu hijo.
Ahora decifra el mensaje oculto. El berrinche es la manera en que te está pidiendo que te detengas y veas que pasa. Si no haces esto, las “técnicas anti berinches” no funcionarán, por qué aún cuando lo detienes, si no atiendes el fondo solo regresará más adelante, más fuerte. Y se que no quieres acabar reprimiéndolo a gritos – o peor aún, a golpes – las emociones de tu hijo.
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