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En la consulta se escuchan una gran cantidad de problemas de relación en pareja. Independientemente del tema que pudieran ser: la violencia, la indiferencia, el abandono, la infidelidad, el desamor, la falta de relaciones sexuales, visiones encontradas de la vida. Siempre existe un tema que llama mi atención:

Fallas en la valoración personal, es decir en la autoestima.

Las personas desean que los otros les amen, ser importantes, sentirse queridas y reconocidas en la persona del otro. Quieren y desean que sus parejas en todo momento, ante nada, las hagan sentir que valen. Buscan valor, estima y aumentar su autoestima.

Sin embargo, se enfrascan en relaciones, que más allá de cimentar y ayudar a su autoestima, por el contrario, la destruyen al aceptar “por amor” situaciones degradantes, denigrantes y conflictivas en su vida en pareja.

Reciben lo contrario de lo que buscan. A medida que su relación va cobrando mayor

intimidad en todos los sentidos. Se sienten más tristes, con mayor amargura, inseguros, violentados y tolerando situaciones de abuso, en ocasiones, de proporciones indecibles.

El culto al amor del otro olvidando la estima personal es una manera de vivir el amor con sacrificio, con la cultura de la culpa y de andar por ahí pidiendo a toda costa un poco de dignidad.

La autoestima, la autonomía, la independencia y el Ser de quiénes somos no se encuentra en el afuera, mucho menos, en la figura de la relación de pareja. Comprendo que estar en pareja y amar a alguien es un sentimiento que lleva a la plenitud, a estar completos.  Pero de eso a sentir que solo contamos con valor de acuerdo a las acciones u omisiones de la pareja es una verdadera mentira.

Amar a los demás, cuando para mí no queda nada, es depender del otro, para que nos proporciones algo, que nosotros, no creemos o no nos sentimos merecedores de tener.

Amar y dar el tiempo a mi pareja dejando de lado lo que es importante para mí, es una manera de suprimirme en la vida, vivir para el otro, amar al otro porque solo así, me siento completo. Completo también de resentimiento e insatisfacción.

Amar a los demás. Amar a la pareja. Amar al mundo entero. Amar, amar, amar, cuando a todas luces se observa que el primer desamor se da en la propia persona. En la ausencia de la autoestima no pueden lograrse relaciones funcionales y saludables. Con conflictos sí, pero con la disposición a la solución.

Amar sin autoestima es pender de un hilo para que el otro al que tanto amamos nos lastime, nos humille, nos abandone y sobre todo, se sienta responsable de nuestra existencia. Amar así es una forma muy infantil de mirar el mundo y las propias posibilidades de construir una mejor manera de vivir.

Lo mejor que una persona puede hacer por los demás, es hacerse cargo de sí misma en su valor, en su respeto, en su circunstancia y darse entonces a amar a una pareja pero sin olvidarse de sí misma.

En mi libro Cómo Recuperar la Confianza en el amor: Heridas y Cicatrices en la Relación de Pareja. Hablo sobre estos temas y muchos más te llevo de la mano para que recuperes tus propios límites y estima personal,  pero sobre todo que comprendas que nadie puede hacerlo por ti.

Yo puedo acompañarte pero este proceso es personal y siempre es un acto de decisión de cambio.

Cecreto es un centro especializado en estos temas sobre el narcisismo y si te encuentras viviendo estos amores no dudes en consultar a los expertos:

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