2ª parte de la teoría desarrollada en el libro Las Diosas de cada mujer, de Jean Shinoda Bolen.Artemisa, conocida por los romanos como Diana, era diosa de la caza y de la luna, hija de Zeus y Latona, erraba por bosques, montañas y prados salvajes, en alegre compañía de su grupo de ninfas y perros cazadores. Vestida con una corta túnica, armada con un arco de plata, un carcaj (aljaba) de flechas a su espalda, era la arquera de disparo certero. Se la asociaba a animales no domésticos: ciervo, leona, oso (74). Hermana gemela de Apolo. Acudió repetidamente en ayuda de su madre.Es la personificación del espíritu femenino independiente. El arquetipo que hace posible que una mujer busque sus propias metas en el terreno que ella misma elija. Representa un símbolo de integridad, una unidad en sí misma, una actitud de “puedo cuidar de mi misma”, que permite a una mujer funcionar por sus propios medios, con autoconfianza, sintiéndose completa sin un hombre. (78)El enfoque sobre la meta y la perseverancia a pesar de los obstáculos del camino o del carácter esquivo de la presa, son cualidades de Artemisa que conducen a logros y éxitos (79). También es el arquetipo del movimiento feminista: hermandad de las mujeres, realización y competencia, independencia de los hombres y de las opiniones masculinas, y preocupación por las mujeres y jóvenes escogidas como víctimas e indefensas. En su afinidad con la naturaleza salvaje y no domesticada, Artemisa es el arquetipo responsable de la unidad consigo misma y con la naturaleza que sienten algunas mujeres al estar en las montañas, playas o desiertos (81).De niña es la hermana pequeña que pide igualdad. Al crecer, para que una mujer Artemisa compita y triunfe con éxito y sin conflicto, es extremadamente importante la aprobación paterna, si tiene padres que se oponen a ella, tiende a mantener una actitud desafiante hacia afuera pero sintiéndose herida por dentro, suele sabotearse a sí misma, realiza menos cosas de las que es capaz. Cuando consideran pasiva a su madre, los esfuerzos de las hijas Artemisa para rescatar a sus madres suelen ser infructuosos (86).Los intereses que suelen perseguir no tiene valor comercial, no abocan a una profesión ni aumentan la fama o los bienes personales: la búsqueda es gratificante. El apoyo a grupos, la interconexión con otras mujeres y las relaciones de guía respecto a mujeres más jóvenes en el propio ámbito de éstas son expresiones naturales del arquetipo de la hermana. La mujer Artemisa suele sentir que es igual a los hombres y muchas veces ha sentido que el papel estereotipado que se esperaba que ella desempeñase era antinatural (91).La castidad es rara actualmente, lo más probable es que, ya adulta, haya adquirido experiencia sexual como parte de su tendencia a explorar y a intentar nuevas aventuras, puede verlo como un deporte recreativo o una experiencia física. Cuando se casa su matrimonio suele tener una calidad de igualdad, y es probable que siga manteniendo su nombre de soltera (92). La pareja de gemelos Artemisa-Apolo es el modelo que se observa con más frecuencia en las relaciones que las mujeres Artemisa mantienen con hombres, ya sean amigos, colegas de trabajo o maridos. Suele estar atraída por un hombre cuya personalidad tenga un aspecto estético, creativo, curativo o musical, un hombre que la enriquezca interiormente. Relaciones menos compatibles o complementarias iniciadas por Artemisa suelen resumir conflictos tempranos padre-hija, con un marido que la critica y la socava. O puede que se enamore de un hombre fuerte, sin poder después mantener el aspecto competitivo fuera de la relación (95).No siente ningún fuerte impulso instintivo de ser madre, y le gustan los niños, pone su peculiar energía de madre –que puede ser como la de una joven tía- al servicio de los hijos de otras personas (97). Una mujer Artemisa entre 35 y 50 años puede encontrarse en una “crisis de los cuarenta”, si no tiene aspectos de otras diosas. En la tercera edad frecuentemente su actividad juvenil no cesa, no se detiene; su mente o su cuerpo –generalmente ambos- están en movimiento.Dificultades Psicológicas:Normalmente producen sufrimiento a los demás, en lugar de dolor a sí mismas:a) Desprecio por la vulnerabilidad: la frialdad de la luna y la inhumanidad de la diosa de la luna, falta de calidez, insensibilidad, indiferencia. Si quiere cambiar, debe descubrir que el amor y la confianza de otra persona especial es algo muy preciado para ella (101). Necesita echar en falta la intimidad emocional cercana y comprometida.b) La cólera destructiva: destrucción enloquecida, hostilidad desproporcionada. Debe enfrentarse a su propia capacidad de destrucción, ver cuanto daño se ha hecho a sí misma y a los demás. “La humildad es la lección que le devuelve la humanidad: se vuelve completamente consciente de que ella también es una imperfecta mujer humana, y no una diosa vengativa” (103).c) Inaccesibilidad: distancia emocional, está tan concentrada en sus propios objetivos, que no se da cuenta de los sentimientos de las personas que la rodean, quienes se sienten heridas. Ella tiene que lograr una atención consciente antes de poder cambiar, necesita oír lo que dicen los demás y hacer caso de ello, un deseo sincero de permanecer en contacto y accesible con aquellas personas que importan. (104)d) Inmisericordia: lo despiadado de la venganza o del castigo puede ser espantoso, la falta de piedad suele surgir cuando juzga las acciones de los demás en términos de “blanco o negro”, sin matices, una acción es completamente mala o buena, así como la persona que la hace. Necesita desarrollar la empatía, aprender a sentirse vulnerable, volverse más comprensiva, descubrir que las personas son más complejas de lo que había pensado, perdonar a los demás y a sí misma por cometer errores, volviéndose más compasiva (105).Hay una elección crucial que debe hacer. Una mujer Artemisa tiene una parte joven, hermosa, confiada, que representa su vulnerabilidad, su disposición para la intimidad y su dependencia de los demás. Puede rescatar y proteger este aspecto de sí misma permitiéndole desarrollarse; o matar esta parte que tiene dentro de sí para estar concentrada y ser tan dura y clara como le sea posible (106).Vías de desarrollo personal:Para desarrollarse más allá de Artemisa, una mujer necesita aprender a amar y a preocuparse profundamente por otra persona, un hombre que la quiere, otra mujer, o un hijo. Es importante desarrollar tres aspectos: conciencia del paso del tiempo, darse cuenta de que no son la eterna juventud y reflexionar sobre el curso que llevan sus vidas. Conciencia de la importancia del amor, añoranzas de cercanía física y emocional que la llevan a una nueva receptividad al amor y a la intimidad. El tercero es el instinto de procreación y creatividad, una mujer Artemisa suele sentirlo en los años anteriores a los cuarenta, debe decidir qué es lo más importante para sí misma. (108)Ruth Villalobos estudió la Licenciatura en Psicología y posteriormente una Maestría en Psicoterapia, actualmente se dedica a brindar atención terapéutica a jóvenes y adultos en su consultorio en Monterrey, NL.www.psicologagestalt.com
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