Uno de los problemas con el lenguaje, es que nos es demasiado sencillo tergiversarlo, y lograr que pierda sentido.Y eso es precisamente lo que sucede con términos como estos: Responsabilidad, Lealtad, Honor, Confianza, Fe, Rectitud, Bondad, Generosidad, etc. si te pregunto que son todas estas palabras en conjunto, lo más probable es que respondas “valores”.Y esa asociación es precisamente la que me incomoda.Una casa es un valor, el oro es un valor, la bravura y el coraje demostrados en un campo de batalla es valor, incluso, la inconsciencia sobre el bienestar personal en una situación de peligro para ayudar al prójimo… es valor.El punto aquí es que ya enredamos ese punto por completo, Una cosa son las creencias y otra muy diferente el valor que le otorgamos a esas creencias.Un soldado o un congénere que olvidan su seguridad e integridad para ayudar a los que están amenazados a su alrededor, tienen un enorme valor, precisamente para quienes están a su alrededor, por que creemos que su aporte fue indispensable para la supervivencia de los demás.Un bien material tiene un valor por que nosotros le otorgamos ese valor como sociedad de consumo, es decir creemos que hoy tiene determinado valor… pero mañana podemos creer otra cosa, y entonces, ese valor cambiará.Entonces todo esto de responsabilidad, lealtad, honor y demás ¿en dónde queda? es más… que pasa con cosas como el amor, el matrimonio y la familia ¿son valores también? ¿que pasa con todas estas estas palabras cuando les concedemos el termino de valor y no de creencia?Es muy difícil valorar algo en lo que no creemos.Hoy todos esos términos que llamamos valores han dejado de serlo, ya no tienen valor alguno en nuestra sociedad, precisamente por que dejamos de creer en ellos.Y ahí es exactamente en dónde entran el amor, el matrimonio y la familia, todo esto está devaluado, carece de valor, concretamente por que dejamos de creer en ellos.Tu historia, la mía y la del resto de la humanidad, son historias de parejas, de cientos, de miles de parejas que se pierden en las brumas del tiempo, para que nosotros estemos hoy aquí.Sin todas esas parejas que nos antecedieron, que en algún momento valoraron su relación y decidieron unirse, hoy no estaríamos aquí.Hombres y mujeres que valoraban sus diferencias y similitudes como un punto de encuentro para mantener una relación.Hoy estamos en el umbral de una nueva sociedad, que debe ser fundada bajo nuevas premisas considerando la evolución del género humano.Revalorar nuestras creencias para darles un verdadero sentido y arraigo en nuestra sociedad a esas creencias, dependerá del valor que cada uno de nosotros le otorgue como individuo a dichas creencias.Así que lo interesante será plantear: ¿Realmente YO creo en la Responsabilidad, la Lealtad, el Honor, la Confianza, la Fe, la Rectitud, la Bondad, la Generosidad, el Amor, el Matrimonio o la Familia? es más ¿CREO EN LA PAREJA?Independientemente de mi género ¿comprendo el término Relación de Pareja? Tal vez darle una pequeña ayudada sea necesario ¿y si le quitamos el artículo “de”? entonces tenemos RELACIÓN PAREJA.Y eso no se debe ver desde la óptica mezquina del consumismo rampante y simplón de la actualidad. No se trata de que ambos trabajemos, o que entre los dos lavemos la ropa o limpiemos la casa.Tampoco de tratarnos de igual a igual. Gracias a Dios no somos iguales, y son mi mujer y mis hijas quienes constantemente me lo recuerdan, dándome un enfoque y una perspectiva distinta de lo que soy y lo que hago.Esto se refiere a la relación basada en el respeto a nuestras diferencias de género, sin abusar de ellas, es más, contando con la aportación generosa de esas diferencias en favor de la relación, por la simple y sencilla razón de que hombre y mujer somos seres complementarios, con distintas capacidades y desempeños en diversas áreas, y son esas diferencias las que nos vuelven invencibles cuando estamos unidos en la creencia de ser pareja.El día que realmente creamos esto como individuos, después como pareja y matrimonio, para transmitirlo en familia a la siguiente generación, será entonces cuando estemos echando los cimientos sólidos de esa nueva sociedad futura, en la que lo que nos haga iguales como género, sea la celebración y el respeto de nuestras diferencias.
De ninguna manera Xochitl, de hecho soy hijo de padres divorciados, y francamente no entiendo el por que puedas haberlo interpretado de esa manera.
Parte del problema que enfrentamos hoy como sociedad, es la ligereza con la elegimos pareja, por que "total… si no funciona me divorcio", y ese es el patrón con el que las nuevas generaciones llegan a tomar esta decisión.
Mi libro, los talleres, las conferencias y los cursos que doy van encaminados en esa dirección, en revalorar el papel de la pareja como formadora de valores, en ningún momento ataco a la gente divorciada, por el contrario, como coach de vida, pareja y familia, constantemente ayudo a mujeres y hombres divorciados a superar ese evento.
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Parte del problema que enfrentamos hoy como sociedad, es la ligereza con la elegimos pareja, por que "total… si no funciona me divorcio", y ese es el patrón con el que las nuevas generaciones llegan a tomar esta decisión.
Mi libro, los talleres, las conferencias y los cursos que doy van encaminados en esa dirección, en revalorar el papel de la pareja como formadora de valores, en ningún momento ataco a la gente divorciada, por el contrario, como coach de vida, pareja y familia, constantemente ayudo a mujeres y hombres divorciados a superar ese evento.
Saludos y que tengas una espléndida noche!