Valentía

Hace muchos años tuve una tía(abuela), ella era prima de mi abuelo paterno y le cuidó a sus dos hijos de uno y dos años, porque era padre soltero.Mi tía nació en 1890, a los dieciséis años la casaron con un viudo de 56 años y me platicó muchas de sus frustraciones... la que más me impactó fue saber que tenía que cubrirse con una sábana todo el cuerpo cuando tenía relaciones sexuales, que más bien eran violaciones sexuales. La sábana tenía un agujero enmedio únicamente y así tuvo dos hijas y un hijo que se llevaban escasamente un año.Me decía que ella pensó, que al paso que iba cuando tuviera treinta años serían 15 hijos y le dio pavor eso, por lo que una noche que todos dormían salió a escondidas de su casa, sólo con el camisón puesto, llegó a la carretera, pidió aventón y llegó a la casa de su primo(mi abuelo) a pedirle asilo y ahí vivió hasta que murió mi papá en 1962.Luego le ayudó a mi mamá con nosotros que eramos 6 hijos huérfanos.Ella siempre decía que las mujeres debían de tener la oportunidad de escoger su vida, buena o mala pero por propia decisión.Cuando el pequeño hijo tenía treinta y tres años la buscó y desde entonces la visitó con su familia cada que pudo.
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Comentarios

  • Cecy:
    Gracias por tus comentarios, yo pienso lo mismo, tenemos que hacer este mundo más flexible para las mujeres.
    Margarita.
  • Me estremece este relato... ¡Qué difícil fue la vida para nuestras antecesoras! Bendito sea Dios, la situación se ha transformado y ahora tenemos derecho a disfrutar nuestra sexualidad y a determinar el número de hijos que queremos.
    Cecy
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