TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES Y LAS MUJERES TAMBIÉN...

En el proceso de nuestras vidas hemos escuchado un
sinfín de veces decir:

¡Todos los hombres son iguales!

Obien, ¡Todas las mujeres son iguales!

La realidad es que se refieren a una creencia, ni todos los hombres se comportan de la misma manera, ni todas las mujeres hacen lo mismo, ni actúan de la misma forma.

Llegar con esa creencia a una relación de pareja, es esperar, que los hombres maltratan, que las mujeres son infieles, o tal vez, que el poder lo lleva el hombre y la mujer tiene que aguantarse.

Es estar dispuesto a que eso que yo creo se cumpla. Y qué creen, sí se manifiesta.

Las creencias limitan la relación y achatan la experiencia de la misma, es decir, sí yo creo que todos los
hombres son infieles, entonces, cada vez que mi pareja no me llame, salga con los amigos o lo envíen a un viaje de negocios, mi primer pensamiento será que seguro se va a ir con otra persona con la que me está siendo infiel.

Puede que sí, pero puede que no, pero para mí, todo ese tiempo de espera para aclarar mis sospechas, se convierte en angustia, inseguridad, trato de hablarle, de asediarlo, de saber dónde, está, con quién.

Sí mi pareja ha decido ser infiel, siguiendo este ejemplo, lo será independientemente de que yo lo cele o no.

Sin embargo, aquí lo que quiero resaltar es la interpretación que nosotros hacemos hacia la conducta del otro, de acuerdo a mi creencia de que los hombres son infieles. Y vivo en un infierno, aunque eso no sea cierto.

Curiosamente nuestra psicología siempre apoya nuestras creencias, es decir, generalmente elegimos parejas que van a confirmar dichas dogmas en los que nosotros hemos creído. También en ello se encuentra, aquello que me tocó vivir en la relación de nuestros padres y de lo que se esperaba de hombres y mujeres en nuestra vida familiar.

Todos los hombres o todas las mujeres son iguales…representa la expresión de la cultura, de la familia y
de la propia experiencia individual, y luego se lo andamos colgando a nuestras parejas para que se comporten tal y como yo he creído que debe ser. La realidad es que no todos los hombres ni todas las mujeres son iguales. Existen peores!!!

Por ello, es importante reflexionar en una serie de cuestiones para no toparnos y meternos en conflictos:

¿Qué pienso yo de los hombres o de las mujeres?

Lo más importante es revisar esos supuestos que yo pienso, creo y sufro por ellos, ya que si no se cumplen me mantengo en conflicto con mi pareja porque no cubre con los estándares de lo que yo decido lo que un hombre o una mujer que se respete debe ser.

Ni todos los hombres son iguales ni todas las mujeres tampoco. Al revisar estos postulados, lo importante es elegir que quiero creer y qué tipo de pareja necesito tener.

Además quedarnos en las creencias de nuestros padres o de nuestras abuelas es permanecer atados al pasado sin evolucionar, porque nuestra circunstancia, el mundo de hoy, y los hombres y mujeres de este tiempo ya no se comportan como en aquél entonces.

Yo lo invito a que realice un proceso de reflexióninterior y personal y realmente evalúe que piensa de
hombres y mujeres, en qué son iguales y en qué son diferentes, en las expectativas al otro, se encuentra lo
agradable y lo desagradable. Lo positivo y lo negativo.

Sería bueno asumir un proceso de responsabilidad propia de las creencias que por momentos nos dominan,

Creencias negativas y vida en pareja

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