Tesoros de nuestro México

Cuando estamos de viaje siempre admiramos los palacios, monumentos, museos, etc. Siempre decimos ¡wow! ¡Qué maravilla!, pagamos tours para que nos lleven a conocer y que nos cuenten las historias de que todo lo que vemos. Llegamos a México y presumimos a todas nuestras amistades y no amistades, vemos a nuestra ciudad y a nuestro país como algo chiquito comparado con lo que vimos en nuestro viaje. Pero ¿conocemos lo que tenemos en México?, ¿sabemos la historia de los edificios y monumentos?, nos damos tiempo de tomar un tour y conocer a fondo lo que tantas veces hemos visto como un paisaje común y corriente en nuestra ciudad, al que ya estamos acostumbrados a ver todos los días. Rara vez nos tomamos el tiempo necesario para investigar lo que tenemos y su historia.

Aquí les dejo un poco de la historia del maravilloso Palacio de Bellas Artes, muchos mexicanos lo conocemos desde niños, pero muchos únicamente como dije anteriormente, "como un paisaje común de la ciudad al que ya estamos acostumbrados". 

Durante el gobierno de Porfirio Díaz,  se trató de mostrar al mundo cuán próspero y moderno era el México de ese entonces.  Una de las demostraciones más importantes fueron los majestuosos edificios y monumentos que se construyeron durante su gobierno. 

Como resultado de lo anterior,  en 1904  se le encarga el proyecto al  arquitecto italiano Adamo Boari, con el fin de crear un nuevo Teatro Nacional que formaría  parte de los festejos del centenario de la Independencia de México.

En 1901 Boari, demuele los edificios del lugar para empezar la construcción,  recorre Europa y  Chicago con el fin de tomar ideas y conceptos arquitectónicos para su proyecto.

Influenciado por el art-nouveau, realiza los primeros planos del nuevo Teatro Nacional , diseñando un edificio a la altura de cualquier ciudad europea.

El proyecto inicial incluía un vestíbulo techado con cristales, un invernadero, restaurante, cafetería; el edificio estaba separado en dos partes: La primera para  espectáculos y la segunda como salón de fiestas y conciertos.

En 1904 fue probado el proyecto y se calculó que la construcción duraría unos 4 años. Algunos detalles particulares de la obra son: dobles entrada laterales para el servicio de los carruajes, un gran jardín con una cúpula, el nivel de la orquesta móvil, la boca escena sin cortinajes y sin arlequín con iluminación periférica y con caja acústica en la bóveda, telón en forma de cortina, movimiento eléctrico e hidráulico para la maquinaria escénica, un gran ascensor para elevar los carruajes del nivel de la calle al nivel del escenario, luz solar directa todo el edificio y artificial completamente oculta.

Las estructuras estaban compuestas de acero, concreto y mármol. Serían 210 columnas distribuidas, los muros de concreto  se cubrirían de mármol. Una obra considerada en su época la más grande del mundo.

Los cálculos en la cimentación resultaron un fracaso, la plataforma de concreto comenzó a hundirse, privando así al proyecto de la escaleras ascendentes, y sufriendo importantes rupturas. Fue necesario comenzar inmediatamente a inyectar mezcla de cemento, cal y grava en varios puntos del terreno. El hundimiento aproximadamente fue de metro y medio. Esta operación concluyó en agosto de 1911, en 1912 se repitió la operación agregando cal y arcilla. Esto retrasó la obra tres años.

Los que hicieron los cálculos no consideraron la gruesa capa de fango sobre la que construirían. 

En 1910 estalla la Revolución, quedando inconclusa la obra , por lo que de ese sueño ecléctico construido en mármol de Carrara solo quedó algo del exterior y el magnífico telón de cristal, diseñado por la prestigiosa firma Tiffany’s.  El telón está formado por una cortina de estructura metálica que sostiene un enorme mosaico de vidrio opalescente. Más de un millón de cristales de dos centímetros cuadrados dan forma a una panorámica del Valle de México, inspirada en una obra de Gerardo Murillo. La cortina rígida del escenario con un peso de 22 ton y 15.30 m de ancho por 14 m de altura, concebida por Garnier, constructor de la ópera de Paris, pero el motivo de la decoración del telón lo encontró en el paisaje mexicano, precisamente las cumbres nevadas del valle de México: El popocatépetl y el Iztazihuatl.

El arquitecto italiano murió en 1928 sin haber visto la obra del “elefante blanco”, como él mismo lo llamo, concluida.

En 1921 para conmemorar la consumación de la Independencia se dispone apresurar los trabajos, dejando un gran avance en el aspecto exterior del teatro.

Bajo el mandato de el Presidente  Pascual Ortiz Rubio, en 1930,  siendo secretario de hacienda el Ing. Pani, cambia el proyecto. Para que la obra fuera concluida tendría que ser una institución con finalidad social y pública que fomentara y difundiera el arte, favoreciendo a la sociedad en general. En este momento cambia el nombre de Teatro Nacional,  por el de Palacio de Bellas Artes, designando al arquitecto mexicano Federico Mariscal, encargado del proyecto. Mariscal rediseñó el interior del teatro al estilo Art Deco. 

 En el interior aparecen detalles de inspiración prehispánica, la gran cúpula que cierra el vestíbulo es un armazón de metal recubierto con nervaduras de cobre, laminillas de ónix translúcido y cerámica. Los muros, pisos y columnas se revistieron con mármoles mexicanos en varios colores, combinados con ornamentos trabajados en diversos metales por la casa Edgar Brandt de París, como los mascarones de Chac, el dios maya de la lluvia. La escalinata arranca con dos luminarias en forma de fuentes, hechas en acero y cristal esmerilado; entre sus dos rampas, las puertas que dan acceso al vestíbulo de la sala muestran mascarones de Tláloc, el dios teotihuacano de la lluvia, y un rostro de bronce que evoca la representación griega de la tragedia. La decoración interior de la sala de espectáculos está compuesta por plafón de cristal en la cúpula interior de la sala de espectáculos por D. Maroti. Algunas modificaciones del proyecto original son:  el salón de fiestas se convertiría en museo de artes plásticas. El palco presidencial se redujo y se creó un foyer, que hoy es la sala internacional de exposiciones; se instaló una sala de conferencias, museo de artes populares en instalación de diversas galerías para exhibir distintas obras artísticas nacionales. Se abrieron nuevas dotaciones de espacios públicos, se reestructuró la Sala de Espectáculos, ampliando los pisos de las lunetas y de los anfiteatros para aumentar el cupo.

En el tercer y cuarto pisos se ubican importantes obras del muralismo mexicano; destacando: Rivera, Orozco, Siqueiros y Tamayo. 

Esta magna construcción es una ármonica mezcla de  estilos Art Deco y de Art Nouveau  constituyendo un estilo ecléctico. 

El edificio que en sus inicios se concibió como Teatro Nacional, fue Inaugurado el  29 de septiembre de 1934, bajo el nombre de Palacio de Bellas Artes.

Boletín cultural Rocinante

 

 

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos