Publicado por mariona el 28 de Julio de 2009 a las 1:30am
A la mujer mis amigas queridas, le pueden romper el corazón una mil veces, le pueden arrebatar sus alegrías, le pueden marchitar sus esperanzas, le pueden arrancar el alma y destrozársela en mil pedazos, le pueden vampirizar sus ilusiones y dejarle su ser interior vacío, pero nada, fíjense bien: Nada ni nadie logrará jamás quitarle las armas del amor o romperle sus sueños más íntimos, porque la mujer por naturaleza es una guardiana de la inmortalidad de sus sueños dentro de su cielo interior y una amazona guerrera para defender su propia individualidad.Decía en una ocasión una persona con la que solíamos hablar a menudo en un tiempo: “¿Por qué seré tan estúpida que por más que me lastimen, me traicionen o me abandonen, por más que me humillen y me ignoren, siempre sigo cultivando mis sueños?”Pues cosa increíble pero a tu jardín de sueños no puede entrar la ortiga, ni la cizaña ni la mala hierba, porque tienes en la puerta un gran señor guardián firme y decidido, hermoso, guapo y guerrero como ninguno: “Tu propio amor de mujer” –le contesté-Te pueden lastimar por fuera e incluso por dentro, pero esos sueños de mujer no desaparecen ni pueden serte asesinados con los dardos del dolor extremo ¿sabes por qué?,porque son tus sueños y quimeras las nobles fantasías femeninas, las que se convierten en bálsamos que ayudan a soportar las grandes viscisitudes… ¡Nadie te puede quitar tus sueños pase lo que pase y suceda lo que suceda o digan lo que digan!En cambio tú como mujer, sí puedes tomar más sueños nuevos cada día, más fuertes retos y forjar nuevas metas, empezar día a día como si fuera el primero de toda tu vida y olvidar que en el pasado, hubo alguien o algo que te hizo sufrir y te dejó un mal sabor en la boca y muchas punzaditas dolorosas en el corazón. ¡No puedes quedarte sufriendo para siempre!, el dolor del primer momento no puede ser eterno, no lo soportarías, ni habría capacidad para trascenderlo.El tiempo va cubriéndote de vendas de amor, y tus sueños ayudan por las noches cuando abrazas tus almohadas confidentes secretas, cuando platicas con ellas, contigo misma y con Dios:“Dios mío; qué sola me siento”, “¿En qué me equivoqué?”, “¿Qué hice para merecer esto?”, “¿Hasta cuándo voy a seguir así?, “¡Quisiera que el tiempo pasara rápido!” etc.Y la verdad de todo esto es que el tiempo como el dolor no pueden darse el lujo de pasar tan rápido como quisiéramos, porque cuando se sufre, todo es despacio y lento, pero al dolor lo aminora el cariño de las personas que tenemos a nuestro lado y que nos ayudan a forjar nuevos sueños de amor, de luz y esperanza. ¿Qué importa lo que haya pasado?El dolor de perder a una o más personas queridas, marca una etapa y debemos organizar nuestro tiempo sin esas personas que tanto amamos a nuestro lado, es duro, muy duro, en todo nos hace falta, todo nos las recuerdan…¡Cómo nos hacen falta!, pero así es la vida, llena de cambios, y a veces esos cambios son necesarios. No importa lo que haya pasado -repito- No lo perdimos todo, nos queda la vida, y ¡Nos quedan nuestros sueños en color de tul ilusión con aromas de mar y cielo!… ¡Son todos nuestros!Entonces concluyo: Si vamos a seguir sufriendo en esta vida amigas queridas, pues al menos que sea por algo que valga la pena ¿verdad?, sigamos rescatando lo más valioso de nuestras vidas que son nuestros valores, nuestra fuerza, nuestra entereza, nuestra virtud, nuestra dignidad, nuestro entusiasmo, continuemos nuestros objetivos en pos de metas ¿y por qué no? también de nuestros sueños de amor.¿Quién dijo, o dónde está escrito que sea prohibido?
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