¿Plenitud es ser yo mismo? Investiguemos, el “yo mismo” implica lo que creo de mí, lo que pienso de mí. El ‘ser’ trasciende cualquier interpretación generada por el pensamiento.Plenitud es ‘ser’. El ‘mi mismo’ limita, porque son las barreras que pone el conocimiento escaso que tengo de mí.Cuando el pensamiento cesa el ser ‘es’. Eso es libertad, eso es respeto a la vida, cuando el pensamiento deja de juzgar, descalificar, medir y comparar, entonces y sólo entonces se está respetando a la vida, a la existencia misma del ser.Los slogans y campañas publicitarias de humanismo o comercio, tienen una muy buena intención cuando usan esta frase: “Sé tu mismo”Pero si el ‘mi mismo’ es el pensamiento amoldado por nuestra cultura que tiene cada quien de su propio ser. Donde creamos nuestras propias expectativas, orientadas por esa idea de que debemos ser como nos lo dictan todos los agentes moldeadores del pensamiento, donde nuestros padres, familiares y profesores nos convencen de que somos insuficientes, y los medios de comunicación, las grandes empresas nos convencen de que con sus productos nos van a satisfacer esas insuficiencias. Entonces ser ‘yo mismo’ es un engaño. ¿Hay un verdadero ‘mi mismo’?Para que un ser sea pleno, debe conocerse. Ese conocimiento que es descubrir si lo que piensa uno de sí mismo son prejuicios o verdades, ir más allá de lo que los libros, expertos o videntes digan. No quedarse conformes con lo que nos dicen de nosotros sin cuestionarlo. El conocimiento de nosotros lo vamos a hallar en nosotros mismos, no afuera. Es muy cómodo sentarse y aprenderse un libro religioso de memoria, pero eso no puede ser la vida, dejemos esas comodidades y leamos el libro de nuestra existencia que se haya en nuestro ser.El conocimiento propio nos deja claro el propósito de nuestra existencia, y cuando todo esté claro entonces sabremos que hacer.
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