La Gran Concha Michel

Probablemente parejo al movimiento pictórico de la década de los veinte —Diego Rivera, Roberto Montenegro, Gerardo Murillo, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Francisco Goitia, entre los maestros de mayor renombre—; a un lado otros hubo semejantes en el mundo de las letras, la música, la danza, la cultura, las artes. Esas manifestaciones del alma mexicana, que el porfirismo desdeñó o quiso tapar como con un dedo el sol, no renacieron porque nunca estuvieron muertas —ocultas, sí—, volvieron a la nación fundamentalmente por la acción decidida de José Vasconcelos, inspirador y motor de este renacimiento en las primeras décadas del siglo.Recordemos las canciones, originales, ya recreadas por Manuel M. Ponce, por sólo poner un ejemplo. Las viejas letras debidas a poetas del pasado y las nuevas a poetas de aquel tiempo, poblaron el ambiente, el aire, el ámbito con melancólicas y lánguidas letras, melodías, y con trémulas angustias musicales, supo decir años más tarde el músico poeta.Mujeres ocultas en el rincón de su casa tañían la vihuela y cantaban. Salieron a expresarse por calles, en las ferias, en los parques públicos, en los atrios de los templos. Mujeres como Cachita Amador, zacatecana, primera esposa de Siqueiros, gran tocadora de guitarra y linda voz; Chabela Villaseñor, pintora, recrea viejas canciones de Jalisco de donde era oriunda.Una más, Concha Michel, a quien ahora quiero recordar en este Búho; era jalisciense, vino a la metrópoli, con razón considerada por los provincianos cabeza y corazón de México. Aquí se suma al movimiento renovador mexicano: la guitarra en la mano, la boca y el corazón rebosante de inspiración. Tenía, dicen los que la oyeron, una preciosa y sonora voz, que parece exigir el corrido de toda procedencia, que cantó embelesada: canciones y corridos de la Revolución Mexicana, desde la que se inició en 1810.Quería Concha Michel afirmar en la conciencia nacional el amor a la libertad, a la independencia, a la justicia, sin las cuales no hay patria posible. Era ella misma autora de letras y melodías; cantautores les llaman ahora. Letras y melodías nuestras que dentro del rigor y la fuerza del mensaje se colaba un eco de la vieja queja que se apodera de nuestra alma. Un recuerdo en que usa Concha Michel lo que llamaríamos vocablos léperos, en su tiempo vedados y ahora casi normales hasta en boca de los niños y las niñas: “El agrarista”, su nombre.Aquellas palabrotas, en esa mujer adquirían encanto, dulces y suaves; no eran amargas ni rudas. Le llenaban los labios a Concha Michel: con las alas extendidas, como si fueran blancas palomas, nos llevaba al pasado, a días lejanos y con la magia de letras y música volvían a entristecernos y a alegrarnos, que esas dos cosas son condiciones de las obras perdurables. En este momento que escribo estas líneas, viene a mi mente el recuerdo de una lectura reciente, Haciendo el amor con música, de D.H. Lawrence, donde el autor expresa la siguiente tesis:“…las ideas de una generación se convierten en los instintos de la próxima.Todos nosotros somos, en gran parte, las ideas materializadas de nuestras abuelas y, sin saberlo, nos comportamos de tal forma. Es extraño que el injerto obre tan velozmente, pero así es. Si las ideas cambian con rapidez, habrá una transformación correlativamente rápida en la humanidad. Nos convertimos en lo que pensamos. Peor aún, nos hemos convertido en lo que pensaban nuestras abuelas. Y los hijos de nuestros hijos se convertirán en las cosas lamentables que nosotros estamos pensando. Lo cual es la caída psicológica de los pecados de los padres sobre los hijos. Porque nosotros nos convertimos simplemente en los pensamientos elevados o hermosos de nuestras abuelas. ¡Ay, no! Somos la encarnación de las ideas más potentes de nuestros progenitores, y esas ideas que no deben ser reconocidas en público, sino trasmitidas como instintos y como dinámica de la conducta hasta la tercera y la cuarta generación. ¡Ay, de las cosas sobre las cuales cavilaron en secreto nuestras abuelas y que desearon en privado! Esas cosas somos nosotros.“¿Qué desearon y quisieron nuestras abuelas? Hay algo indudable y es esto: quisieron que les hicieran el amor con música. Quisieron que el hombre no fuese un ser vulgar que se precipitara hacia su objetivo y se acabó. Quisieron que resonaran melodías celestiales mientras él las tomaba de la mano y que irrumpiera un nuevo movimiento musical cuando les rodeara la cintura con el brazo. La música debía remontarse con infinitas variaciones, de un nivel al otro del galanteo, en deliciosa danza, las dos cosas inextricables, las dos personas también.“Para terminar, naturalmente, antes de la llamada consumación del galanteo que para nuestras abuelas en su sueño y, por lo tanto, para nosotros en la realidad, es el gran anticlímax. No una consumación, sino un humillante anticlímax.“Esto es el llamado acto del amor en sí, el verdadero eje de todo el tema discutido: un anticlímax humillante. El tema discutido, desde luego, es el sexo. El sexo es muy encantador y muy delicioso mientras se hace el amor con música y se camina sobre las nubes con Shelley, en un two step.”Y al llegar aquí se me ocurre invitar a mis amigas cantoras —Tania, Dulce, Lucha, María del Sol— para que, oyendo a un amigo que quiero y admiro, y que las sabe, las vuelvan a cantar y con ellas evocar a las abuelas, un pasado que por serlo es dulce y mejor. Ese México que en ocasiones sentimos lejano, distante, que ya se nos fue. ¿Cuándo? ¿cómo? ¿Lo recuperaremos? Quién sabe, con frecuencia se antoja imposible, pero se matiza ese dolor al reflexionar que tal vez sea factible.
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Comentarios

  • HOLA SRA. CHAPA ES UN GUSTO SALUDARLA POR ESTE MEDIO SOY TERE CAMPOS TRABAJE CON EL LIC. GERARDO EN CARTIER ESPERO ME RECUERDO COMO YO A USTED, CON MUCHO CARIÑO Y RESPETO. Y SI ESTOY DE ACUERDO CON USTED, LAS MUJERES NOS GANAMOS NUESTRA INDEPENDENCIA A BASE DE TRABAJO Y PREPARACION. RECIBA UN ABRAZO DE MI PARTE HASTA PRONTO Y EXITO COMO SIEMPRE .
  • Gena, lei con mucha tención e inters sus comentario y lamento mucho no coincidir con sus opiniones pues las mujeres llevamos ya varios miles de años luchando pro nuestra independencia, le recuerdo cuanta crueldad, maltrto y violencia existe aún hoy en todo el mundo y para no ir tan lejos en nuestro propio páis, todavía hoy día un padre vende a su hija por un casrtón de cervea, imagínese permitiendole al hobmre que ellos sean los proveedores la sumisiónseguiría cada día peor, ojala ustd tenga la oporutnidad de actualizarse de leer un poco má sy de andentrarse un poco más en la lucha de las mujeres y creeame que nuestra bisabuelas, abuelas y madrs no las tenían tan fáil, estoy segura que tambien las muejres que trabajamos y tnenos todas esas responsabilidades, podemos ser detallistas, cocianr, ir al mercado y organiarnos, pero siemrpe con voz propia y uan independencia económica. Ojala pueda adentrarse en la vida Virginia Woolf, escribió "una habitaci´n propia" y ella sostiene que para que una mujer pueda ser libre, necesita 3 peniques y una habitación propia", lo que quiere decir que las muejrs tenemos que ganar nuestro propio salario y tner un espacio en el cual podamos depositar nuestros sueños y realidades. Me gustaría mucho invitarla a que explore este camino, vera que no se arrepentira, yo se lo digo desde mi propia experiencia y he pasado por muchas vicisitude que la vida me ha presentado. Saludos afectuosos y hasta pronto. Martha
  • LA ADMIRO, DOÑA MARTHA... SERÍA EXCELENTE QUE LAS INTÉRPRETES DE HOY, RECREARAN EL CANTO DE CONCHA MICHEL Y DE OTRAS CANTANTES DE ANTAÑO. EL CANTO POPULAR ES EL REFLEJO DE LAS VIVENCIAS Y LAS IDEAS DE LA GENTE. Y DE LAS ABUELAS, DE SUS SUEÑOS Y ANHELOS HACIA EL PORVENIR... NO CREO QUE HAYAN SIDO TAN CRUELES AL IMAGINAR LA AZHAROSA VIDA DE LAS MUJERCITAS QUE VIVIMOS HOY EN DÍA. INMERSAS EN MILES DE ACTIVIDADES AL DÍA PARA SATISFACER LOS REQUERIMIENTOS DE LA VIDA LABORAL, FAMILIAR Y CONYUGAL, Y AL MISMO TIEMPO TRATAR DE SATISFACER NUESTRAS PROPIAS NECESIDADES. HUBÍERA SIDO MEJOR MANTENER LOS ROLES COMO ELLAS LOS TENÍAN. DEPENDIENTES DE LOS MARIDOS, QUE ELLOS VEÍAN CÓMO LE HACÍAN PERO SE HACÍAN CARGO DE AFRONTAR EN SU TOTALIDAD LA ECONOMÍA FAMILIAR, ELLAS EN LAS LABORES HOGAREÑAS, PROPIAS DE SU CONDICIÓN FEMENINA, EXQUISITA, DETALLISTA, ESTÉTICA Y EDUCADORA DE LOS HIJOS, SIN TANTOS SOBRESALTOS, COMO VIVIMOS HOY. DIOS QUIERA QUE MI SUEÑO.QUE ES LA VIDA DE LAS ABUELAS, QUE SUENA COMO FANTASIOSO E IMPOSIBLE, SE CUMPLA EN LA GENERACIÓN DE MI HIJA O DE MIS NIETAS. QUE LAS TRATEN BIEN, QUE LES DEN EL LUGAR QUE SE MERECEN COMO FUENTES DE CANDOR, DE BELLEZA Y BIENESTAR, ASÍ COMO DE BENDICIÓN PARA SUS ESPOSOS Y PARA SUS HIJOS. LA SOCIEDAD ENTERA TENDRÍA UN VUELCO ASCENDENTE HACIA LA SUPERACIÓN MORAL Y ESPIRITUAL DE LOS INDIVIDUOS... PERO ES UN SUEÑO. SIN EMBARGO, TODO EMPIEZA POR SER UNA IDEA. MIENTRAS TANTO, QUE LAS MUSAS INSPIREN A LOS ARTISTAS, Y QUE LAS TROVADORAS NOS DELEITEN E INVOQUEN A LA ARMONÍA Y LA BELLEZA CON SUS CANTOS.
    GRACIAS, SEÑORONA. ME ENCANTABA EL RESTAURANT DE TU HIJA.... Y LO EXTRAÑO. *GENA.
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