Publicado por Memo el 5 de Mayo de 2009 a las 6:00am
+ 4.13.- AMORES QUE MATAN. 4.15.- SABOREAR AL VIENTO+ Esperanza: Esta es la narrativa más estremecedora del TallerTodo indica que este cuarto ejercicio, LO QUE NUNCA DIJE, ha sido el mejor de los que llevamos en el taller de Expresión Literaria AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO. A Esperanza, ustedes la conocen por Gracias por no Quitarme la Vida, El Secreto y Segunda Oportunidad, relatos muy fuertes y conmovedores. Ahora nos presenta Mis Tres Amores, sin duda el más estremecedor de cuantos se han publicado aquí. Así me lo parece. Leamos pues:MIS TRES AMORESEsperanza¡Perdóname, por no ser la mamá que hubieras querido tener!, creí que esa era la manera correcta de educarte, de guiarte, no comprendía que estaba mal. En mi afán de enseñarte cómo vivir, te lastimé, te golpeé, te humillé, herí tu pequeño corazón, hasta cansarme, ¡perdóname!Y lo único que pedías, era ¡amor! Una y mil veces prometí: voy a ser una buena madre, seré ¡perfecta!, esa es la palabra correcta, tomaré tus pequeñas manos y las guiaré hacia mi corazón, siente como late, eres mi vida, eres mi luz, eres todo para mí.Pero la mujer, perfecta, no existe, la vida y la naturaleza son sabias, cuando mi vientre se lleno de luz por primera vez, me sentía plena, realizada: por fin seré mamá, decía una y otra vez pero esa pequeña lucecita que crecía dentro de mi, se apagó al las nueve semanas de gestación. Es un dolor tan grande, ¡no le pude dar vida!... Lloré por días, semanas, hasta que comprendí que así tenía que ser. Dentro de mi conservo el calor, el amor, que sentí, busqué tus pequeños ojos y a pesar de estar lejos ya de mi, recuerdo tu vida, aún recuerdo el ayer cuando estabas dentro de mi y podía sonreír, y ahora te has alejado de mi. Le he pedido a Dios, estés a su lado, en su corte celestial. Sé que eres un ángel.Después de un año de cuidados médicos logré un segundo embarazo, pero tenía mucho miedo y temía que volviera a pasar. ¿Sería capaz de darle vida a mi bebé? Y gracias a Dios y a los cuidados, nació mi primer bebé, una niña hermosa de grandes ojos negros y pequeñita. Llegó en el momento exacto, cuando la tuve en mis brazos, le hice una promesa: Seré la madre ¡perfecta!, pero al paso del tiempo las cosas cambiaron y me convertí en una mujer llena de odio y rencor. Quería que esa pequeña que le dio luz a mi vida, fuera como yo creía ser, perfecta.Tiempo después un nuevo bebé vendría al mundo y mi pequeña tenia gran ilusión de tener un hermanito o hermanita, ¿será niña mamita? Mi vientre se llenaba de luz nuevamente, ya no tenía miedo. El médico dijo que todo estaba en orden y al saber que tendría otro bebé, me llené de emoción y alegría, estábamos felices, ¡llegará una nueva vida! Al poco tiempo comencé a sentirme mal, acudí al doctor y me dijo: tenemos que realizar un aborto terapéutico. La palabra aborto retumbaba en mi cabeza y en mi oídos, no comprendí, mi cuerpo se desvanecía, perdí el sentido y cuando desperté, estaba en una camilla en el hospital y junto a mi una enfermera que me dijo: tranquila señora, todo estará bien. No sabía por qué estaba ahí y poco a poco fui recordando la palabra del médico ¡aborto!El ginecólogo se acercó a mi cama para decirme: señora, su bebé no puede nacer, tiene muy poco líquido y no hay otra solución, solo terminar el embarazo. Si dejamos que siga creciendo, puede morir dentro de usted, ocasionarle una infección que pone su vida en peligro.No paraba de llorar, no entendí muy bien sus palabras, solo sabía que tenía que terminar. En ese momento entró un enfermero con un aparato para realizarme un ultrasonido y verificar que todo estuviera bien, para poder practicarme… perdón, ya no quiero repetir, esa palabra. Vi a mi bebe chuparse el dedo, ¡estaba viva!¿Qué le van hacer? Todo pasará pronto, me dijo una enfermera y me dio una pastilla. Después comenzó un dolor muy fuerte en mi vagina pero yo no podía hacer nada, solo decía, ¡perdóname, perdóname, te amo! Sentía como si me golpearan el vientre, no se cuanto tiempo duro, pero comprendí que lo que estaba pasando era la muerte. Un infarto le dio a mi bebé, en unos segundos todo pasó aunque para mi fue una eternidad. El dolor disminuyó, sentí muchos deseos de orinar, así que pedí un cómodo y luego entró el ginecólogo quien me pidió abriera las piernas y tomó un pedacito de mí. Ahí estaba mi bebé, en su guante. Nació sin vida, tenia casi 20 semanas de gestación, era una niña. Entré en shock al ver lo que estaba en su mano. ¡Madrecita todo terminó!.No pude hacer un sepelio, los médicos decidieron quedarse con mi pequeña, para realizarle estudios y así saber cual fue causa que originó la salida del líquido amniótico. Era una hermosa niña. No tengo que describir el dolor tan grande que mi corazón sentía en esos momentos, no hay palabras.A las pocas semanas, mi suegra me dijo con lágrimas en los ojos, que ella se sentía responsable por lo que había pasado y yo no comprendía por qué. Pero lo que me dijo, me marco para toda la vida: Yo le dije a mi hijo que no te hiciera caso, que te estabas haciendo la mártir y no te llevara al médico. Entonces recordé que le pedía a mi esposo, una y otra vez, que me llevara con el ginecólogo y él decía estas loca no tengo dinero, vete al Seguro. ¡Mi esposo no creía, que estuviera mal!¿Por qué me lo dijo, con qué intención, ya no había remedio ni solución. Algo se rompió desde ese momento, mi corazón quedó hecho pedazos, el amor hacia mi esposo se volvió odio, ira, coraje, resentimiento. Pidió perdón muchas veces y sí, lo perdone, teníamos una hija, y era más importante que cualquier cosa.Después nació mi segunda hija. Fue un embarazo muy difícil, todo el tiempo estuve en cama, tenia placenta previa y se me levantaba. Tenía hemorragia pero no podía decirle a nadie el miedo que sentía. Me hacía la fuerte, me repetía una y otra vez: todo estará bien, nacerá, será feliz, bella, llenará nuestras vidas con su luz. Así fue, vino a darle una nueva luz de fe, amor, esperanza a mi vida.Pasaron tres años y por todo lo que había pasado yo ya no quería mas bebes, era muy riesgoso. Pero Dios sabe por que pasan las cosas y de un nuevo embarazo nació mi hijo, el más pequeño, un hombrecito. Aunque estaba delicada de salud, tomé la mejor decisión, lo defendería contra todo y todos, llegué a pensar en momentos que lo perdería, porque perdía uno nacía uno, ¿entonces lo perdería? Tenía tanto miedo y cada día era llorar y pedir en mis oraciones por la vida de mi pequeño. Gracias a Dios, nació.Dios me dio varias oportunidades para descubrir que me bendijo cinco veces. Cada embarazo es para mí una bendición, si bien es cierto que no nacieron dos de mis pequeños, me regaló a tres niños hermosos, lo único que me pedían es amor, no mas.Ahora descubrí que no soy y nunca seré ¡perfecta!Solo quiero decirles, a mis pequeños, que cometí muchos errores, los lastimé y hoy comenzamos una nueva vida, siempre los amaré.A mis tres hijos:Sé que no puedo regresar el tiempo, no tengo una varita mágica para cambiar lo que hemos vivido, lo que hemos pasado, pero con el corazón les digo que cada uno de ustedes me ha enseñado que la palabra mamá tiene un hermoso significado, le han dado a mi vida una ilusión, le han dado sentido, cuando más triste me he sentido, siempre llenan de alegría, mi espíritu, sus risas, su llanto su alma, esta unida a la mía.Muchas veces he fallado, he gritado y los he lastimado. A pesar de todo, siempre tienen una sonrisa y una vez mas me llaman mamá. En su corazón no hay espacio para el odio, ni el rencor, siempre olvidan lo malo, y expresa su amor a cada instante.Todavía recuerdo la canción que le cantaba a cada uno cuando eran unos bebes…Duerme, cierra tus ojitos, sueña, sueña con DiositoQue Él te cuida y te protege desde el cieloDuerme ya, duerme ya, duerme ya angelitoQue el sol se oculta y la luna se asoma,Duerme, que yo te cuidaré y velaré tu sueño.Tengo en mi alma tres grandes amores, que crecerán día a día. Tienen nombre y edad, son mis hijos, tienen sueños, esperanzas, ilusiones y vida.A ti, Yiru que eres la mayor, tienes toda una vida por delante, no corras, camina. Mi pequeña, todo llega a su debido, tiempo, estaré siempre a tu lado, sé que a veces parecería que no te entiendo, que te critico, pero lo hago para que nadie te lastime, te protejo, ya lo sé, lo hago por tu bien. Cuando crezcas comprenderás mis palabras, te amo, mi niña, gracias por ser mi hija.A ti, Estrella, mi niña, perdóname por lastimarte, por no de mostrarte cuanto te amo, pero eres muy traviesa, me sacas de mis casillas. Ahora, sé que eres así por que yo también era muy inquieta, te pareces demasiado a mi, eres juguetona, risueña y, sobre todo, enojona, eres mi reflejo, mi espejo, gracias por ser mi hija.A ti Ángel, mi pequeño, sé que te consiento demasiado, tu sonrisa me llena de alegría, y cuando llegas de la escuela y corres a darme un gran beso, se me olvidan todas las cosas que pasé en el día, por que eres un niño alegre cariñoso y tierno, gracias por ser mi hijo.Gracias, mis pequeños por darme, su amor, su cariño por aceptarme conmis errores y defectos, no soy perfecta, solo soy una mujer que tiene que aprender que la vida esta llena de obstáculos y sinsabores, pero los tengo a mi lado, y eso es lo mas importante.Hay que sembrar amor para poder cosechar amor. Es muy cierto que tuve miedo, pues nadie me enseñó a ser madre, cometí muchos errores en nombre del amor, pero hoy entiendo que la palabra madre es la más bella del universo.Dios me bendijo con cinco embarazos, de los cuales dos de mis pequeños están a su lado y tres están conmigo, para enseñarme que la vida, es hermosa, que podré tener muchos obstáculos y caídas, pero el amor de mis pequeños me hará levantarme con mas fuerza, para vivir, intensamente...Con amor, para mis hijos, que son la luz y el motor que hace que mi vida sea bendecida, esté llena de amor y cariño y, sobre todo por hacerme volver a creer, que el amor sin condiciones ¡sí existe!
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Esperanza.- Hablar de vivencias personales no es fácil, tu escrito refleja la sensibilidad que da la maternidad, la preocupación de una buena madre. Yo también tengo 3 hijos y sé de lo que hablas, de lo que sientes y de los errores que en ocasiones cometemos a pesar del amor tan grande que se tiene por un hijo. Dios te bendiga y te ayude a guiar por la vida a tus pequeños. Fue una historia muy conmovedora, narrada con mucha objetividad. Felicidades.
Que estremecedor! Realmente sabes sacar todo ese sentimiento que llevas por dentro, sin egoísmos, sin reservas te muestras toda tú, te reparas y renuevas! Has sabido enfrentar con valentía la maternidad, con sus altas y sus bajas, y al poner a tus tres amores como el motor de tu vida, demuestras que eres una gran madre y un se humano extraordinario que tiene mucho para dar! Gracias por compartirlo.
Al acabar de leer realmente me senti muy conmovida, es cierto que ser madre es maravilloso pero tambien esta esa otra parte en donde los semtimientos encontrados nos llevan a pensar si nuestros actos y decisiones son los correctos, en nombre del amor que temos por nuestros hijos en ocasiones terminamos dañandolos y unicamente atravez del tiempo nos vmos dando cuenta de lo que significa un hijo en nuestra vida, yo en lo personal unicamente tengo un hijo al cual viviré eternamente agradecida ya que llego a mi vida sin ser planeado ni aceptado pero al cual he respetado y me ha llevado a reconocer en mi ese ser maternal hasta la fecha trato de busar informacion para que mi andar en la vida en compañia de mi hijo siga siendo espero que para el como para mi un camino lleno de amor el más cincero y hermoso. gracias
Un tema muy conmovedor y muy real. Definitivamente a ser padre o madre se aprende sobre la marcha. Lo más hermoso para las que somos madres (o padres) es saber a nuestros hijos felices. Yo también sentí todos esos sentimientos encontrados amar mucho a mis hijas y al mismo tiempo no lograr el entendimiento. Hoy por fin puedo decir que si hay maestros para enseñarnos a ser padres...NUESTROS HIJOS.
Esperanza, si puedes visita mi blog, o escribeme chivispulido@hotmail.com.
Te felicito y te dejo un fuerte abrazo
Felicidades Esperanza:
Tocaste un tema que a todas las que somos madres nos hiere en lo más profundo de nuestro ser.
Muy buena narración y estoy de acuerdo con el Maestro Memo que hasta el momento es uno de los más estremecedores escritos.
Felicidades por esta historia, Esperanza. Valiente, humana y llena de amor. Felicidades por los hijos que te hicieron madre y, siendo principalmente este texto para ellos, te agradezco que lo hayas compartido con nosotras. Nada es sencillo en la vida, pero si nos tomamos el tiempo para reflexionar en lo más importante de ella, tomaremos las mejores decisiones, las que nos corresponden y saldremos victoriosos en cualquier aventura o camino que tengamos que recorrer por difícil que sea o parezca, sobretodo cuando hay amor sano y sincero. Un fuerte abrazo
Esperanza: casi lloro, parecía que me estabas describiendo en mi embarazo y maternidad, que también fue muy triste y doloroso. Yo me hice más la desmayada para que me atendieran, si no, quién sabe si hubiera resistido. Logras conmover con tu redacción, en la brevedad dices mucho, felicidades. Un texto para leer y releer en los 10 de Mayo, que dizque Día de la Madrecitas, que todo amor y ternura, qué paquete tan grande. Saludos. Tengo un sólo hijo, que vale por tres, y sentí que también me lo describías. Hasta luego.
Estoy emocionada leyendo tus lineas, y veo cuanta razon tienes, veo por lo que hemos tenido que pasar la mayoria e las madres. La enseñanza para padres te la da la vida misma....!!!felicidades.....
Comentarios
Esperanza, si puedes visita mi blog, o escribeme chivispulido@hotmail.com.
Te felicito y te dejo un fuerte abrazo
Tocaste un tema que a todas las que somos madres nos hiere en lo más profundo de nuestro ser.
Muy buena narración y estoy de acuerdo con el Maestro Memo que hasta el momento es uno de los más estremecedores escritos.
Me quede sin palabras, me imagino que estar embarazada es algo inigualable a ninguna experiencia. Gracias por compartir tus experiencias.
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