SEXUALIDAD Y DESARROLLO HUMANOIntroducciónLa sexualidad humana constituye parte integrante del desarrollo de la personalidad y se expresa mediante manifestaciones biológicas, psicológicas y sociales que evolucionan en correspondencia con el grupo etáreo (edad) a que pertenece el individuo. La sexualidad se encuentra presente en todo el ciclo vital humano y se caracteriza por ser un fenómeno permanente, sui-géneris y variable que comienza con el nacimiento y termina con la muerte, expresándose diferenciadamente de acuerdo con las distintas etapas del desarrollo del ser humano en cada sociedad, en cada cultura y en cada persona.En nuestra cultura, un factor determinante entre lo sano y lo malsano en comportamiento sexual, lo constituye el hecho de si dicha conducta fue motivada por sentimientos de amor o si sólo fue vehículo para la liberación de ansiedad, hostilidad o culpa. La sexualidad sana busca el placer erótico, en el contexto de la ternura y el afecto; la sexualidad patológica está motivada por las necesidades de confianza o de alivio de fuentes no sexuales de tensión.Excluidos los problemas que atañen exclusivamente a la función reproductora, el trastorno sexual puede definirse como un estado funcional que interfiere en variable grado el ejercicio de la función erótica. De acuerdo con ello, los trastornos sexuales pueden dividirse en dos grandes grupos: las disfunciones y las desviaciones sexuales.Se considera como disfunciones sexuales a la existencia de inhibición de los deseos sexuales o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo completo de respuesta sexual, que comprende el deseo, la excitación, el orgasmo y la resolución.Las desviaciones o parafilias son expresiones anormales de la sexualidad. Estas expresiones varían desde el comportamiento casi normal hasta el comportamiento destructivo o dañino sólo para la persona o para la persona y su pareja, y el comportamiento considerado destructivo o amenazador para la comunidad en general.Según el DSM-IV-TR, las parafilias se caracterizan por impulsos sexuales intensos y recurrentes, fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades o situaciones poco habituales. Estos trastornos producen malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.La característica esencial de la parafilia es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, de impulsos o de comportamiento sexuales que por lo general engloban:1) Objetos no humanos;2) El sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja; o3) Niños u otras personas que no consienten, y que se presentan durante un periodo de al menos 6 meses.El DSM-IV-TR aborda las parafilias con la clasificación de impulsos hacia la pedofilia, el frotteurismo, el voyeurismo, el exhibicionismo y el sadismo sexual clínicamente significativos en los que la persona actúa estas fantasías o cuando estas le provocan malestar profundo o problemas de relación. Las parafilias restantes, como fetichismo travestista, masoquismo sexual o trastorno no especificado, como la zoofilia, cumplen con los criterios de significación clínica solo si causan malestar profundo o afectan el ámbito social, laboral u otros importantes para el funcionamiento, incluso si las pulsiones se expresan en comportamientos.Para algunos individuos, las fantasías o los estímulos de tipo parafilico son obligatorios para obtener excitación y se incluyen invariablemente en la actividad sexual. En otros casos las preferencias de tipo parafilico se presentan sólo episódicamente, como en periodos de estrés, mientras que otras veces el individuo es capaz de funcionar sexualmente sin fantasías ni estímulos de este tipo.Los parafilicos pueden intentar la actuación de sus fantasías en contra de la voluntad de la pareja o de otros, con resultados peligrosos para terceros, como en el sadismo sexual o en la pedofilia. Como consecuencia de lo anterior, el individuo puede ser detenido y encarcelado. Las ofensas sexuales hacia los niños constituyen una proporción significativa de todos los actos sexuales criminales documentados, y los individuos que padecen exhibicionismo, pedofilia y voyeurismo comprenden la mayoría de los procesados por delitos sexuales. En algunas situaciones la representación de fantasías de tipo parafílico puede conducir a autolesiones como en el masoquismo sexual.Estos individuos rara vez acuden espontáneamente a los profesionales de la salud mental. Cuando lo hacen es porque su comportamiento les ha ocasionado problemas con su pareja sexual o con la sociedad.EpidemiologíaLas parafilias raras veces provocan malestar personal y los individuos acuden para recibir tratamiento debido a la presión de sus cónyuges o de las autoridades. Por lo tanto, existen pocos datos sobre la prevalencia o el curso de muchos de estos trastornos. Históricamente, la información acerca de las parafilias en las que existe una víctima se ha obtenido a partir de los estudios con sujetos detenidos por delitos sexuales. Sin embargo, estos datos son limitados, ya que muchos sujetos que cometen delitos sexuales no son detenidos, y los que lo son tienden a omitir información respecto a su conducta desviada. En estudios realizados en sujetos con tendencias pedofilicas que no han sido condenados han demostrado que se cometen un elevado número de actos parafilicos: entre 23.2 y 28.7 actos por individuo (Abel y cols., 1985).La mayoría de los individuos que presentan estos trastornos son hombres. Por ejemplo, el 90% de los casos de abuso sexual, los han cometido hombres. Sin embargo, cabe destacar que un estudio (Risin y Koss, 1988) encontró que el 42.7% de los varones universitarios que habían sido sometidos a abusos sexuales refirieron que habían sido cometidos por mujeres.Entre los casos legalmente documentados de parafilias, la pedofilia es la más frecuente. A los 18 años, entre un 10% y un 20% de los niños han sido víctimas de abuso sexual.Más del 50% de las parafilias comienzan antes de los 18 años. La máxima frecuencia de este comportamiento se observa entre los 15 y los 25 años y, luego, disminuye gradualmente. Estos pacientes suelen presentar con frecuencia tres a cinco parafilias a la vez, o bien se han ido alternando a lo largo de sus vidas.Hoy en día, para algunos sexologos, el concepto correcto es el de EXPRESIONES COMPORTAMENTALES DE LA SEXUALIDAD. Hasta hace algunos años se consideraba las expresiones del comportamiento sexual como “perversiones” de hecho estaban catalogadas como una enfermedad mental dentro del DSM IV. Actualmente y después de investigaciones realizadas por sexólogos, se ha tratado de quitarles la carga negativa al llamarlas “parafilias”, es decir, comportamientos que están a los lados de la línea tradicional del comportamiento sexual. La razón es que se sabe que todos, de una u otra forma y en diferentes niveles, realizamos algún tipo de expresión del comportamiento sexual.

Y dependiendo de la exclusividad de la práctica de la conducta o de la legalidad de la misma, es como puede considerarse o plantearse una intervención... De esta manera, el sexo con animales o la practica de la lluvia dorada ya no serían perversiones o parafilias, sino EXPRESIONES COMPORTAMENTALES DE LA SEXUALIDAD, una forma variada de expresar la sexualidad...
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