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Sera que porque es domingo me da por confesarme.

No se a ustedes pero a mí los días domingo me dejan una sensación rara… el domingo no es “la semana pasada” ni “la que viene”, es solo domingo, a secas.

Definitivamente el domingo es un día especial; es el limbo entre la nada de nuestro pasado y la eternidad de un futuro incierto. En mi opinión, es el único día en que el presente se desliza sin apuros… por eso me gusta.

Me gusta que los domingos puedes mirarte al espejo y ver tu verdadero rostro. Cada domingo tiene un momento especial en que si te detienes frente al espejo verás de frente a la mujer que eres: feliz o ansiosa, confiada o llena de dudas… seas quien seas: el espejo te lo mostrara en domingo… y solo tú podrás verlo.

Solo el espejo de los domingos te muestra tu verdadera cara… si miras el espejo los días de semana verás apenas un pálido esbozo de la mujer que eres. Veras una madre a tiempo completo, una trabajadora a la cual se le agradece dejar su femineidad fuera de la oficina y tal vez después del atardecer veas la cara de una princesa soñando encontrar en esa cita al príncipe azul prometido por los cuentos de Disney…

Solo el domingo te da la oportunidad de mirar al espejo y preguntarte aquello que a veces temes oír: ¿Quién eres? ¿Eres feliz? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Que esperas para cumplirlos?

He aquí mi confesión: fue un domingo frente al espejo que empecé a escribir “Mujeres para parir MUJERES”. Fue ante esas preguntas que surgió “Mujeres para parir MUJERES”.

  ¿Quien eres? ¿Eres feliz? ¿Cuales son tus sueños? ¿Que esperas para cumplirlos? ¿Donde quieres estar en 10 años?

Mi primera reacción ante las preguntas fue buscar en la espiritualidad, en lo etéreo una respuesta a esos misterios. Pero los Dioses Hombres no hablaban mucho de mujeres, y lo poco que escuche poco tenia que ver con mis deseos de saber porque y para que había nacido mujer…

Pensé en casarme, en tener hijos (casi todas hacen eso a cierta edad o no?) pero aunque amo a un Hombre no era llevar su apellido lo que le daría sentido a mi vida… no nací solo para eso (¿o si?)…

No estaban afuera las respuestas a mis preguntas, ni Dioses ni Hombres podrían responderlas… tuve que asumirlo y dejar de culpar a Dioses y a Hombres por mi buen o mal destino. Ellos, Dioses y Hombres no eran responsables de mi bienestar; aportarían lo suyo sí, pero solo yo tenia el deber de encontrar las respuestas que buscaba.

  ¿Quien eres? ¿Eres feliz? ¿Cuales son tus sueños?... las preguntas volvían una y otra vez sin poder responderlas con verdadera convicción.

Dicen que no se nace mujer, que se llega a serlo… ok, pero ¿Cómo?

Nadie dice nada al respecto… será porque la pregunta en cuestión no es ¿como llegar a ser mujer? sino ¿como llegar a ser la mujer que cada una quiere ser?…

Eso lo aprendí escribiendo “Mujeres para parir MUJERES”.

Hoy ya no se trata de definir un concepto de lo que soy o no soy, ya no se trata de intentar ser perfecta para todos los que me rodean, ya no se trata  de encontrar a un príncipe azul que me convierta en mujer haciéndome madre de sus hijos, ya no se trata de que en el trabajo me consideren tan eficiente como un hombre…

Después de escribir “Mujeres…” puedo decir que aprendí mucho de quien soy y aprendí mucho mas acerca de quien quiero ser.

Porque al escribir “Mujeres…” descubrí que no soy un ser estático, inmutable; descubrí que soy variable, cíclica y tan multifacética como jamás podrá serlo un hombre.

Descubrí que parir un niño es parte de ser mujer, sí, pero que mi interior guarda mucho más que el origen de la vida humana. Aprendí que también puedo parir sueños, ideas, obras… y eso también me hace mujer, o mejor aun: eso me hace convertirme en la mujer que quiero ser.

Y aun mejor, escribiendo “Mujeres…” aprendí que todo lo necesario para gestar y parir se encuentra dentro mio… no importa si son bebes, sueños u obras; la sensibilidad, la fuerza de voluntad, la intuición, la inteligencia, el valor y el poder hacerlo están dentro mio.

Por eso me gustan los domingos…

Por eso escribí “Mujeres…”  

Por eso ya no le temo a las preguntas del espejo…

Aun queda tiempo… ¿te atreves a mirar tu espejo este domingo?

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Ya no hay modelo masculino que someta a la mujer, ni condicionantes que nos limiten a ningún entorno.

Es hora de salir a la superficie y superar ese Modelo de Mujer que nos imponen. Nadar contra la corriente de los miedos y la autocompasión para llegar a ese punto de inflexión en la mente y el corazón femenino. Se debe llegar a ese punto para poder decidir cual es nuestro Destino:

Si es el de criar niños, lo haremos con conciencia de nuestra misión; formando seres que enriquezcan el Planeta y la Raza.

Si queremos ser esposas y amas de casa lo haremos conscientes de nuestra elección, siendo fieles al camino elegido. 

Si el objetivo es conquistar el mundo; será cuestión de tiempo para que un nombre de MUJER se escriba en la piedra perpetuando el legado con el que se ha conquistado, no solo el mundo actual, sino la Historia de la Humanidad.

Fragmento del libro "Mujeres para parir MUJERES"

Capitulo I  "Cuestiones de Genero", La Mujer Perfecta.

Emma Van Weiden 

Mujeres para parir MUJERES 

Junio 2, de 2013

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