Si la inercia de los tiempos modernos nos arrastra en una ola de prontitud y velocidad donde damos nuestra atención al futuro, a como será cuando tenga o llegue tal cosa, que es lo que pasará cuando vea a tal persona, etc. Y adicionalmente nuestra mente nos lleva constantemente a recordar situaciones que ya han quedado en el pasado, por añoranza o dolor.
¿Como entonces lograr estar presente?
Es cuestión de práctica. De reeducar a nuestra mente y dirigirla a observar nuestra vida a cada momento. Se puede equiparar a la mente con un caballo, al que hay que adiestrar para que vaya en la dirección que nosotros queramos y no que no conduzca por donde él quiere. Nosotros somos el jinete que lleva las riendas del caballo y le indicamos cual es el camino por que hay que ir.
Un ejercicio muy sencillo es realizar una actividad cotidiana y registrarla paso a paso en nuestra mente: Pongamos por actividad el comer. Al sentarnos a la mesa, comenzar a registrar, a observar como es que estoy sentado, que hay en la mesa. Cuando tengo el plato de comida enfrente mío observar la comida, cual es su color, su olor. Al tomar los cubiertos sentir su textura en las manos, observar como los utilizo, como llevo los alimentos a la boca. Y al degustarlos ¿que sabor tiene cada alimento? ¿los ingiero de manera rápida o lenta? etc.
Seguramente mientras estamos en este ejercicio nuestra mente “salga del camino” y comience a hilar pensamientos y nos lleve fuera del presente: Puede pasar que al ver que comeré pollo asado, eso me recuerde mi hermana (primer pensamiento que sale del presente)… la cual se la pasa haciendo dietas (siguiente pensamiento que me aleja más del presente) igual que el resto de sus amigas,( estoy focalizando mi energía hacia otro lugar) una de las cuales hace mucho que no veo, creo que se divorcio hace tiempo… claro! Con ese genio que tenia quien querría estar a su lado? (obviamente, he perdido todo contacto con mi presente, que era el plato con comida, y ahora estoy inmerso en un dialogo interno que me interna en el pasado). Cuando caigamos en la cuenta de que me he desviado de mi presente, el acto de comer, solo regresa tu atención al miso. No te juzgues, no te recrimines, pues eso solo te aleja más del aquí y ahora. ¡¡Y sigue practicando!!
Pd: Claro, también puedes cambiar la actividad, tal vez te gustaria escoger el bañarte, lavar los platos, o cualquier otra actividad cotidiana .
Gracias por el tiempo que dedicaste a estas líneas.
RoxSan
Comentarios