5.15 ¿Tú también, Tina?

+5.14.- CALIFICACIONES DE MAYO.+ Francoise de la Roué: Cuarto capítulo de la Güera Pistolera+WordPress: http://es.wordpress.com/tag/nuevas-escritoras-mexicanas/Una de las autoras más leídas de AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO, Fracoise de la Roué (Cuyo seudónimo puede traducirse como Pancho de la Calle), andaba desaparecida. Regresó para la cuarta entrega de su impactante saga sobre Rebeca o Angela, la Güera Pistolera de Jalisco y su atormentada vida de crímenes, prostitución , travestís, secuestro y pasiones, muchas pasiones. Este capítulo corresponde al cuarto ejercicio CADENAS DE MI PASADO. El texto es muy extenso pero cada renglón te atrapará.Los tres anteriores son:1.3.- ANDALE CHILO: http://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/escritoras-13-andale-chilo3.2.- REBECA EN FUGA: http://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/escritoras-32-rebeca-en-fugay,4.1 LA LIBERTAD :http://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/escritoras-41-la-libertad¿TÚ TAMBIÉN, TINA?Francoise de la RouéDurante el camino al aeropuerto, Tina sentía que el corazón se le saldría del pecho. El volver a ver a Rebeca, escuchar su voz después de tantos meses de ausencia la llenó de alegría. Ni siquiera se tomó el tiempo para cambiarse de ropa, y así, enfundada en unos jeans y una playera azul, tomó las llaves de su Chevy y se enfiló hacia Guadalajara. Durante todo este tiempo, no supo nada de ella, sencillamente los saludos que le mandaba en los depósitos referenciados, que nunca eran del mismo sitio. A veces pensaba que algo le había sucedido, y en otras ocasiones sospechaba que seguramente le estaba yendo demasiado bien, dadas las cantidades que giraba. Tenían tanto de qué platicar.Tina había conocido a Rebeca hacía más de 10 años, en las afueras de un bar. La habían golpeado violentamente durante un asalto, no podía siquiera tenerse en pie, y Rebeca, en un arrebato de humanidad, dejó a su cliente de esa noche, abordó un taxi y llevó a Tina a recibir atención médica. Tina acababa de llegar procedente de Ciudad Juárez, le dijo que vivía desde hacia poco menos de una semana en un hotel barato, pero con lo sucedido, por el momento sería muy difícil seguirlo costeando. Rebeca entonces sugirió que se mudara por unos días a su departamento, ahí cuidó de ella, quien en agradecimiento por lo que la mujer estaba haciendo, mantenía la vivienda impecablemente limpia. Cuando Tina estuvo en condiciones de irse, Rebeca no se lo permitió. Y entonces acordaron quedarse a vivir juntas, lo cual representaba algunas ventajas para ambas partes. Desde el primer momento, Rebeca había sido para ella como una amorosa hermana mayor. En alguna ocasión, Rebeca se había sincerado con Tina, al calor de las copas y mientras estaban solas en su departamento. Ahí le contó su secreto. Y Tina no podía entender porque su mejor amiga se empeñaba en seguir con ese camino, por qué no buscaba una nueva oportunidad.Tina salió de sus cavilaciones cuando estuvo frente a la entrada principal del aeropuerto. Ahí, Rebeca la estaba esperando. Casi no fue capaz de reconocerla. Su cabello era un poco mas corto y ya no platinado, sino de tono cenizo. Vestía un traje sastre blanco, con un elegante abrigo de lana largo. En sus manos solo había un neceser y un maletero caminaba tras ella. Parecía una gran dama. Tina corrió a su encuentro y la abrazó efusivamente.--Rebe… Manita… tanto gusto de verte de nuevo… mira, que hermosa estás.--Tina… hermana, te extrañé tanto.--Deja voy por el coche, vamos a la casa… Rebe… te quiero muchísimo.--No, antes de ir a La Barca, creo que debemos platicar. Te invito a comer, vámonos a un buen restaurante…--Ay, manita ¿así como vengo? Ja, ni sueñes que me dejan pasar. Pero te tomo la palabra. Vamos a comer y a ponernos al día.A la orilla de la carretera Guadalajara-Chapala, abundan los restaurantes de todas clases. Fue dentro de uno de ellos, famoso en toda la región por su ambiente típico mexicano, que Tina y Rebeca platicaron esa tarde.--Cuando te fuiste, mucha gente preguntó por ti. Todos creyeron que te habían desaparecido como a aquellos dos. Yo ni decía que si, ni decía que no… a algunas de las de confianza, les dije lo que quedamos, que habías ido a cuidar a tu mamá, y te mandé de viaje a Reynosa. Un día, como a los dos meses, llegó un cliente al Bar preguntando por ti. La Mitzy me lo dijo, bajita la mano, y me fui a sentar con él. Ahí estuvimos platicando. Se trataba de Carlos, el esposo de tu hija. Yo quise sacarle la sopa, pero no soltó prenda para nada… lo único que hizo fue dejarme un número de teléfono para que te lo entregara, y me pidió que te dijera que Andrea quería verte lo mas pronto posible. Yo me hice la muerta, pero no supe cómo justificar que te hubieras ido… además, era la primera vez que lo veía ¿Qué tal si me estaba choreando, y en realidad no tenia que ver nada con tu hija o contigo?... pero bueno, no me iba a quedar con la duda y después hice una llamada a ese número, diciendo que llamaba del banco para ofrecer una tarjeta de crédito. Pregunté por ella, y la señora que me contestó me dijo que si vivía ahí, pero que de momento no podía atenderme. Así me aseguré que en realidad se trataba de tu familia. Quise hablar contigo, para decirte lo que estaba pasando, pero pues nunca dejaste un teléfono o un lugar a donde pudiera comunicarme. Aunque aquí entre nos, creo que fue lo mejor, porque la policía fue a buscarte a la casa dos o tres veces… me interrogaron y me amenazaron de que me iban a meter a la cárcel si yo no les daba información para su investigación. A ellos también les dije lo de tu mamá enferma. Pero insistieron hasta que se cansaron, y no regresaron a molestar. Pero ahora sigues tu manita… dime, ¿Cómo te fue?--Ay, Tina… yo parece ser que nací con el Santo volteado. Me fui al DF, ahí conocí a un señor, era comerciante, viudo y tenía muchísimo dinero.--Eso se nota, belleza… si pareces artista de televisión. Pero ¿Qué, te puso casa? ¿Por qué te regresaste?--Pues, comenzamos a andar… me puso departamento, me compró coche y demás. Yo creí que ya la había hecho, porque aparte era muy buena gente, me trataba como a una reina. Pero lo asesinaron por asaltarlo, a mi me secuestraron… por poco me matan, dure varios días en el hospital. El hijo de Isaac… así se llamaba, me dijo que podía quedarme, pero yo no quise, mejor me vine para acá… quería regresar, pero si las cosas están así, creo que todavía es peligroso.Algo andaba mal, Tina la conocía lo suficiente como para notarlo en sus palabras. Tomó el vaso de cerveza que descansaba al lado derecho de su plato, le dio un sorbo y decidió encarar a Rebeca, para descubrir el trasfondo de su huída de una vez por todas.--Rebe… dime la verdad ¿tú sabes algo de lo que les pasó a Chilo y Beto? Es que si es así… mejor regrésate… La Barca es chico y no tardarán en darse cuenta de que volviste.-- ¿Tu también, Tina?Perdóname, mana… pero todo es tan raro, que ya no sabe una ni que pensar. Por lo pronto hay que ver qué vas a hacer, a dónde te vas a ir. Yo creo que… aprovéchate, es el momento… ¿porque no buscas a tus hijas y sientas cabeza de una buena vez? Ya pasaron muchos años, a lo mejor te perdonan y…--¿Otra vez vas a empezar con lo mismo? No, Tina, no… yo no tengo familia, ¿Me voy a aparecer y que les voy a decir? “Andrea, tu marido me anduvo buscando, me dio el teléfono de tu casa y decidí venir a instalarme”. Tina, eso ni lo quiero, ni lo voy a hacer nunca. Tomé una decisión, y no hay vuelta para atrás.--Es que tu no estas hecha para esta vida, Rebe… fue un error el que cometiste. Ya quítate de esto. Además, yo creo que todos piensan que tienes algo que ver con aquello. Te van a matar.--Entonces, sencillamente no regreso a La Barca y ya… no sé… me puedo ir a cualquier otro lado. Pero por favor, Tina… tu no…La plática siguió durante horas, cuando ya había anochecido, abordaron su automóvil, y comenzaron el camino hacia la ciudad de Guadalajara. Tina y Rebeca buscaron hospedaje en un hotel cercano al periférico, y una vez instaladas, trataron de recuperar el tiempo perdido. Fue ahí donde surgieron los nuevos planes. Durante el tiempo en que Rebeca estuvo al lado de Isaac, pudo meditar acerca del rumbo de su vida. Ahora creía en la verdad de lo que Tina le había repetido hasta el cansancio, ella no estaba hecha para eso. Un año después le resultaba tremendamente difícil volver a la prostitución y los excesos que había experimentado anteriormente. Además, resultaba poco menos que imposible reinstalarse en la misma ciudad. Tenía que empezar de ceros. Se lo debía a si misma y también a Tina, quien fantaseaba con convertirse en la flamante dueña de una boutique. Era la oportunidad que su compañera esperaba, y tal vez la que ella misma se había negado a darse.--Tina, tengo una propuesta que hacerte, pero quiero que tu respuesta sea determinante, en este mismo momento… un si o un no, sin titubeos.--Cada vez que me dices eso… se me congela la sangre. Pero a ver, manita, desembucha.--Tengo algo de dinero en efectivo, algunas joyas, y el abogado de Isaac quedó en depositarme el dinero de la venta del coche que dejé en México. Se trata de una cantidad más o menos fuerte… quiero proponerte algo: vámonos juntas a Juárez, con tu hermana. Ahí podemos encontrar un local en donde poner la tienda de ropa de la que tanto me hablabas, y en lo que el negocio comienza a dejar, pues podemos sobrevivir con lo que resta.--Dime que es en serio… mira, yo procuraba no tomar dinero de lo que tú me mandabas, por si llegabas a necesitarlo. Tengo más de 50,000 en la caja de ahorros, aparte de mis reservas y lo que tu tienes… claro que podemos irnos. Aunque todavía hay algo de lo que no te he platicado. Ando saliendo con alguien, se llama Salvador. Llevamos ya casi dos meses. El problema es que el tipo es casado, y no creo que vaya a dejar a su mujer. No sé porqué hay hombres así, que se la dan de muy machos, cuando en realidad les gustan los que son como yo. Aquí no vamos a pasar de ser dos pirujas. En otra parte podemos empezar, hacer una vida nueva y olvidarnos de todo esto. Manita, estoy contigo… tu dime cuando y nos vamos…--Nada mas necesito un favor… no quiero que le digas nada a nadie. Tienes que regresar al pueblo, a recoger tu ropa y a sacar el dinero de la caja. Aún si nos quedáramos en Guadalajara, es muy arriesgado. Creo que lo mejor es poner tierra de por medio lo mas pronto posible. ¿Qué vas a hacer con tu chavo?--Nada, Rebe… simplemente, me voy y ya… eso no iba a pasar nunca de acostones. ¿Pero qué vamos a hacer con las cosas de la casa? Estaba pensando en regalárselas a Wendy y Tabatha, ya ves que esas jotas son a todo dar, y lo fregadas que están.--Pues dáselas, por mi no hay problema. En cuanto amanezca, vete al pueblo… haz todo lo mas rápido posible y en la noche te espero aquí. Yo arreglo todo lo del viaje. A más tardar pasado mañana estamos en Ciudad Juárez.En el DF alguien pensaba repetidamente en Rebeca. El comandante Lobo, que no cesaba de sentir que esa mujercita le había visto la cara. Una a una, repaso mentalmente las respuestas de Rebeca durante el interrogatorio. Su frialdad, su seguridad al contestar, parecían infranqueables. Abrió la carpeta que contenía las copias de los documentos de la mujer. Miró la fotografía, y entonces reparó en un detalle, que anteriormente le había pasado desapercibido: el domicilio de la identificación no correspondía a la ciudad de Guadalajara, donde ella manifestaba vivir anteriormente, sino a La Barca… era un detalle simple, pero quizás sería la punta de la madeja que desenmarañara el asunto. Verificó la fecha de expedición de la credencial, era de apenas hacia dos años. Así que supuso entonces el alias que utilizaba, no era la única mentira de la mujer.Se dirigió a la oficina de Roberto Vázquez, su superior, quien se encontraba medio adormilado en la silla detrás de su escritorio, y le dijo:--Vázquez, mira lo que acabo de encontrar… ésta es la credencial de la vieja que secuestraron el día que mataron al prestamista.--¿Y que con eso? No me vengas con pendejadas, qué ¿quieres que averigüe si aparte de cambiarse el nombre, también se quitó la edad, o qué?--No friegues… mira, en la declaración, ella dijo que vivía anteriormente en Guadalajara, pero si checas, el domicilio que esta aquí es de La Barca… es un pueblo, que queda como a dos horas de ahí… esta pinche vieja algo esconde, a lo mejor sí tuvo que ver en todo ese desmadre. El caso de Levinson tuvo muchísima publicidad, los periodicazos nos llovieron porque en lugar de detenidos, tuvimos cadáveres, y no pudimos aclarar totalmente el móvil. A lo mejor esta es la oportunidad de esclarecer el asunto de veras, podemos callar a los pinches reporteros, que son como una piedra en el zapato.--¿Y qué es lo que pretendes, Vargas?--Quiero que me dejes ir a averiguar allá, a ver qué puedo encontrar…--¿Sabes el pedote en que podemos meternos? Esa no es nuestra jurisdicción, si tenemos algo, sabes que se debe dar parte al cuerpo del Estado… Mira, pinche Lobo, eres el mejor elemento con el que cuento, me he jugado el pellejo por tí mas de una vez, pero que me pidas esto, de plano no tiene madre. ¿Por qué no mejor solicitas el expediente?, si hay algo, ahí va a estar.Lobo decidió tomarle la palabra a su jefe, y solicitar cualquier antecedente a nombre de Ángela Catalina Sánchez del Valle o de Rebeca Hernández. Sabía que si encontraba algo, por pequeño que fuera, podría obligar a Vázquez a darle la autorización de ir personalmente. Vía e mail, mando la fotografía de la mujer y la solicitud de información a la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco, pero además también solicitó información a la Policía Municipal de La Barca. Una simple falta administrativa podía ser una importante pista. Igualmente, contactó de nuevo a Joshua Levinson, quien le comunicó que después de salir del hospital, Rebeca se había ido del DF, al parecer con rumbo a Guadalajara, cosa que pudo corroborar en las listas de pasajeros de los vuelos que salieron ese día.Muy temprano, Tina tomó su vehiculo y regresó a La Barca, con el fin de finiquitar lo que Rebeca y ella habían hablado la noche anterior. Al llegar a su casa, le extraño ver la luz de la salita encendida a través de la ventana. Quizás su amante había olvidado algo, y pasaba a recogerlo, pero ¿A esa hora? Con un poco de temor, insertó y giró la llave en la chapa, y al abrir la puerta, pudo ver la figura de un hombre moreno, de bigote, que se encontraba sentado en el silloncito justo frente a la puerta. Tina suspiró aliviada.--Ay Chava, ¡qué susto me diste!--¿Por qué? ¿Cómo traerás la conciencia? Pasaba por aquí y decidí llegar a saludarte mi alma. Te estuve esperando toda la noche, ¿Dónde demonios te habías metido?--Me encanta cuando estás celoso – le dijo, mientras, mimosa, lo tomaba por el cuello.--No te salgas por la tangente… a ver… explícame con quien estuviste toda la noche.--Mira, tengo una amiguita, estuvo de viaje algún tiempo y ayer regresó… nos fuimos a comer y a ponernos al día--¿Cómo se llama? ¿Por qué no se vino para acá contigo?- le increpó el hombre, mientras la sujetaba del brazo violentamente.--Ay…No la conoces, ¿Para qué quieres saber? No se vino aquí a La Barca, porque sólo se va a quedar hoy y tiene que hacer unas compras en Guadalajara, de ahí se regresa de nuevo a su casa.--Dime quién es… ¡o te juro que no vuelves a verme!--Ay Chava… ¡Cómo eres!… Mira mi amor, yo jamás te jugaría chueco… debes confiar en mí. Ya ves, ni siquiera trabajo desde que comenzamos. Sin embargo, tú me dices que me amas y me amas y aun así sigues con tu mujer. Y yo de eso no digo ni una sola palabra. Nunca me has ayudado con dinero, pero si te ponías muy digno cada que yo hablaba de volver a trabajar ¿Te has preguntado con qué dinero salí adelante este tiempo? ¡Pues con el que Rebe me mandaba! es muy fácil ponerse enfrente y decir no se qué sarta de tonterías, pero si es verdad que me quieres tanto como dices, y que te preocupa que yo pueda andar con otra persona ¿Por qué no de una vez dejamos de escondernos? Yo soy lo que soy, y eso no va a cambiar por mucho que andemos a escondidas… deja a tu mujer, y vámonos a vivir juntos de una vez por todas ¿o te importa mucho el qué dirán? Porque cuando estamos en la cama, no parece… ya me cansé, y por muy joto que sea, soy una persona que vale y que merece que lo amen.--Déjate de tus papelitos telenovelescos… ya sabía que eso tarde o temprano me lo ibas a echar en cara. ¿Pero sabes qué? Conmigo no vas a jugar, si de veras estabas con esa tal Rebe, tráela aquí… quiero conocerla… tu dices que dejemos de escondernos, verdad, pues deja tu de andar con misterios estúpidos.Tina se quedó muda cuando cayó en cuenta de que la había mencionado, pero no le dio mucha importancia al asunto. Se secó las lágrimas que le corrían por su rostro moreno, y en su interior le dio fin a la relación que de cualquier manera terminaba a partir de ese día. Prometió traerla para que el pudiera verla con sus propios ojos, pero lógicamente esto era mentira.Al salir de la casa de Tina, Salvador se encontraba más que satisfecho con lo obtenido. Caminó silenciosamente por la calle que estaba totalmente vacía, tomó su teléfono e hizo una llamada, en la cual le pedía a su interlocutor poder verse personalmente. Minutos más tarde, un Sentra azul lo recogía a las afueras de una farmacia de 24 horas. Todo había sido una trampa muy elaborada, en la que había caído sin siquiera imaginarlo.--Quihubo César… ¿Cómo estas?--Déjate de mamadas y vamos al grano… no me sacaste de la cama a estas horas para darme los buenos días, hijo de la chingada.--Ya tengo lo que pedías… pero antes de soltar prenda quiero mi dinero. Digo, no es que desconfíe de ti, pero me gustan las cuentas claras.César Vega era hermano de Isidro, al igual que él era un delincuente reconocido en la región, pero su “campo” era el tráfico de drogas. Tras la muerte de su hermano, había dedicado su tiempo a buscar a los culpables de ésta. Buscó por cielo y tierra a Norberto, el cómplice de siempre de Chilo, y cuando también lo habían encontrado ejecutado, supo que debía de ser un tercero que estuviera cerca de los dos. El y su gente habían deambulado durante semanas por los bares, en busca de Rebeca. Un contacto dentro de la policía estatal les había hecho saber que las investigaciones de la policía apuntaban a que ella era o se hacia pasar por la sirvienta de su hermano, y cuando parecía que a la mujer se la hubiera tragado la tierra, un mesero les dio santo y seña de la vida de la mujer. Fue así como habían localizado a Tina y por añadidura a Salvador, su pareja, quien tenía fama de vividor, pues Tina no era el primer homosexual con el que se había relacionado, siempre con el fin de sacarles todo cuanto pudiera. Con el, César llegó a un acuerdo, Salvador le sacaría la información a Tina acerca del paradero de Rebeca, a cambio de una muy buena cantidad de dinero. César Vega iba preparado. Abrió la guantera del coche, que contenía dos fajos de billetes.--Ahí tienes la mitad de lo que quedamos. Ahora abre el hocico, en cuanto me des los datos, te entrego la otra mitad del dinero.--Pues nada- dijo Carlos, mientras fumaba su cigarro- la tal Rebeca regreso hoy. Claro que no fue pendeja y no se paró en el pueblo, sino que esta hospedada en un hotel de Guadalajara.--¿Eso es todo? Dame el nombre del pinche hotel.La Tina no me lo dijo… pero ella sí sabe donde esta… además, quedamos que a mas tardar pasado mañana la traería aquí, claro que ella no sabe para qué la quiero en este pueblo, así que no te desesperes.--¿Y tu crees que ese pinche puto va a traerla nomás porque tú se lo pediste? No seas pendejo… bájate, imbécil…--Hey, hey, hey… ¿y dónde está mi resto?--Dale gracias a Dios que me agarraste de buenas. Lárgate y no pidas restos, que de mi gusto, te quitaba hasta lo que ya te di.Los ojos cafés de César estaban inyectados de sangre, por la furia. Como perro rabioso condujo hasta su casa donde ya lo esperaba uno de sus secuaces.--¿Qué pasa, César? ¿para qué te quería ese padrote?--Para decirme que la tal Rebeca regresó hoy, pero esta en Guadalajara. Eso es todo.--¿Entonces la pinche vieja no anda aquí en el pueblo?--No… pero ya no podemos atenernos a ese pendejo… creo que vamos a dar con ella mas fácil, y sin intermediarios. Desde hoy, me vigilas al puto ese, día y noche… y en cuanto sepas donde está la vieja, la levantas y la traes aquí. Esa maldita sabe que fue lo que pasó con Chilo, y tenga o no que ver, me la voy a llevar entre las patas.Así se hizo… minutos después un automóvil blanco estaba estacionado afuera de la pensión donde Tina dejaba su coche y un tipo estaba sentado leyendo una revista a unos pasos de su casa. Ella había empezado a empacar en cuanto Salvador se había ido, únicamente se llevaría lo más indispensable. Salió de la casa y se dirigió por su automóvil, seguida a unos cuantos metros por la gente de César. Sin darse cuenta, llegó a casa de Wendy, y permaneció por unos minutos dentro, mientras les entregaba una llave para que fueran personalmente al siguiente día a recoger las cosas que había decidido regalarles. Eso le ahorraría tiempo. De su auto bajó un par de maletas con ropa “adecuada para el trabajo” que también les obsequiaba. Eso prendió los focos rojos para sus cazadores.--César… el joto algo se trae entre manos. No ha salido del pueblo, pero está sacando cosas de su casa. A mi se me hace que piensa pelarse junto con la otra.--Pues ustedes ya saben qué hacer, entonces.Mientras tanto el aferrado comandante Lobo ya comenzaba a recibir antecedentes que le servirían como fundamento para iniciar una investigación seria. Con los informes en la mano, se dirigió a la oficina de Vázquez, quien se encontraba releyendo unos cuantos reportes.--Jefe… ¿Qué le dije? Ya me llegaron los datos de la novia del prestamista. Ahí le va… en efecto radicaba hasta hace unos meses en La Barca, y el alias con el que se le presentó a Levinson, pues era el nombre con el que la conocían en el oficio. Ahí se dedicaba a la prostitución. La detuvieron varias veces en las redadas, en una de ellas por posesión de drogas, pero logro zafarse.--¿Y eso qué?... pinche Lobo no me hagas perder mi tiempo que estoy muy ocupado.--A ver, Vázquez… tú la conociste. La vieja esa tenia pinta de todo menos de puta.--El dinero hace milagros, ja ja.--Déjeme terminar… hay otra cosa. La Procuraduría del Estado le tiene girada una orden de presentación, como Rebeca N… ya mero iban a dar con ella. Al parecer ella era amante de un tipo que se dedicaba al secuestro, el fulano apareció ejecutado el año pasado, y unos testigos declararon que el día de la desaparición del fulano, la vieron con él. Ese crimen se relaciona con otro, de un tal Isidro Vega, que era el socio de su querido. Jefe, a todas luces la vieja trae cola… ni como negarlo. Ahora estoy más que seguro de que también tiene que ver con lo de Levinson.--Pues viendo de esa manera… mándale los datos que tenemos nosotros a la Procuraduría. Diles que sabemos que se encuentra en Guadalajara. Y que se rasquen con sus uñas…--Vázquez… esta investigación es mía… es mi oportunidad de aclarar el asesinato de Levinson, con eso tú sabes la cantidad de mierda que nos cayó encima.--Ya hablamos de eso, Vargas… ya hablamos de eso.--Te tengo una propuesta… déjame ir a averiguar allá. De modo no oficial, sin que te embarres. Dame 15 días, si encuentro algo, te lo hago saber y entonces hacemos lo que tú me digas, ni más ni menos. Si no… te juro que no te vuelvo a mencionar nada del asunto.Vázquez confiaba ciegamente en el comandante Lobo, pero la petición de su subalterno lo pondría en una delicada posición que incluso pudiera costarle el puesto. No iba a ceder fácilmente, sin embargo, lo propuesto también podía ser una oportunidad para limpiar la imagen de su cuerpo policial. Divagó un par de minutos, y encontró lo que parecía ser una solución que dejaría conforme al tozudo Lobo.--Mira Vargas… esto es muy irregular. Voy a hacer una excepción contigo…síguela, averigua lo que puedas, pero, sabes que resulte o no resulte ser una delincuente, no puedes detenerla. Te voy a manejar esto como un permiso temporal con goce de sueldo, digo… no creo que encima de todo, desees quedarte sin dinero.A muchos kilómetros de distancia, Tina llegó a su casa apresurada. Ya tenía con sigo el dinero con el que ambas se irían. Se dirigió a su recámara y miro hacia el reloj de pared que marcaba las 6:15 de la tarde. Tenía tiempo para tomar un baño y llegar a Guadalajara antes de que anocheciera. Comenzó a desmaquillarse cuidadosamente frente al espejo. Mientras lo hacía observó su reflejo por unos segundos. Las facciones de su rostro no denotaban mucho su sexo biológico. Era moreno, de ojos grandes y pestañas largas. Su ceja negra estaba perfectamente delineada. Tenía 25 años, pero a pesar de todo, parecía mucho menor. Soltó su cabello y se desvistió para meterse a la ducha. Su delgadísimo cuerpo masculino no había sufrido alteración alguna, las formas de mujer las lograba por medio de los postizos bajo la ropa interior. El agua estaba excesivamente fría, pero ya no había tiempo de encender el calentador. Acababa de situarse bajo la regadera cuando escuchó girar el cerrojo de la puerta. Tomó una toalla y salió a verificar quien era el incómodo visitante que llegaba a esa hora con tanta familiaridad. Su sangre pareció congelarse cuando estuvo frente a tres tipos desconocidos, quienes lo miraban de una manera atroz.--¿Qué hacen en mi casa? ¿Quiénes son ustedes?--Hola, florecita… venimos a platicar contigo. Fíjate que un pajarito nos contó que tu sabes dónde está Rebeca… haz memoria, era la piruja que vivía aquí contigo. Y sabes, ocupamos encontrarla para darle un recadito.--Yo no sé de qué están hablando, váyanse de aquí…- les respondió Tina con la voz entrecortada, temblando de miedo y de frío.--Mira, la nenita no sabe… a ver si con esto te acuerdas.Los puños del tipo se hundieron una y otra vez contra su abdomen, al segundo golpe asestado cayó al suelo semi inconciente. Ahí fue abatida a patadas, y amenazada una y otra vez sobre lo que podía pasarle si se negaba a hablar. Sin embargo ni la artera golpiza fue capaz de hacerlo traicionar a Rebeca, a quien según sus propias palabras, le debía la vida. De repente dejó de moverse, y solo sangraba profusamente del lado izquierdo de su cabeza.--Se me hace que ya le dimos en la madre… pinche joto, no aguantó nada.--El pedo es que no logramos sacarle nada.--No te preocupes, si esa perra anda por aquí cerca, a güevo va a venir al funeral, ja ja ja.--Aquí esta su pinche celular… llévatelo, de seguro la vieja va a marcarle y así podemos encontrarla.--Mira nada más esta sorpresita… se me hace que nos sacamos la lotería… es una tarjetita de un hotel.Cuando se habían despedido en Guadalajara, Tina solicitó una tarjeta con los datos del hotel, todo con el fin de tener el número telefónico a la mano, por si requería localizar a la Güera. Y ahora estaba en manos de sus perseguidores. Afortunadamente, el dinero que había retirado estaba seguro, puesto que lo había guardado previamente en la maleta que pretendía llevarse, y que aún descansaba sobre la cama del dormitorio.Los tipos salieron calmadamente de la finca sin cerrar la puerta de acceso. Minutos después Tina recobraba el sentido, pero estaba tan lastimada que no pudo levantarse. Con las escasas fuerzas que le quedaban, logró arrastrase desnuda por el suelo y llegar a la pequeña salita, desde donde su voz alertó a los transeúntes. Una asustada vecina la sostenía en la banqueta, cubierta únicamente por una sábana con rastros de sangre y trataba de contener la hemorragia de su cabeza oprimiendo un trapo contra la herida cuando la ambulancia llegó para auxiliarla.“Vayan por ella” fueron las palabras que César Vega dirigió a su lugarteniente cuando este le hizo saber lo sucedido. Empuñó su mano y no pudo reprimir el impulso de “polvearse la nariz”. Con su dedo meñique extrajo un poco de polvo blanco que contenía una pequeña cajita de plata que sacó de su bolsillo. Lo aspiró con fuerza y lamió los rastros que quedaron impregnados. César era nayarita, robusto y de baja estatura. No rebasaba los 15 años cuando tuvo su primer contacto con el mundo del narcotráfico en su natal Acaponeta. Se ganó la confianza de los líderes por su desempeño como “mula”, oficio en el que solo tuvo una mala tarde que lo llevó al penal de Puente Grande. Sin embargo el joven, de entonces 20 años, solía encontrar la manera de sacar partido a sus circunstancias. En el penal hizo lazos con otros delincuentes, quienes lo ayudaron a salir, y a establecerse nuevamente para seguir con sus actividades. Isidro era su único hermano, la venganza era entonces para César una cuestión de honor.Eran las 7:43 de la tarde cuando el teléfono de la habitación de Rebeca sonó repetidamente. No podía ser nadie más que Tina quien llamara. Levanto la bocina y escuchó a la recepcionista:--Tiene una llamada, para aceptarla marque 2.--Gracias- respondió Rebeca mientras oprimía con el índice izquierdo la tecla indicada - ¿Bueno? ¿Tina?--Manita… no puedo hablar mucho… salte del hotel… vinie… ron a bus…carte. Me golpearon… estoy en el hospital… Rebeca… vete… van por ti…Eso fue lo último que escucho antes de que la llamada se cortara. Dejó caer la bocina. Nerviosamente tomó su bolso y su maleta, la cual había tenido el cuidado de no deshacer. Salió presurosa y sin más, dejo un par de billetes sobre el mostrador de la recepcionista, quien la miró desconcertada. Para su fortuna, un taxi que había llevado a un par de enamorados a pasar una buena tarde iba de salida por el estacionamiento. Sin que siquiera alcanzara a parar totalmente, abrió la puerta y lo abordó.--¿Viene de emergencia?- le inquirió el taxista con un dejo de sorpresa en su rostro--S-si… vámonos, rápido por favor…--Claro señorita, pero necesito saber a donde voy a llevarla.Rebeca dudó unos instantes. Pero no había tiempo que perder. Se aclaró la garganta y le indicó al chofer el destino.- A Jamay, lo mas rápido que puedas…El comandante Lobo liquidó el importe de la última caseta de peaje de la autopista. El día que llegó a La Barca había sido uno de los más calurosos de la temporada. Ingresó con su coche a un hotel, donde se tomaría algunas horas para descansar del largo viaje y esperar que se hiciera de noche para deambular por los bares en busca de información. En su maleta solo había un par de mudas de ropa, un perfume, y los documentos que se había traído de su oficina en el DF. Había dormido poco menos de una hora, cuando el intenso calor volvió a despertarlo. Inútilmente buscó algo parecido a un ventilador o un aire acondicionado por la habitación. Nada. Abrió la ventana del cuarto y segundos después tomó la decisión de salir a comenzar a investigar en ese momento. Anotó el domicilio de la credencial, y al salir, preguntó al encargado del hotel acerca de la ubicación de la calle en cuestión.--Es aquí a tres cuadras, baja hasta la esquina y sigue derecho. Ojalá encuentre pronto el número, porque esa calle baja desde la Terminal de autobuses y llega hasta la plaza. No le recomiendo que se vaya en su coche, hoy es domingo y no creo que halle donde estacionarse.--No… de hecho ya había pensado en mejor ir caminando, así hasta me sirve de paseo.--Pues que tenga suerte.Durante la corta conversación, Lobo miró un periódico abierto sobre el mostrador donde era atendido. Ahí estaba la fotografía de un joven severamente golpeado. El encargado reparó en la curiosidad del hombre y le comentó.--Usted no es de por aquí ¿Verdad?--No… ¿Se me nota mucho?--Algo, algo… ¿Quiere leer la noticia? En realidad no es nada importante, pero aquí en estos pueblos, un gato atropellado es noticia de primera plana. Aunque de un tiempo para acá las cosas se están poniendo difíciles. Este, por ejemplo, es un jotito… lo conozco… de vista, le aclaro, ayer se metieron a su casa y lo dejaron casi muerto de la friega que le pusieron. Lo más raro es que no le robaron nada. Yo creo que ha de ser cosa de alguno de los fulanos con los que andaba, o de algún rival de amores, ya ve esa gente como se las gasta.--Y uno que piensa que aquí en los pueblos no pasa nada…--No se crea… bueno, aquí es tranquilo, pasa lo normal, accidentes de transito o riñas callejeras, pero ahora con esto, la gente anda preocupada. Con decirle que ya salió hasta en el programa de Juan Ramón Ceja, es un locutor de radio de Ocotlán… yo creo que le están dando la importancia que no tiene.Lobo se despidió del amable encargado, y tomó el camino que le indicaran anteriormente. Afuera del hotel, la brisa refrescaba un poquito mas “es mejor andar acá afuera que en el cuarto” pensó. Rápidamente había encontrado la calle en cuestión y comenzó a recorrerla. No era una buena colonia, de hecho, en La Barca parecía no haber colonias ni buenas ni malas. Las construcciones amplias y con buenos acabados eran vecinas de las humildes casitas sin enjarre y con techos de lamina acanalada. Unas cuadras mas adelante, llegó al domicilio. Una pequeña finca cuya fachada estaba pintada color violeta y con una puerta color blanco. Resuelto, Lobo comienza a tocar insistentemente, sin recibir respuesta. Una mujer que se encontraba sentada en un banquito, afuera de la casa vecina lo abordó.--Disculpe señor, ¿busca a alguien?--Este, si… ando buscando a Rebeca… ¿todavía vive aquí?--Uy, joven… la Güerita tiene mucho que se fue, ya hace mas de un año. Sabe si pensará regresar o no. La que a lo mejor puede decirle dónde hallarla es Tina, el muchachito que vivía con ella. Pero no creo que pueda verlo ahorita. Figúrese que esta en el hospital, bien malo, lo golpearon y lo llevamos al Regional del Centro de Salud. Si quiere echarse una vuelta para allá a ver si lo dejan verlo, o también si quiere dejarle un recado para cuando salga, yo con gusto se los entrego.--No… no es necesario gracias… perdón, ¿Cómo me dijo que se llama el amigo de la Güerita?--Aquí todos lo conocemos por Tina, pero oí el día que se lo llevaron que se llama Agustín Yarás o Rayas, algo así… por si quiere ir a preguntar, el Regional esta aquí cerca, deje le doy la dirección.--Si es tan amable, se lo voy a agradecer.La mujer se sintió aliviada al darle los datos a alguien de “tan buena facha”. Pensó estarle haciendo un bien al jovencito solitario, lo estimaba profundamente, después de tantos años de haber sido vecinas. Lobo estaba conciente de que debía encontrar la manera de que el joven del que le hablaran le confiara alguna información que pudiera servirle. Caminó con rumbo al Hospital Regional, a donde no le fue difícil llegar, dada la ubicación. Se trataba de una construcción pintada de blanco en su totalidad, en la sala de espera docenas de pacientes esperaban el turno de pasar a revisión, sentados en las sillas plásticas color azul… la pobreza de éstos saltaba a la vista, una jovencita de rasgos marcadamente indígenas llamo su atención, parecía estar en trabajo de parto y una mujer mayor la tranquilizaba, dirigiéndose a ella en náhuatl…--¡Aaah!… Tonantzin--¿Puedo servirle en algo?- Preguntó secamente una robusta enfermera que se encontraba sentada tras el cristal del mostrador.--Este… sí… - contestó Lobo- mire, estoy buscando a un amigo mío, lo trajeron ayer… se llama Agustín…--Déme el apellido por favor.---No me lo se bien… Creo que se apellida Yarás..--Ah, creo que ya se quien dice… mire, sí… aquí lo tenemos… ¿Sabe donde localizar a su familia? Es que el joven está algo delicado y los necesitamos.--No… de hecho solo somos amigos… ¿puedo pasar a verlo?--Si… esta en la cama 12, al fondo del pasillo, sube la rampa y a la derecha. Nada más que no se va a poder quedar mucho tiempo porque ya casi se termina la visita.--Gracias.Lobo caminó por los pasillos del hospital. Al llegar a la entrada de la habitación, se guió por lo escritos en plumón sobre hojas de papel, las cuales contenían el número de cama, el nombre del paciente y el diagnóstico. Esa fue la primera vez que tuvo de frente a Tina, quien yacía con el rostro inflamado por la golpiza recibida. Unos vendajes le cubrían la parte superior de la cabeza y el yeso en su brazo asomaba de la sabana blanca. Parecía estar dormida. De inmediato, Lobo saco una pequeña libreta y anotó el nombre completo del infortunado.--¿Quién eres?- le dijo Tina cuando lo vio parado a un lado de la camilla.--Soy un amigo de Rebeca, creo que la conoces bien…--Vete, vete o llamo a la enfermera para que te saquen de aquí…--Tranquilízate… no voy a hacerte nada… dime, ¿Quién te dejo así?--No lo sé…- dijo el jovencito, con la voz entrecortada por la agitación del esfuerzo.--Mira… me llamo Javier Vargas, conocí a Ángela, perdón, a Rebeca en el Distrito Federal. Ella era novia de mi amigo Isaac. Vine a buscarla porque hay algunos asuntos que quedaron pendientes. Ella me dio tu dirección. Ahí me dijeron lo que te había pasado, y me sentí obligado a venir a verte, para ponerme a tu disposición ahora que ella no anda por aquí… tu eres Tina, ¿Verdad?Las últimas frases le hicieron creer a Tina de que el desconocido era de confianza. En las circunstancias en que se encontraban ahora, ambas necesitaban ayuda. Estaba confundida, puesto que supuso que el hombre era el abogado del cual Rebeca le había hablado anteriormente.--Si… así me conocen.--¿Tu sabes donde esta Rebeca ahora?--Hace un par de días llego, fuimos a comer y pasamos todo el día juntas. Hasta ayer estaba hospedada en un hotel, pero lo mas seguro es que se haya ido de ahí - Tina volteó el rostro hacia el comandante Lobo, y le suplicó- Licenciado, tiene que encontrarla… ella esta en peligro… lo que me hicieron esos desgraciados no es nada comparado a lo que le espera si la encuentran.--Tina… tienes que contarme que esta sucediendo, si es que quieres que pueda ayudarles a salir de esto.--No me obligue, Licenciado… yo le prometí a Rebeca no decir nada… por favor…--¿Vas a seguir guardando ese secreto, aunque les cueste la vida a las dos? Tina, estas a tiempo de salir de esta… ambas están a tiempo… pero debes tenerme confianza.Los años le habían enseñado al comandante Lobo a conocer a la gente y a lograr sus objetivos con el menor esfuerzo posible. Tina no era nada más que un joven asustado, desesperado por ayudar a Rebeca. En un par de minutos, Lobo se dio cuenta de que no sería difícil ganarse su confianza, siempre y cuando lograra seguirle la corriente sin equivocarse. Por su parte, Tina cavilaba entre abrirse de capa con el hombre que había aparecido ahí sin conocerla, o callar el secreto de su mejor amiga. Ella casi nunca tomaba riesgos, pero ahora no tenía salida, y le confesaría a Vargas su versión de los hechos.--Rebe tenia un novio, hace dos o tres años, ya no sé… se llamaba Norberto, era un tipo que andaba en malos pasos. Estaba muy enamorada de él. Hace un tiempo lo ejecutaron, nadie supo quien lo hizo… a Isidro, su socio, también. Ella no sabia nada del asunto, yo misma fui quien le avisó a la Güera que habían encontrado muerto a Chilo… a Beto lo hallaron mucho después. Todos en el pueblo sabían de la relación de la Güera con ellos, nos dio miedo y ella se fue, esperando que el asunto se aclarara, para poder regresar. Los fulanos que me golpearon venían sobre ella. Yo… yo no les dije una palabra, pero encontraron en mi bolsa la tarjeta del hotel donde Rebe me estaba esperando…nos íbamos a ir juntas a Juárez. Cuando venía en la ambulancia, lo único en lo que pensaba era en avisarle, para que se fuera antes de que pudieran encontrarla. Uno de los paramédicos me vio muy desesperada, creo, y me presto su celular para hablarle. Logré localizarla, pero ahora ya no se donde está…--¿Rebeca tiene familia, amigos aparte de ti… alguien que pudiese saber su paradero?--Licenciado… es que no se si deba decirle… confío en que no va a decir una palabra de lo que aquí se habla… ¿De acuerdo? Y quiero que quede claro que si lo hago, es solo porque tengo mucho miedo de que a ella pueda pasarle algo- Tina calló por unos instantes, pero ese no era precisamente el momento para dudar- Rebeca se casó hace mucho con un hombre de buena posición; con los años, algo pasó y ella se fue de la casa. Tuvo dos hijas, una se llama Andrea… la otra Tatiana. Ellas viven en Guadalajara. Su marido faltó en un accidente de automóvil. El esposo de Andrea estuvo buscando a Rebeca unos meses después de que ella se había ido, me dejó su número de teléfono para que yo se lo entregara, está en una agenda… en mi casa… no se… quiero pensar que tal vez Rebeca haya ido para allá.--¿Rebeca sabe lo que me acabas de decir?--Si… yo misma se lo dije…Un Camaro rojo tripulado por cuatro hombres abrió la puerta automática de la cochera en casa de César Vega. Guadalupe Zárate, mejor conocido como “El Primo” fue el primero en bajar a darle informes a su jefe. Sudaba copiosamente, en parte debido al intenso calor, y por otro lado, debido también al nerviosismo que le provocaba estar frente a César sin resultado alguno. Obviamente habían cumplido las órdenes del Jefe, sin embargo, cuando llegaron al hotel Rebeca se había ido ya. Peinaron la zona y no pudieron encontrarla. La mujer desapareció nuevamente sin dejar rastro. Tal vez hasta se cruzaron con ella, sin reconocerla.
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Comentarios

  • Hola!

    Espero con ansía el poder conocerte y felicitarte por tu talento Francoise!!
    me impresiona mucho tu trabajo cada vez más vicioso para mi, soy fan de ésta tu saga así que aparte de felicitarte me recibes un abrazo?
  • FELICIDADES..

    Desde el primer día que lo lei, me quede con la boca abierta no habia querido escribir hasta volver a leerlo, creo que ya van tres veces o cuatro que lo veo, dejame te cuento que ya se lo lei a mi esposo completita la historia , estaba tan impresionado, que me decia cuentame que pasa, dime el final, y sabes lo deje en suspenso, por un buen rato. jajajaj, es un trabajo excelente.

    Mi esposo dice que manera de relatar , estupendo, bueno de parte de los dos felicidades.
  • FELICIDADES...SIEMPRE NOS DEJAS CON ESE SUSPENSO,MUY BUENA TU SAGA Y COMO NOS ATRAPA...Y COMO LO NARRAS ESTUPENDO
  • Francoise de la Roue felicidades por tu trabajo, me gusta.
  • ME GUSTA
    ES EXCELENTE TU TRABAJO, ¡FELICIDADES!

    ESPERO CON ANSIA EL SIGUIENTE TRABAJO
  • Francoise de la Roue, muero por conocer el final !!!!

    Felicidades, no sé si es verdad o ficción pero qué buena manera de ubicar en espacio y tiempo al lector !!!

    Un abrazo !!!
  • Felicidades Francoise de la Roué:
    Tu saga tiene a varios pendientes de tu trabajo, y eso habla muy bien de tí.
    Sigue adelante!!! que bueno que sigues conservando el trama e interés de tus lectores en tus trabajos.
  • Felicidades francoise!!!! En verdad es un deleite leer tu saga. Ya Rebeca nos resulta familiar, esperaré la continuación y me alegra que esos malosos no la hayan encontrado.

    Un abrazo
  • Estimada Francoise,
    disfruto mucho de tu escritura. Siempre logras mantener mi atención e interés en saber más sobre los personajes. ¡Felicidades!
  • Excelente como siempre Francoise, maravillosa saga y, como siempre también, quedando a a expectativa de lo que sigue....... maravillosa narrativa y extraordinario suspenso. Muchas felicidades y un cariñoso abrazo.
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