Y ESA TAMBIEN SOY YO

¿Te has escuchado a ti misma decir?

No se cómo pude actuar así, esa no soy yo

Yo jamás haría algo parecido

Sería incapaz de decir algo así

Yo no soy ese tipo de personas

Jamás haré a alguien lo que me hizo mi madre

Yo no me parezco en nada a mi familia

¿O algo parecido?

Definirnos a partir de lo que consideramos que somos o no somos, no hace que hagamos o dejemos de hacer lo que hacemos. El simple hecho de considerar YO SOY ya es declarar nuestra naturaleza, el SER. Sin embargo la mayoría de nosotros buscamos definirnos a partir de las conductas, defensas, creencias y deseos. Decimos: Yo soy aventurera, Yo soy depresiva, Yo soy mal hecha, Yo soy floja……  Considerarnos de tal o cual manera influye en nuestro comportamiento, ya que al igual que una actriz, actuamos en función del papel que nos toca representar y se nos olvida que somos mucho más que eso.

He escuchado cientos de historias en los talleres que imparto, de personas que me dicen: Es que como yo soy tan cobarde, jamás podría enfrentarme ni ponerle limites a nadie. ¡¡¡¡¡¡Y se lo creen!!!!

La realidad es que somos posibilidad pura. Hoy escuchaba una descripción hermosa al respecto: “Somos partículas de Dios”. Nuestro potencial es inmenso, tanto hacia un lado como hacia el otro; tenemos la posibilidad de comportarnos tan perversos o  tan compasivos  como la circunstancia, el aprendizaje, los deseos y  las defensas nos  lo permitan.

Una de las características que como seres humanos tenemos es la de ser duales, de ser cambiantes, no lineales, lo cual nos permite estar vivos, evolucionar y trascender.

Negar que somos capaces de actuar de tal o cual manera, solo hace que neguemos también esa naturaleza dual. 

Te invito a comenzar a reconocerte tal y como eres, con tus cualidades negativas y positivas, porque todo es parte de ti, todo son herramientas que tarde o temprano vamos a emplear.

Cuando negamos alguna parte de nosotros, ésta busca manifestarse de algún modo u otro:

Si niego mi vulnerabilidad, es probable que acabe en cama dependiendo de alguien más.

Si niego mi fortaleza, es posible que la vida me ponga situaciones desafiantes para que no nos quede otra opción que mostrarla.

Si niego mi parte abusiva, es probable que cometa abusos sin darme cuenta y con esto, dañe y aleje a personas de mi lado.

Si niego mi parte destructiva, no me extrañe que me encuentre saboteando mis esfuerzos.

 

La mayoría de estas “partes” que desarrollamos o tenemos la capacidad de desarrollar, se permitieron o negaron desde nuestras experiencias y percepciones vividas principalmente durante nuestros primeros años y muy condicionadas por quienes nos rodeaban.

Abrazar cada uno de los aspectos que nos conforman es comenzar a amarnos de verdad y a medida que nos sintamos aceptados con todo y nuestros “demonios”, estos comenzarán a ceder ya a actuar más a favor que en contra.

Lo que no se resiste persiste….

Te invito a liberarte no desde la negación, la evasión, el juicio, el maltrato  o la huida, sino desde el abrazo total.

 

Gracias por leerme, te invito a conocer más de mi y de mis libros y talleres en www.adrianaesteva.com  

 

@adriesteva

FB Adri Esteva

 

 

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