REFLEXIÓN "ACEPTACIÓN O RESIGNACIÓN"

ACEPTACIÓN O RESIGNACIÓN

Aceptación o resignación, dos mecanismos mentales con contenidos emocionales diferentes que me impulsan, o bien a vivir un infierno sostenido o a encontrar una puerta a la libertad.

Resignación es: “aguantarme porque no me queda de otra, porque soy mujer, porque soy hombre, porque cometí un error, porque tengo una enfermedad o porque perdí a un ser querido, porque tengo una adicción o un genio de los mil demonios. Y, ¿qué puedo hacer si así nací, si así soy?”

Resignación. Te das cuenta de lo que vives, de lo que tienes que enfrentar. Pero con un componente de dolor de rabia y de reclamo silencioso hacia Dios, una sensación que te impulsa a pensar: “Pues si la traes conmigo, ni modo de ponerme contigo; hágase tu voluntad, pero… pero.”

Aceptación. ¡Qué diferencia!; no es fácil aceptar un problema, una adicción, una situación difícil, como la posibilidad de ir a la cárcel y enfrentar un error. “Pero me permite reconocer con humildad mis errores. No es fácil aceptar una enfermedad, y máxime cuando el diagnóstico es terminal. No es fácil aceptar la pérdida de un ser querido o un simple cambio en la vida, porque hay apegos, porque hay ignorancia, porque a pesar de que diga tener fe me enojo con Dios cuando las cosas no son como yo quiero, y además no me creo lo suficientemente digno o bueno para sentir el Amor de Dios como un torrente, un bálsamo que libera”.

Aceptación. Aceptar el problema así, tal cual es, con todo y el dolor que éste causa, con el impacto que genera. Es iniciar un camino de recuperación, incluso ante un diagnóstico terminal. A nivel material, haz lo que tienes que hacer, consultar una segunda opinión, tomar la mejor alternativa o tratamiento que ofrece la ciencia. Pero desde lo más profundo del corazón entrégaselo a Dios con la certeza absoluta de que Él te da la recuperación; o si es su voluntad llevarte a su corazón, será sin sufrimiento, sin dolor. En el caso de una adicción acepta que la padeces y no digas que tú solo puedes superarla, porque la caída cada vez es peor. Acepta tu mal genio para que puedas transformarlo, desplazando la ira golpeando un cojín, corriendo, haciendo sentadillas. Acepta, aun lo que resulta difícil aceptar y entonces descubre la fuerza interior cuando le dices a Dios: “Señor, aquí está mi problema, mi adicción, mi apego; lo pongo en tus manos para que me des una solución conforme a tu Voluntad Divina y Perfecta, para que me des un camino de libertad. Hoy guardo silencio para escuchar tu voz; hoy sé que la vida cambia porque empiezo a darme cuanta de las cosas, aunque duelan, sin culpar a alguien más, sin justificar mis errores en terceros; simplemente las cosas son como son y las acepto, aunque duela, para poder iniciar un camino de transformación”. Aceptación: Camino de recuperación, transformación y libertad.

Resignación. Actitud conformista que te ancla a un infierno repetido, que te aleja de lo Divino y te impide descubrir un camino de recuperación y superación.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos