- Entré a varias tiendas de ropa este fin de semana con mis hijas y es increible la manipulación que hacen de las tallas. Gracias a Dios mis hijas al día de hoy tienen bastante claro quienes son y cuánto valen y se reían de ver el tamaño de la ropa y el número ahí marcado que nada tiene que ver con la realidad.
Me imaginé la historia contada desde alguien que al ver que no cabe en una X talla: "Soy una gorda, tengo que dejar de comer, soy un asco, cómo puedo transitar por el mundo si no entro en estos pantalones". Me duele el alma de pensar en el daño que sufren quienes están a merced del deber ser y de la locura de tener que "meter" el cuerpo en una prenda que es cada vez más pequeña, igual de pequeña que el criterio de quienes sienten que son más valiosos entre menos espacio ocupen sus cuerpos en este mundo. - Se nos ha hecho más fácil meterle costura a nuestros cuerpos, mutilarlos y cambiarlos para caber en una talla, que arreglar y adaptar la ropa para que sea cómoda a nosotros.
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