Publicado por Diana Rubio Garay el 29 de Noviembre de 2009 a las 9:03pm
La 23 Feria Internacional del Libro de Guadalajara dio inicio y los famosos ya hicieron acto de presencia, como el poeta venezolano Rafael Cadenas, quien recibió el Premio FIL de Literatura 2009 en Lenguas Romances, dotado con 150 mil dolares. La mañana del sábado, como todas las mañanas de cada año de inauguración, hubo tumultos y aplausos, después de la ceremonia, premiación y discursos había que iniciar el recorrido por los pasillos y detenerse pues no a diario se tiene la oportunidad de estar a unos pasos de escritores como el turco Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura 2006, quien ya tuvo una presentación y según comentarios de algunos jóvenes fue muy amena su conferencia.Carlos Fuentes viene con un nuevo libro, Adán en Edén, la tamaulipeca Cristina Rivera Garza por segunda ocasión viene a recibir el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, Elmer Mendoza llega con Firmado con un klinex, su más reciente libro, y así, mexicanos y extranjeros vienen con un mismo fin: promover el libro, hablar de libros y contagiarnos de lecturas. Imposible nombrar todas las actividades que nos esperan en estos 9 días de feria, pero aquí van unos cuantos números para que tengan una idea de la magnitud de esta fiesta literaria: se esperan más de 600 mil visitantes, hay 300 mil títulos en exhibición, 500 autores convocados y 17 mil profesionales del libro. Este año el invitado honor es la ciudad de los Ángeles, California.Qué más les puedo contar, ¡ah! que me quedé con las ganas de escuchar a Elmer Mendoza, y no fui la única que se quedó frente a la puerta cerrada con el deseo que alguien saliera para entrar para poder entrar. Ahora le asignaron un minúsculo salón, el año pasado lo programaron en la explanada, estuvo con Los Tigres del Norte y Pérez Reverte, y aún así la gente se quedó parada. Hay tanto que ver, a quién escuchar que a veces una se hace bolas y si tantito me detengo a saludar a los amigos que cada año veo en la FIl, ya estuvo que me quedé afuera, así que si me ven y no les hablo, ya saben por qué: llevo prisa y no los puedo saludar, desde aquí les digo ¡adiós!
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