Quizá en algún momento de tu vida, has experimentado situaciones inesperadas, en las que por momentos pueden pasar muchas cosas por tu cabeza, en la que puedes incluso pensar ¿Por qué me pasa a mí? Esto generalmente ante una pérdida, ya sea de pareja, de trabajo, de estabilidad económica, pérdida de un familiar e inclusive pérdida de la salud. Sin embargo, cuando la situación se presenta tenemos dos alternativas, no hay para dónde más hacerte.
1.- Enfrentar la situación y con ella estar abierta al aprendizaje que trae consigo la experiencia. Aceptar tus emociones ante esta situación inesperada y darte permiso de asimilar en tu tiempo lo que harás con tu vida a partir de hoy.
2.- Evadir la situación de muchas maneras, dígase a través de adicciones, racionalizar tus sentimientos aparentando que todo está bien, conmiserarte por lo que te está pasando o te ha sucedido yendo de la mano del actuar y vivir como víctima de las circunstancias.
Sin duda, en las dos alternativas no es nada fácil ni rápido ya que ambas requieren tiempo de aceptación, está en juego la responsabilidad de tu vida a partir de que elijas una de ellas. Recuerda que la vida es en base a decisiones, en las que un Sí o un No hace la diferencia.
En la que a pesar de las circunstancias que no está en tus manos cambiar porque es necesario ACEPTAR LO QUE ES, sin embargo lo que sí se puede hacer es resignificar, ya que cada situación que vives es una invitación para hacerte responsable de tu vida.
Los eventos que han sido una fuerte sacudida son los que te han traído hasta donde hoy te encuentras, por lo que si resignificas podrás darte cuenta de la bendición oculta en eso que viviste y que hoy te hace ser quién eres, si haces una recapitulación de los eventos que en su momento veías como la “peor catástrofe” te darás cuenta que después de la tormenta llegó la calma, y con ello pudiste ver más claramente qué rumbo tomar para hoy estar aquí inclusive leyéndome.
El miedo a la incertidumbre que se puede experimentar ante la situación inesperada que quizá estés atravesando es normal, te angustias un poco, la mente trabaja muy rápido y tiene a engrandecer lo que acontece, sin embargo, justo en ese momento en el que el miedo se apodere de ti, di en voz alta….¡¡BASTA!! Yo puedo con esto, podrás detener el pensamiento y ocupa tu mente en la búsqueda de soluciones, en alternativas de cambio que te lleven siempre a tu más alto bien.
Es el mejor momento de hacer un recuento de los recursos con los que cuentas ahora para enfrentar lo que estás viviendo, inclusive busca una red de apoyo. Siempre cuentas con alguien, no estás SOLA.
Ten presente que todo pasa por y para algo…..¡¡confía en lo que acontece ahora!! Vive tu proceso, deja de juzgarte, deja de culparte, sé compasiva contigo misma, la vida es aprendizaje todo el tiempo y la lección que estás viviendo justamente ahora, es porque la vida sólo te da señales para que te ocupes de Ti.
Abrazo a tu alma con amor.
LDH.Sandy González Guzmán
Terapeuta Desarrollo Personal
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