LAS CARICIAS… ¿SON TAMBIÉN TU ALIMENTO?

Llevar una dieta sana siempre ha sido recomendable para que nuestro cuerpo se mantenga libre de enfermedades; si a esto le agregamos un poco de ejercicio, entonces estará fuerte y vigoroso. Pero ¿qué sucede con nuestro ser emocional?, ¿de qué se alimenta?; definitivamente, de amor.

Claude Steiner, psicoterapeuta estadounidense, creó una teoría denominada “economía de caricias” en la que afirma que la persona se desarrolla con salud cognitiva y emocional, en gran medida, gracias a los signos afectivos que recibe a lo largo de su vida

El amor se expresa a través de caricias que se manifiestan en múltiples formas: un abrazo, un beso, una palmada en la espalda, un halago, una mirada tierna, un gesto de aprobación…que llenan una parte esencial de nuestro ser, lo que impide que se genere una sensación de angustia y soledad, que resulta peor que el hambre misma.

Se han hecho experimentos acerca de la importancia de las caricias. En niños pequeños, por ejemplo, el contacto físico amoroso incide en su capacidad de desarrollo físico e intelectual. Los niños que crecen en casas de cuna, si no son cargados en brazos, besados y tratados con amor, seguramente no llegarán a la talla que pudieron haber alcanzado, ni tendrán el rendimiento en los estudios, que seguramente habrían logrado, de haber recibido el alimento de caricias.

Eric Berne, padre del análisis transaccional define a las caricias como “unidades de reconocimiento que proporcionan estimulación a un individuo”, no sólo a nivel superficial; esto alcanza niveles psicológicos y sociales. Es tanta la necesidad de caricias, que, desafortunadamente, cuando el individuo no las recibe de manera positiva, actúa para recibir caricias negativas, sí, negativas.

Las caricias negativas responden a pensamientos tales como, “pégame, pero no me dejes”, porque es tanta la necesidad de ser visto y atendido, que se llega a creer que el maltrato es una manifestación de amor que el agredido justifica, pensando que seguramente se lo mereció y que el golpe es un acto de amor.

Los niños que nos son estimulados continuamente a través de caricias verbales y físicas suelen caer en actitudes de rebeldía, porque a través de su desobediencia, inconscientemente buscan llamar la atención. Cuando se les grita, se les golpea, se les humilla o castiga, su corazón se alimenta de caricias negativas al pensar que sus padres los toman en cuenta.

Alex Rovira, escritor y consultor español habla de la caricia como un signo de reconocimiento y rescata esta idea tan fuerte que afirma “entre el dolor y la nada, prefiero el dolor”. Invita a educarnos para el amor e incrementar nuestra autoestima.

Procura lograr tu abundancia de caricias en todas sus expresiones, para ello, te recomiendo:

Inicia acariciando. Sabemos que en esta situación de pandemia, podría parecer complicado, pero, ante la falta de contacto físico, haz más frecuente tu reconocimiento verbal y tu ternura para todos los que te rodean.

No te resistas a ser acariciado. Abre tu actitud para recibir felicitaciones, palabras lindas, reconocimiento a tu esfuerzo, expresiones de amor. Ten la seguridad de que te lo mereces.

Comunícate para pedir lo que necesitas. Pedir le permite al otro dar; no te llenes de soberbia y autosuficiencia mal entendida. Pide las caricias que necesites para sentirte satisfecho y sano.

Acaríciate a ti mismo. Date un regalo, descansa lo que mereces, goza de una buena lectura o de una película maravillosa, abrázate, háblate bonito. Todos los días debes darte muestras de amor.

Di no a las caricias negativas. Jamás te resignes a un mal trato, nunca aceptes un insulto, no veas ningún tipo de agresión como algo natural, como una manifestación de amor. Eres un ser maravilloso creado por el universo para gozar de todo lo bueno que brinda este plano de tu existencia.

Suerte con ello!

 

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Comentarios

  • Muchísimas gracias por tu comentario. Mientras seamos capaces de hacer conciencia de esto, haremos seres más sensibles y compasivos. 

  • Dra. Gabi, concuerdo totalmente con usted, no cabe duda que, en ocasiones, nos olvidamos de nutrir nuestras emociones, conforme vamos creciendo se nos enseña que debemos "madurar ", y lo relacionamos a dejar de demostrar amor o creer que al ser adultos ya no necesitan que les demostremos el amor que sentimos. En muchos casos, asumimos que los demás saben que los amamos o por pena y dejamos de recordarles lo importante que son en nuestras vidas y que importante es demostrar amor en todos los aspectos posibles, cuantos tipos de caricias pueden demostrar nuestro afecto por los demás. También nos acostumbramos a dejar de recibir caricias y afecto o no sabemos como pedir ese afecto que tanto nutre nuestra alma. Para los niños es "sencillo" llamar la atención con tal de recibir el cariño que necesitan, en algunos casos se podría confundir con mal comportamiento, por ser incapaces de canalizar sus emociones o la necesidad de amor, sin embargo, a los adultos también se no complica pedir que nos den caricias o nos demuestren su amor.

  • Muchas gracias por tu comentario. Es cierto que la infancia ejerce una influencia muy fuerte, así que, cuando la experiencia no ha sido positiva, es importante tomar las riendas de nuestra vida y cambiar el rumbo. Muchas gracias por leerme.

  • Buenas noches Dra. Gaby, espero que se encuentre muy muy bien, y pues si es verdad que no solo necesitamos alimentar el cuerpo sino también el alma como coloquialmente se le dice, ya que siendo seres sociales que generamos apegos y vínculos positivos desde que estamos en el vientre de nuestra madre y conforme vamos creciendo también los generamos con las personas que nos rodean, es necesario este afecto y estas caricias para el alma porque es lo que nos ayuda en parte a determinar las personas que somos o en su defecto si no recibimos este afecto y estamos acostumbrados a caricias negativas o recibimos desde siempre este tipo de afecto también esto determina en parte quiénes somos, depende del tipo de estímulos que recibimos en la infancia es al que vamos a estar acostumbrados y con el que nos vamos a sentir cómodos sea bueno o malo, sin embargo podemos modificar estas estructuras mentales y empezar reconocer que cuando no tuvimos afecto y llegamos a necesitarlo podemos dárnoslo nosotros mismos y con esta buena energía que generamos podemos atraer cosas, personas, cariño, etc., positivos y empezar a conocer algo distinto que nos va a nutrir por dentro. Le agradezco la información y sus conocimientos, siempre es un gusto leerla, saludos! 

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