VULNERABLE Y FUERTE COMO LA MARIPOSA...

VULNERABLE Y FUERTE COMO LA MARIPOSA....La verdadera valentía para mí, no tiene que ver con "dejar de sentir miedo" ni con resistir y aguantar. Para mí, aquél que es valiente de verdad, es quien puede permitirse que el miedo le acompañe, y puede entrar en contacto con su vulnerabilidad. Mostrarnos frágiles, blandos, no es un signo de debilidad sino de fortaleza interior. Cuando podemos de verdad, aceptar que tenemos miedo, y que no podemos con todo, es cuando honramos a esa parte nuestra más real y humana, y es cuando nos sentimos más libres.Lo confieso, soy vulnerableAlgunas personas en mi consulta me dicen que llorar es de débiles, que mostrarse frágil, es algo que no se pueden permitir porque entonces se sentirían expuestos. Vivimos en la cultura del esfuerzo, de la valentía, del "no hay que sentir esto" o "es de inseguros sentir miedo"....Se nos dice constantemente "tienes que ser fuerte". Y yo me pregunto, ¿qué quiere decir ser fuerte? ¿No será acaso una fachada y un escudo que nos ponemos para aparentar fuerza, cuando en realidad por dentro estamos "muertos" de miedo?Lo confieso soy vulnerable, ¡y a mucha honra! Muchas veces tengo miedo de que las cosas no salgan bien, me muestro y me permito sentirme frágil. ¿Por qué? Porque no soy super women, ni de piedra, ni mucho menos impermeable. Cuando me doy cuenta que siento miedo, tengo dos opciones, dejar que el miedo me paralice, y no actuar, o actuar teniendo presente a ese miedo y a esa fragilidad, y aún así, salir a la calle igual, tener esa conversación que me cuesta tanto con aquellos que me importan y que por alguna razón sufrimos un mal entendido, o bien, pararme enfrente de mi esposo y expresarle lo triste y débil que a veces me siento.La vulnerabilidad tiene mil caras pero solo dos opciones, aceptarla o esconderla en forma de fuerza y orgullo. Sentirnos vulnerables, nos incomoda pero nos ayuda para prepararnos hacia el cambio, hacia otras me ras de estar en el mundo.¡En la vulnerabilidad está nuestra fuerza! Justo como la mariposa en donde su fuerza reside en la fragilidad para volar.Vivir es arriesgarnos, y arriesgarnos es exponernos al dolor. Cuando realmente podemos reconocer nuestra fragilidad interna, es cuando más vamos a sentirnos empoderados de fuerza. Pero no una fuerza anestesiada por un escudo, no una fuerza falsa, sino una fuerza genuina, auténtica, que conecta con nuestro potencial, con nuestras posibilidades y nuestras capacidades.Aceptar nuestra vulnerabilidad nos prepara para la vida, porque de donde más podemos aprender es de nuestras heridas, y dolores. Abrazando nuestra vulnerabilidad nos liberamos y nos damos la opción de elegir qué tipo de transformación queremos hacer.En definitiva, cuantas más caras podamos explorar de nosotros mismos, más opciones vamos a tener para elegir.Lo que nos hace frágiles también nos hace fuertes....
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