Por Georgina Illien Cárdenas Corona
Como hemos visto, todos los seres humanos poseemos poder interior, el cual, al conectarse con la divinidad, nos permite vivir protegidos y cumplir nuestros sueños y deseos. Una de las muchas formas de hacerlo es mediante las canciones que escuchas, las que cantas… Pero ¿estás seguro de que eliges la música correcta para vivir en paz y armonía con tus deseos?
Las palabras forman frases, estas a su vez ideas, las cuales, cuando se dicen o se piensan con una emoción de por medio, se convierten en parte de nosotros: afectan nuestro entorno e influyen, incluso, en la salud de nuestro cuerpo y mente. Si estamos tristes, por ejemplo, basta escuchar una canción que nos traiga un bonito recuerdo para conectarnos con la alegría de ese tiempo y así la tristeza disminuye, aunque sea un poco. Es la emoción que se ilumina, cambia y, por añadidura, transforma también nuestro estado de ánimo.
De acuerdo con ello y al darnos cuenta de la influencia que la música tiene en nuestra vida (recuerda que son vibraciones que se alinean con las notas musicales que animan el Universo), debemos cuidar lo que oímos, pues se trata, ni más ni menos, de lo que atraemos a nuestra vida.
El corazón de nuestra Madre Tierra, por ejemplo, suena como un tambor, así, escuchar música de percusiones nos conecta con ella y, como consecuencia, con su abundancia, prosperidad y estabilidad. Por eso te recomiendo que, cuando te sientas inestable, desconcertado y sin saber qué decisión tomar, escuches música de percusiones. Será como si regresarasa la comodidad y el cuidado del vientre materno. Así de seguros nos hacen sentir estos amorosos latidos.
Asimismo, es importante fijarnos en las letras de las canciones que nos gustan. ¿Seguro que queremos que ellos nos pongan “rabiosas”?, ¿o “sordas, ciegas, sordomudas”? ¿De verdad queremos “morir de amor”? ¿Deseamos sentirnos “presos” aunque sea en una cárcel de besos y condenados a lo que alguien más quiera? ¡Pues vaya que somos fáciles para entregar nuestro poder personal a alguien más!
Recuerda: cuando una canción te gusta mucho genera en ti una emoción; esta surge desde lo más profundo de ti, el lugar donde reside tu poder. Es como si echaras los ingredientes (la letra de la canción) en un caldero y lo mezclaras con tus deseos más fehacientes. ¡Eso es magia pura! Pero… ¿estás consciente de la materia prima que utilizas? ¿Qué resultados quieres lograr?
No te confundas: no quiero decir que regresemos a las rolas motivacionales de los setenta y ochenta tipo “vive feliz ahora mientras puedes” o “deja de llorar y aprende a luchar” y que esto sea lo único que escuches. No. No tiene nada de malo que nos guste la canción o melodía que sea, sólo quiero que pienses que, cuando la cantas con pasión (de nuevo: con emoción), estás mandando un deseo, una orden al Universo. ¡Por favor, que sea lo que tú quieres que sea…! ¡En absoluta conciencia! Lo que vives es el resultado de las cosas que te rodean: lo que comes, lo que ves, lo que amas, lo que haces tuyo…
Me gustaría que te hicieras consciente de que las palabras, las frases, las canciones tienen poder y es el que tú le das con la fuerza interior que inviertes al decirlas, al cantarlas, al hacerlas propias cuando gritas a voz en cuello: ¡Esa canción me mata!...¿De verdad quieres que te mate? ¡No lo creo!
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