El quehacer de vivir

La existencia, la vida que la sobrepasa, las circunstancias que la modifican y definen parten en cada momento de sus respectivos “aquí y ahora”.

 

El común de la gente visualiza a los demás calificándolos y haciendo lo propio consigo; bueno y malo, grados de nostalgia y de dolor. Los juicios que hacemos sobre los demás nos definen. En infinidad de ocasiones nos apresuramos en valorar los infortunios o desgracias de alguien en particular y los nuestros; la conmiseración nos es familiar.

 

Aceptar en todo momento que somos responsables de la mayor parte de nuestro destino, del estado actual de nuestra vida es el principio del ensayo que se escribe cada día; a veces como reporteros narrando sólo los hechos; otras, las más, como novelistas, inventando personajes, disfrazándolos y transformándolos   constantemente.

 

El compromiso fundamental a diferencia de esto, el realmente íntimo, tiene que ver con la decisión del quehacer cotidiano, con la actividad o profesión diaria y, por supuesto, con el asumir la realidad en la que estamos inmersos.

El espacio de libertad es dedicar nuestra vida a su sentido, esto es la búsqueda de la felicidad o, de otra manera, a la disminución de la infelicidad, a la paz interna como meta intermedia.

Partir de la organización de la vida incluye retos enormes.

 

Es un privilegio y una suerte el enfrentarlas, sortearlas, domarlas a sabiendas de que los objetivos esenciales valen la pena; tener en mente que nuestra tarea indispensable es el trabajo personal.

Hacer las cosas que nos gustan nos hace singulares; es increíble que a alguien que le parezca aburrido o inútil la labor consigo mismo, su autoanálisis.

 

Es común la falsa idea de que trabajar es un castigo, inadecuada interpretación del: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente” que deriva en una creencia limitante.

 

El que trabaja en aquello que le gusta, se aleja de la servidumbre, de las penas y de lo que ello conlleva. Lo convierte en un gozo, transforma la historia, partiendo de la personal; crece y le da movimiento a su vida.

 

El placer y la felicidad de vivir así compensan los sinsabores de la tarea realizada en el viaje al interior; es un eficaz antídoto contra la infelicidad.

 

Dedicarnos a nuestro aquí y ahora en conciencia y con principio de realidad permite alcanzar varios logros canalizando nuestra energía hacia metas mayores.

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Comentarios

  • Tienes razón en este momento estoy trabajando en lo que me gusta y no tiene nada que ver a lo que me venia dedicandome laboralmente; ayer comiendo escuche a una persona quejandose  de su situación laboral y yo me senti identificada meses atras por lo que agradecí aqui y ahora estar donde decidi estar y voy a canalizar mi energía hacia metas mayores para no dudar que tome la decisión correcta, Muchas Gracias por compartir este blog recibe un abrazo!!!

     

  • Pra mi a ultimas fechas me ha sido tan dificil vivir el aqui y ahora por que mi mente esta acostumbrada a vivir en el pasado, darle vuelta  a las cosas, o pensar que pasara en los proximos dias, es un reto educar a mi mente, pero es la tarea mas gratificante y digna de reconocer por que me siento orgullosa y contenta de ir alcanzando una de mis metas.

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