No entiendo la evolución de los hombres, sí, como género. A cada rato leo noticias que este hombre ya le fue infiel a esta chica, y que se divorciaron porque le sigue hablando a la ex de una forma incómoda para su esposa, o que la engañó con transexuales, o mi historia, que está coqueteando con medio país del sur del continente. ¿Será culpa de las mujeres? O ellos tienen un chip que se va quemando conforme va pasando la relación, no pueden estar más de 3 años con alguien establemente, el pene de verdad es una cabeza independiente a la que ya les dio la naturaleza, ¿Tendrá vida propia?
Hasta a las mujeres más bellas y exitosas del mundo les sucede, con hombres exitosos de dudosa reputación, pero entonces ¿Qué es lo que sucede? ¿El hombre se aburré de tener siempre lo mismo? Por ellos mismos no saben cambiar la situación. ¿Les gusta tanto la zona de confort que prefieren engañar bajos sus herramientas biológicas? Las mujeres también soñamos con hombres diferentes al que tenemos a un lado de nuestra cama y muchas llevan sus fantasías a la realidad pero también hay mujeres que como prioridad prefieren recuperar su relación o matrimonio costándoles perdonar al ser amado aunque saben que sufrían la peor pesadilla de sus vidas después de esto, vivir después de un engaño, haya sido como haya sido, es la cosa más terrible del mundo y por supuesto de aceptar. Cuando ya les caíste en la movida es como si se metiera uno de esos bichos que va comiendo la carne viva y se van haciendo hoyos en la piel, pero no exactamente ahí, sino en el corazón, aunque me imagino que si lo viéramos físicamente, sería algo similar. Créanme, se siente horrible, yo pensaba que mi relación se podía salvar después de una traición y me creía capaz de perdonar cualquier cosa y miren que esto no es cualquiera. La infidelidad es de aquellos dolores tan fuertes que siente el cuerpo, pero en este caso lo siente algo interno en tu cuerpo, muchos dicen que es el corazón, muchos otros que el hígado, pero sea lo que sea, nuestro cuerpo por dentro se va carcomiendo, como lo haría ese bicho infame. El dolor empieza por el estómago, que yo creo que es la rabia, después el corazón se va desmoronando poco a poco; esa palabra (desmoronar) ha sido habitual en estos meses, porque de verdad así se siente, se va destruyendo esa vida que tenías y creías seguir construyendo con aquella persona, es algo indescriptible a las palabras pero el cuerpo tiene su propia escritura y se llaman lágrimas, tristeza, desesperación, frustración, coraje, todo se junta en un mismo lugar llega un momento que no sabes que hacer, yo me quise morir primero porque no sabía cómo actuar ante tal situación, todo era nuevo para mí, como lo que nos trae esta vida constantemente.
Lo que aprendí fue aceptar la situación, enfocarme en la realidad, a lo que realmente había sucedido, a menos que sufras alucinaciones constantes, todo es real, lo que ves, lo que sientes, los mensajes que tu cuerpo te da. Yo me levanté ese día y me sentía cruda, como si hubiera ido a una fiesta y me hubiera acostado a las 8 de la mañana, típico de tus buenos tiempos de fiesta, sin embargo no había tomado, nada; y ¿Por qué me sentía así? Porque mi cuerpo y mi mente sabían algo que no me llegaba en razón, era una sensación de que algo pasaba y lo más increíble de todo era que fue cierto, ahí estaba el mensaje y era para que yo lo viera y lo leyera, no había forma de evadirlo. La vida me había puesto una encrucijada, un algo que tenía que resolver y que había dejado de lado tanto tiempo. La vida por si sola es inteligente, tiene vida propia igual que el pene de los hombres. Debemos hacerle caso a nuestro cuerpo, porque no solo sentimos con los sentidos, valga la redundancia, sientes con la mano, con el dedo, con todo, por eso cada parte de nuestro cuerpo interno y externo están conectados, uno a uno, somos inteligentes por todos lados, bueno, menos esos hombres por quienes empecé este texto pero sí creo que nuestros sentidos son la cosa más importante, no solo las palabras hacen ver nuestra realidad, todo nuestro ser está conectado para hacernos saber y alertarnos de lo que sucede a nuestro alrededor, créanme, hagan caso a cualquier síntoma y emoción que sientan.
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