Los jueves, en el Foro Shakespeare, se representa la función "Del Cielo al Infierno" de Rosi Orozco, dirigida por Alfonso Cárcamo.
Esta inquietante propuesta retrata con veracidad un tema crudo como es la trata de personas. La obra se centra
en la prostitución de cuatro mujeres.
Cuando la obra comienza y durante los primeros minutos, mientras una de las actrices interpreta un monólogo (además de actriz, estuvo involucrada en la trata de personas), te sientes como una espectadora. Te cuentan algo que parece duro, pero que no deja de ser una historia que se vive desde afuera y que sólo te cuenta algo en el oído, sin llegarte a los demás sentidos.
Cuando termina ese monólogo y comienza el de otra actriz, tu papel en las butacas cambia. Te sientes incómoda. Logra meterte a la historia y vivirla con ella. Mientras pasan los minutos esta sensación va creciendo. Ya no es incomodidad, es asco, tristeza y enojo. La forma en que emulan el acto sexual es muy sutil, son sólo posturas que podrían representar cualquier cosa, pero estás tan dentro de la historia que es como si sucediera realmente en ese momento. Creo que el tema en sí ayuda a que te sientas “identificada” o sensible hacia lo que pasa, pero la conexión que tienes con las actrices es lo que hace que sientas. No necesita darte datos de con cuántos hombres haestado, ni cuántos días trabajaba, si la golpeaban… para que sientas dolor. Su dolor.
No pasa mucho más, creo que no es necesario que pase más. El hecho de hacerte sentir así, de incomodarte de esa manera y hacerte pensar que quieres salir de ahí pero también quieres quedarte, logra lo que busca. Concienciarte de la situación e impactarte a nivel emocional.
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