Entre la necesidad y el deseo de un hijo

El maltrato infantil es uno de esos temas difíciles de reconocer a pesar de que a diario convivimos con él. Para poder hacerlo negamos, evadimos, olvidamos, minimizamos, justificamos y creamos mitos que mantengan un orden psicológico, que den un sentido a lo que vemos.Un mito que hemos instituido es el del “instinto maternal/paternal”, el cual lleva implícita la creencia de que todas las madres y todos los padres aman a sus hijos.Hacemos mitos porque nos duele reconocer que existe gente incapaz de sentir amor por su descendencia y que termina maltrat“Ser padre o ser madre es lo mejor que te puede pasar en la vida” es una expresión que circula en la sociedad y lleva implícito el deseo de que así sea para todas las personas. Desafortunadamente la realidad indica que no es así. Basta visitar cualquier otro albergue de nuestro país donde viven miles de niñas y niños que han sido maltratados o abandonados, para darnos cuenta que para muchas personas, tener un hijo, es un serio problema.Un estimado lector me escribió: “Aunque la violencia familiar tiene sus raíces prácticamente desde que el ser humano se asocia, creo que a estas alturas no tiene ninguna justificación porque los niños son personitas indefensas que vinieron al mundo por gusto de quienes los engendraron”. Ese es el problema: que vinieron por gusto o por necesidad y no por deseo.La necesidad obedece a un impulso irresistible que hace que las cosas sucedan para mi satisfacción; el deseo obedece a un movimiento del alma, a una reflexión, a una elección, a un por qué, a un para qué.Algunas personas tienen necesidad sexual, algunas mujeres necesitan sentir la experiencia del embarazo, algunos hombres necesitan legitimar su hombría embarazando a una mujer, algunos matrimonios necesitan perpetuar su apellido…, en consecuencia les nace un niño que no necesariamente fue deseado. Otros tienen hijos “porque eso es lo que toca, porque es lo que sigue en la vida”; otros para poder convivir o competir con los matrimonios amigos que ya tuvieron a sus hijos; unos más siguen teniendo hijos sólo para que por fin nazca el hijo del sexo que siempre soñaron.Definitivamente, no es lo mismo necesitar un niño que desear un hijo.Luis Feder es un psicoanalista que ha explorado estas realidades y afirma que no todos los hijos vinieron al mundo por gusto de quienes los engendraron sino que fueron “un accidente”; dice que muchos hijos no abortados debieran llamarse “ni modo”, porque son producto de la resignación de la pareja, y aunque hayan sido salvados del aborto, no lo fueron del rechazo, del repudio, mensajes que les penetran por los cinco sentidos y que van depositando en ellos capas de rencor y resentimiento.Estos son los futuros niños maltratados, y si nadie los ayuda, los futuros padres maltratadores.Por todo ello es importante revisar y terminar con la noción mítica que dice que “todas las madres y los padres aman a sus hijos”, o con aquella que considera a todas las familias como un lugar de paz, amor y armonía.Necesitamos reconocer que muchas personas no tuvieron la posibilidad de desarrollar los mecanismos del amor, la solidaridad, el respeto, la empatía, por lo tanto, no desean un hijo sino que necesitan un niño para fines muy ajenos a los derechos que este tiene.Es triste pero determinados adultos pueden ser –y eligen ser– peligrosos para los niños y las niñas, “por lo que ser padre o madre no garantiza trato considerado hacia los más pequeños” (Giberti).Por eso, todas las personas que conformamos esta sociedad debemos convertirnos en vigilantes y defensores de las niñas y niños.©Gaudencio Rodríguez JuárezPsicólogo / gaudirj@hotmail.com
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Comentarios

  • correctisimooo!!!!
  • Acertado blog, definitivamente no todos los hombres y mujeres están capacitados para ser padres, las mujeres tenemos que entender y razonar que somos más que una vagina y los hombres más que el fecundar a una mujer., como comentas dirariamente se ven casos cotidianos de maltrato infantil por padres que no tienen conciencia porque están en ese papel.,
    niñas y niños maltratados por padres que sólo biológicamente tiene ese nombre, pero que en el cuidado yu atención del pequeño dejan mucho que desear, por eso y dices muy bien, hay que estar vigilantes de estos casos y denunciar a estos padres, antes de que castren sicológicamente a sus hijos.
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