Hace poco leía un artículo que se público en el periódico Universal y del cual me permito transcribir a Ustedes textualmente algunos fragmentos de el: Parecían pedacitos de coliflor adheridas al pene. Rodeaban el glande, los testículos y el ano. De color blanco y rosa, como diminutas extensiones de carne no bienvenida. Se conocen como verrugas genitales y el día que José Antonio las miró por primera vez se quedaron para siempre en su memoria. El mismo día se enteró que eran producidas por el Virus de Papiloma Humano (VPH), enfermedad que creía sólo de mujeres. El impacto fue fuerte, a pesar de que las verrugas se encontraban en pene ajeno. A los pocos meses decidió vacunarse contra el VPH, una vacuna que también creyó era sólo para mujeres y menores de 14 años. José Antonio es ahora una de las 50 millones de personas que se han vacunado alrededor del mundo, sólo que él pertenece al grupo masculino, una cifra que aún no se cuenta, pero que los médicos apuntan que no rebasa ni 5% del total de vacunados, a pesar de que el hombre es el principal vector en la transmisión de ese virus que mata a 4 mil 600 mexicanas al año. Diferentes tipos: Hay más de 100 tipos de VPH y se identifican con números. Sólo 30 tienen capacidad de desarrollar cáncer en áreas genitales. Javier Baez, especialista de la farmacéutica Merck Sharp & Dohme, dice que el tipo 16 y 18 son los cuasantes de 70% del cáncer cervicouterino y el 6 y 11 están relacionados con lesiones tipo verrugas en la piel o mucosas. Asegura que se trata de la enfermedad de transmisión sexual de mayor distribución a nivel mundial. En México, una de cada 10 mujeres es portadora del VPH, según estadísticas del Instituto Nacional de Cancerología del Sector Salud; 25% de la población total que se atiende en el IMSS solicita tratamiento contra el VPH. Más de la mitad de los hombres que tienen actividad sexual en EU tendrán el VPH en algún momento de sus vidas y alrededor de 1% de los hombres con actividad sexual tendrán verrugas genitales al menos una vez. En México no hay cifras oficiales de cuantos hombres son portadores de VPH y cuántos han desarrollado la enfermedad, pero gracias a estudios que se han realizado entre autoridades del sector salud del DF y la clínica Condesa, especializada en casos de VIH, se sabe que la prevalencia del VPH entre hombres que tienen sexo con otros hombres es cercana a 50%, esto es que cinco de cada 10 hombres homosexuales puede tener VPH. José Antonio confiesa que, a sus 28 años, antes de vacunarse sabía muy poco de la enfermedad. “Mi novia fue la que me comentó que su ginecólogo podía ponerme la vacuna en tres dosis, así que no lo dude”, dice. Él va por su tercera y última dosis. Invirtió 4 mil 500 pesos en ellas. Es la vacuna más costosa que se ha puesto, pero lo prefiere a pesar de que está consciente de que esas dosis no lo eximen de protegerse con preservativo porque el condón solamente disminuye el riesgo de contagio, pero es muy factible contagiarse aún con su uso ya que no cubre toda el área genital. Es un virus silencioso, dice Baez. “Las personas pueden estar infectadas desde hace muchos años sin saberlo. Es el principal causante del cáncer cervicouterino, que es la segunda causa de muerte en el país después del de mama”. México es el tercer país latinoamericano con el mayor número de nuevos casos al año (12 mil 516); además, ocupa el lugar 15 en la región por la tasa de mortalidad con 14.1 por cada 100 mil mujeres, y el 16 en casos registrados con 29.5 por cada 100 mil mujeres, según la Organización Panamericana de la Salud. La tasa anual es de alrededor de 35 casos por cada 100 mil. En los hombres el VPH no genera mayores daños a la salud. Se han llegado a identificar casos mínimos de cáncer de pene, pero una de sus manifestaciones claras son las verrugas genitales. El avance científico: Desde 2006, en México se aplica la vacuna contra el VPH. Primero fue autorizada la desarrollada por Merck Sharp & Dohme (MSD, la cual protege contra las cepas 16, 18, 6 y 11). Un año más tarde entró al mercado la de GSK, que ofrece protección contra las cepas 16 y 18. Las dos protegen sólo contra dos de las cepas de mayor riesgo, la 16 y la 18, que causan 70% de los casos de cáncer. Así, el sector salud ha dicho que si se vacunara a todas las mujeres mexicanas que no han tenido relaciones sexuales, de todas formas 30% de ellas podría tener cáncer. La vacuna tiene sus deficiencias. Una vez iniciado el cáncer, el inmunológico no tiene efecto protector. Si ya se ha estado expuesto al VPH y se resolvió con la inmunidad natural, la vacuna tampoco le agregará mayor beneficio. Además de que no protege contra todas las cepas. La Organización Mundial de la Salud recomienda que la edad para aplicar la vacuna sea entre los 9 y 12 años. En México se recomienda en mujeres que no han iniciado su vida sexual. Pero el doctor Baez asegura que no hay edad ideal. La Secretaría de Salud aplica desde noviembre de 2008 a nivel masivo la vacuna del VPH (Cervarix) a niñas de entre 12 y 16 años en los 125 municipios con menor índice de desarrollo humano, con mayor riesgo y menor acceso a servicios de salud, lo que han dicho no podría aplicarse a los hombres por su costo. La meta son 100 mil niñas aunque el IMSS anunció el año pasado que tiene poco más de medio millón de dosis para las pequeñas derechohabientes. Baez aclara que una de las bondades que se le han atribuido a la vacuna es que estas niñas se salvarán de sus estudios de papanicolaou, lo cual es falso, pues “estar vacunado no libera a las mujeres de hacerse periódicamente tal prueba, ni a los hombres de ir al urólogo”, dice. Hasta hoy no hay cura para el VPH. Sólo se destruyen sus efectos pero no el virus; no hay terapia específica, tampoco un antibiótico o un agente antiviral. Incluso la infección a veces desaparece por si sola en menos de dos años. Sólo en pacientes infectadas por virus con capacidad cancerígena la infección persiste. En el caso de los hombres tampoco hay cura, pero existen opciones para tratar condiciones de salud asociadas con el VPH en hombres, que incluyen verrugas genitales, cáncer de pene y cáncer anal. Las verrugas genitales visibles pueden ser tratadas con medicación, removidas con cirugía, aunque pueden reaparecer. “Para que un hombre o mujer tenga muchas posibilidades de contraer el VPH y desarrollar cáncer los términos son claros. Debe de iniciar su vida sexual a una temprana edad, tener muchas parejas sexuales o bien relacionarse con alguien que las ha tenido, fumar, no acudir al médico a revisiones periódicas y dejar pasar signos de alarma como verrugas genitales u otras molestias”, dice Baez. En mi última visita a mi oncólogo le pregunte sobre este artículo y me dijo que efectivamente el papiloma humano no era exclusivo de nosotras las mujeres, pero que existe la suficiente información al respecto, espero sus comentarios sobre este artículo. Como siempre les envió MUCHOS ABRAZOS Y BESOS MICHOACANOS. LIDIA A. A.

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