Las cosas que nos hacen felices en la vida cuestan muy poco, el problema es que es fácil olvidarlo. El mundo en que vivimos continuamente nos hace sentir que necesitamos más y más, que los placeres deben ser sofisticados para que realmente sean eso, placeres.
En efecto, a todos nos atrae el lujo. Lo importante es hacerse a la idea de que se puede disfrutar de la vida con sólo lo esencial. Estar atentos a los pequeños placeres, puede hacer un día que parecería normal se transforme en uno excepcional.
No es difícil hacerlo, lo único que se requiere es cambiar de actitud. Sólo hay que pensar en un día normal cuáles son las cosas que disfrutas (sin gastar dinero) y hacerlas con un poco más de consciencia.
Ya saben lo que se dice por ahí, menos es más. A veces somos víctimas de la moda, amamos las compras, somos adictos al Internet y estamos siempre muy pendientes del celular, pero si intentamos dejar varias de estas cosas de lado, quizá nos podamos liberar un poco y nos podamos dar la oportunidad de buscar otras cosas que nos gusta hacer, como correr en el parque, visitar museos, ver más a la familia. De alguna forma nos puede permitir estar menos obsesionados por tener, dando espacio a cosas que nos dejan ser. Y así será más fácil apreciar mejor los pequeños placeres de mi vida.
¿Para ti cuáles son los pequeños placeres de la vida? Hazte consciente de esas cosas que te sacan una sonrisa y verás como realmente menos es más.
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