C. QUEDO EN ESPERA DE TUS RESPUESTAS y LA CARTA CON MIS INTERROGANTES AMOROSOS. Hay misivas que colocamos en el buzón de las tormentas sentimentales y que en el fondo se reducen a esquelas amorosas. Esta carta puede ser un desesperado grito más, de esos sentimientos que quedan siempre en espera de una respuesta. Amada sombra de mis ilusiones: Hay personas que tienen con quién pasar toda la vida. He vivido corriendo o tratando de construir una oportunidad, a pesar de mis grandes errores o de esos absurdos que nos pasan costosas cuentas de cobro. Estoy cansado de compartir sentimientos añejos, de coser heridas sentimentales y de sanar desencantos. Siempre me he sentido como un extraño, viviendo ilusiones que no pueden ser, porque nacen sin futuro; a veces me siento como un alcatraz cuando se ilusiona en el delirio de las alturas y se lanza en una picada kamikaze o casi suicida, sin miedo a partirse el cuello contra las carnes del mar… siempre las ilusiones brotan de esa absurda caja de Pandora, que engendra a nuestros destinos. A veces pienso que soy amoriano y que mi alma sólo se alimenta con amores muertos. ¿Es tan difícil enamorarnos con apego de una pasión, que nos excite y responda? No quiero imaginarme inventando imágenes de amores imposibles, fantásticamente surrealistas o absurdamente virtuales, como para terminar enamorado y hablando con fantasmas. A veces me siento como un afortunado extraño que desaparece para estropear a las ilusiones de otros sueños, con apariciones tardías que asombran y seducen con el encanto de las irreverencias ardientes, de las fogosas e insolentes palabras que sorprenden con su irónica frescura. Me fascina escribir y crear contigo. Te imagino encendiendo la chimenea, visitando museos, escribiendo en el cubículo de alguna biblioteca y bebiendo vino gratis en algunas galerías de arte. A veces me siento demasiado tonto, chateando contigo. Quisiera verte vestida con una de mis camisas o un suéter que te haga lucir como el delirio de un hermoso sueño, leyendo versos y compartiendo besos y mimos, como condimentos de nuestro trabajo. Sé que no te idealizado, ni te he tomado como una opción de vida. Eres venusta y sensualmente femenina como la sonrisa de un beso. Se me haría hermoso despertar contigo, con la mujer de carne y hueso que amo y que siempre anhelé; y no con el espejismo de esas ilusiones que no son más, que el hermoso sueño de una utopía casi quimérica. Me siento acosado por el gris del infortunio. Odio cuando la carroña se enamora de mí y simplemente me desea como una máquina sexual. No quiero volver a arrepentirme, absolutamente de nada. A veces pienso que solo soy un afortunado perdedor. Sé que pueden ser hermosos los inviernos y que las canciones más bellas, se escriben sobre las cimas de los extremos de los sentimientos. Creo que mis emociones necesitan de un estremecimiento que los tonifique corporalmente y que les permita captar, todas las fragancias de las ilusiones y las respuestas de los sonidos, de los silencios del mar, de los bosques, en las montañas o simplemente en cualquier lugar, en donde se pueda refugiar la soledad. No sé por qué, las cosas son como son y por qué me pongo melancólico por los desencantos. Aprenderé a vivir para sobrevivir, un par de inviernos crecerán más; inviernos que serán más que suficientes, para digitar lo que he escrito. Mi vida ha sido un largo y absurdo camino. Quizá sólo he sido el hazmerreír de los espantapájaros. Me cansé de intentar ser y pensar como un ganador perenne, indestructible como los hombres que se creían inmortales y la realidad siempre me hacía sentirme despreciado, por la buena fortuna. Nada fue ni ha sido real en mi vida, por mucho tiempo. ¿Será imposible encontrar con quién compartir, un amor indefinido? ¿Será que no existen, amores neutros? Los amores vagos sólo generan incertidumbres y confusiones. Creo que desde siempre he vivido construyendo un sueño en las estrellas, con una mujer como tú. Contigo, el futuro es un quásar de ilusiones doradas. No me interesa siquiera considerar que te estoy perdiendo para siempre. A veces pienso que vives huyendo de tu destino y que simplemente, perseguimos en redondo y pisamos nuestras propias huellas. A veces me pregunto: ¿de qué huimos? Y la respuesta se repite: ¡simplemente, nos amamos! No sé si pueda o si debería cada uno regresar a enfrentar y vivir la realidad de su propio destino. ¡Oh, Dios! ¡Cuánto he aprendido a amarte! Así como aprendí a amarlas a ella y a ella y a ella. Cada ilusión goza de sus propios momentos y escribe a su manera, sus propios versos. ¿Por qué a veces, demasiado es nada y nada hace felices a tantos? Te quiero, con toda la pasión de mis deseos Tu perro vagabundo 2009-11-10 Desde la tierra de la indiferencia, te he puesto esta otra carta en el buzón de las tormentas, para que no pienses que mi sentir es negligente. LA CARTA CON MIS INTERROGANTES AMOROSOS Desde cualquier parte, para la mujer que me ayuda a crecer con sus besos. Amorita mía: Siempre he vívido orgulloso de todo lo vivido y eso significa, que aprendí a llevar a cada uno de mis grandes amores, A mi manera en mi corazón. ¿Será que la amor que no ofreces, sólo es una más de tus habilidades? ¡Jamás he podido precisar el instante, en el que me desconecté de la realidad! Vivimos buenos momentos y los peores también. A veces me siento como un fracasado más, escribiendo versos. El futuro tiene que ser algo más, que un montón de mierda. No es muy divertido el vivir confundido por la sombra de los amores pasados, de los presentes y de los que anhela siempre el inconsciente. ¿Será el futuro, un pasado sin esperanza? A veces pienso que vivo evitando hacerme pedazos. No sé si sobreviviría a otra depresión profunda. Necesito sentirme: creador y productivo. Me apena hacer desdichados a las mujeres que piensan, que soy una máquina de producir: felicidad y sonrisas. Vivimos ensoñando excitantes paraísos artificiales, en donde el alucinar es más que una loca aventura marihuana. Quiero recorrer caminos del mundo, hasta encontrar las respuestas a las grandes equivocaciones de nuestra época. ¿Por qué tienen que depender ahora mis erecciones, menos de la magia de mis aventuras y más de las ilusiones? ¿Por qué te sientes usada y sucia, después de haber amado durante tantos años, al mismo hombre? ¿No crees que ilusionarte con un imposible, es la peor locura, de todas? No quiero volver a sentirme culpable por otra gran depresión, por el fantasear de una aventura amorosa tardía. No creo en el éxito de las relaciones preempacadas por los pomposos formalismos. No deseo sentirme compartiendo experiencias con extraños. Vivo buscando intensidad como un peregrino más, de las relaciones que dependen de las respuestas de los labios de una mujer. Hoy quiero decirte: ¿qué esperas, de mí? ¿Qué crees que espero, de ti? ¿Será que el mejor sitio para terminar una conversación o expresar lo que realmente anhelo y deseo, es la cama? A veces pienso que deseo tu cuerpo y tu corazón, para tener tu poder de negociación en mis manos. Creo que un hombre celoso no es más que un experto, en el arte la manipulación. ¿Desde cuándo me transformé en un pasatiempo o en un consolador sexual, que no te exige ni una promesa? Sólo deseo compartir noches perfectas y sin temor a despertar cantaleteado en una pesadilla. Me encanta sintonizarme con la mente ansiosa de una mujer. Nunca seduzco por retos. Ni siquiera el estar por estar, me seduce. Creo en el amor circunstancial y que es más que un simple apareamiento por instinto. No concibo la compasión amorosa ¡sólo el vivir momentos y noches, maravillosas! ¿Por qué aprendemos tardíamente a compartir sin rencor, espíritus afines? Siempre me sentí como un tonto, hasta que me atreví a despojarme para siempre de mis absurdas máscaras. Me encantas desde cuándo te decidiste a acompañarme y hacer realidad mis fantasías; al fin entendiste que los sentimientos se pueden compartir, sin hacernos daño. Me magnetiza compartir el desenfreno hechicero, con mis “vírgenes del Lupanar”; esas enamoradas incondicionales que comparten el hoy y el ahora, sin preguntar del pasado, ni especular con un futuro. Voy a declarar a mi corazón y a mi cuerpo, una ciudad abierta. A veces pienso que nunca nos preparamos para compartir un gran amor. Hace años intenté hacerlo y perdí a uno de grandes amigos, a pesar de que nos consideramos vanguardistas y pregoneros del amor libre. Quizás desde entonces, el amor ha sido un permanente sufrimiento. Me siento como el peor de los estúpidos. Un imperfecto más o el peor de todos los mentecatos que se ilusionan cuando aman. Hay momentos en que me siento alterándole el sueño, a un espejo de agua. Creo que le tememos en demasía, al construir templos a la locura. Pienso que he sido un maldito estorbo, Para las personas que he amado. Sé que es una locura el replantear mi vida en este momento, pero tengo que vivir la vida y el mundo que anhelo, con base en las razones más profundas de mis convicciones. ¿Seré un canalla por pensar, en unos años de felicidad? ¿Es posible vivir con intensidad y sin apegos? No es fácil convivir, respetando la libertad absoluta de todos. ¿Será que se puede conservar la locura, cuando se desbordan las pasiones? ¿Por qué mi tristeza se refleja en los ojos de esa intimidad, que desnuda mi alma? ¿Por qué vivimos tratando de crear siempre, paraísos? ¿Será que nunca seremos sinceros y honestos, para ser realmente felices? La realidad me golpeó demasiado tarde y tal vez, nunca me esforcé lo suficiente por ser o merecer la felicidad. ¿Será que conoceré a esa mujer, que considero irreal? ¿Será irracional el permitirle hablar en voz alta, a mis sentimientos? ¿Será que el amor nos blinda o nos hace, más vulnerables? ¿Por qué tengo que negar hasta mis erecciones, así sean virtuales? ¿Por qué tenemos que vivir jugando a las escondidas? ¿Tenemos que hablar de enamoramiento, para compartir y disfrutar de una erección? ¿Será que podemos comprender, enfrentarnos a la naturaleza e imponernos a nuestras pasiones? ¿Qué tiene de especial la vida? ¿Cuál es la verdadera naturaleza, de la esperanza y de la desesperanza? ¿Será que la poesía y los versos, son un templo? ¿Qué sientes al comprender, mi dolor? Quedo en espera de tus respuestas, porque de estos grandes interrogantes de mi alma, depende el sosiego y la misma calidad de vida, de las opciones que elija. ¿Seré realmente, el Amorito de tu vida? Recibe con todo amor, los desesperados gritos de mi alma Tu perro vagabundo 2009-11-10 hcediel2@hotmail.com

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