A veces,
cuando crees que tu futuro
ya está medio escrito...
aparece algo insólito en él.
Algo que te cambia todo,
algo que, a veces para bien,
a veces para mal,
consigue modificar absolutamente
toda tu vida.
Y es ahí cuando no entiendes nada,
cuando no quieres creer lo que
te está pasando,
cuando tu vida se vuelve un sueño
del que no sabes cómo despertar.
Hasta que llega un día,
ese ansiado día, en que consigues
detener tu mente
para poner en claro tus ideas.
Ese día descubres muchas cosas,
recuerdas lo que has vivido,
y te das cuenta de todo lo que
aún te queda por vivir.
De lo vivido tienes la opción
de guardar lo bueno y rechazar lo malo,
o al contrario,
sólo en ti queda la decisión.
Desde ese día,
ya no tratas de descifrar
los porqués indescifrables
del cambio radical de tu vida.
Te conformas con saber que,
a pesar de todo lo sufrido,
has seguido adelante,
y sabes que eres fuerte.
Sabes que eres una nueva persona,
has aprendido a conocerte mucho mas,
a quererte tal y como eres,
con tus virtudes y defectos.
Ahora sabes
que puedes con lo que te echen,
y sabes bien que nuevos cambios vendrán,
que volverán de nuevo a alterar tu vida.
Es por ello que ya no haces planes,
ya no interesa trazar un futuro,
ahora vives al día,
sin mas preocupación que mostrar tu amor
a quienes mas quieres...
y dejarte amar de nuevo
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