¿VIVES ESTRESADA?: COMO MANEJAR EL ESTRÉS

9275254684?profile=originalLa vida moderna está llena de presiones de tiempo y de frustraciones.   En otras palabras, es estresante:  apresurarte para alcanzar las fechas límite, estar detenido en medio del tráfico, discutir con tu cónyuge.   Estas y otras situaciones hacen que nuestro cuerpo reaccione como si enfrentara una amenaza física.La vida moderna está llena de presiones de tiempo y de frustraciones.   En otras palabras, es estresante:  apresurarte para alcanzar las fechas límite, estar detenido en medio del tráfico, discutir con tu cónyuge.   Estas y otras situaciones hacen que nuestro cuerpo reaccione como si enfrentara una amenaza física.
El estrés es una respuesta física y emocional a una situación particular.   Puede presentarse a corto plazo  (agudo), o a largo plazo  (crónico).    Si el estrés es elevado constantemente, puede hacer que la persona sea vulnerable a varias enfermedades.

Es importante que entendamos que el estrés es la respuesta a un suceso,  no el suceso mismo, y por fortuna se pueden desarrollar habilidades para evitar algunos factores estresantes y limitar los efectos de otros tantos.

Ahora bien, no todo estrés es malo.  Este puede ser positivo cuando produce energía que se dirige al crecimiento, la acción el cambio:  cuando nace un hijo o un ascenso en el trabajo.
Cada persona reacciona de diferente forma:  a quienes por naturaleza no responden casi a nada, mientras que otros reaccionan con fuerza ante la más ligera señal de estrés.

Veamos cuales son algunos de los signos y síntomas de sobrecarga de estrés para que puedas saber en que nivel vives:

En tu cuerpo: Dolores de cabeza, de pecho, palpitaciones, hipertensión arterial, dificultad para respirar, dolores musculares (cuello y espalda);   mandíbulas trabadas, rechinido de dientes, garganta apretada y seca,  indigestión, estreñimiento o diarrea, aumento de la transpiración, fatiga, insomnio, aumento o perdida de peso, problemas en la piel como urticaria o disfunción sexual.


En relación a los pensamientos y sentimientos:  Preocupación excesiva, ansiedad, enojo, irritabilidad, depresión, tristeza, inquietud, cambios de humor, sensación de inseguridad, dificultad para concentrarse, confusión, falta de memoria, resentimiento;   tendencia a culpar a los demás por los sentimientos propios, culpa, apatía, sensación de insignificancia.

En cuanto a tu comportamiento: Exceso o falta de apetito, aumento de las discusiones, explosiones de enojo a la menor provocación, aumento del uso de alcohol y drogas;  aumento de tabaquismo, retraimiento o aislamiento, ataques de llanto, irresponsabilidad;  reducción de la productividad,  mal desempeño laboral, agotamiento, cambios en los patrones de sueño,  cambios negativos en las relaciones cercanas, hábitos o tics nerviosos, impaciencia o reducción del interés en el sexo.

¿Qué hacer ante una situación así?    Lo primero es que identifiques que es lo que te causa estrés:

  • Familia y relaciones:  ¿enfrentas problemas con tu familia inmediata o con otras relaciones cercanas?  ¿Te estás ajustando a tu matrimonio?  ¿Embarazos?    ¿Estas ante la separación o el divorcio?  ¿Tus padres son de edad avanzada y esperan que los cuides?
  • Asuntos de salud:  ¿alguna persona a tu cargo tú enfrentan una enfermedad crónica o aguda?  ¿O te encuentras ante una discapacidad o lesión de larga duración?  ¿Te causa sufrimiento tener dolor?  ¿Te preocupa tu sobrepeso? ¿Morirá pronto alguien a quien amas?
  • Manejo del tiempo:  ¿tienes una gran lista de pendientes y no te da tiempo de cumplirla?   ¿Siempre se te hace tarde?
  • Equilibrio entre trabajo y vida:  ¿Están desequilibradas tus relaciones entre el trabajo y tu familia?   ¿Te agobia ser un padre o una madre que trabaja?
  • Estrés laboral:  cambios de trabajo, conflictos en la oficina, perdida de trabajo o falta de oportunidades en el actual.
  • Preocupaciones financieras o de otro tipo:  deudas, presupuestos, eventos o situaciones que no puedes apartar de tu mente.

Los expertos recomiendan una serie de acciones sencillas, pero a la vez difíciles de hacer en nuestra vida diaria:

  • Piensa positivamente:  aleja los pensamientos negativos y que tu diálogo interno sea para animarte y no para afectarte.
  • Aprende a manejar tus emociones.
  • Protege tu tiempo:  aprende a decir NO, identifica tus prioridades, dedica tiempo a ti mismo.
  • Haz ejercicio físico- Realiza ejercicios de relajación y meditación.
  • Reza y dedica tiempo a tu vida espiritual.
  • Cuida tu sueño y trata de dormir lo suficiente.
  • Mantén relaciones cordiales con los demás.
  • Ayuda y sirve a los demás- Diviértete y ten sentido del humor.- Recuerda, el estrés es la respuesta a un suceso,  no el suceso mismo, y puedes desarrollar habilidades para


Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. ;  Facebook:  Lucia Legorreta

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