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El fin de semana pasado fuimos a Punta Allen, a un lugar que está a 2 hrs de Playa del Carmen, mientras quemábamos malvaviscos en la fogata, mi esposo nos contaba la historia de por qué era tan bueno haciendo fogatas.

Recuerdo que mi papá tenía una fábrica de productos lácteos, le surtía a grandes supermercados, la familia vivía muy bien. Hubo un momento en el que mi papá había comprado una iglesia grande y la había dividido en varios cuartos pues éramos 18 hermanos (Misma mamá y mismo papá) mi hermanita chiquita no había nacido todavía.

Nos divertíamos mucho, teníamos muchos juguetes, había un cuarto grande que era el “cuarto de juegos” donde teníamos nuestro “tomblig” o trampolín en el que inventábamos toda clase de juegos.

Un día llegó mi papá, se veía diferente, desilusionado, confundido, cómo le había pasado esto?

Su mejor amigo de la infancia… pero eran como hermanos… había confiado 100% en él, pues habían crecido juntos. Mi hermana mayor iba a casarse con uno de sus hijos. Mi hermana no entendía por qué su novio le había dicho que hiciera su maleta y se escaparan juntos.

“Pero es que no me puedo ir y dejar aquí a mi mamá con mis 17 hermanos” decía.. y decidió no ir, pero no le dio mucha importancia y no nos comentó nada.

Ese día mi papá dijo:

- “Niños, hoy nos vamos de día de campo empaquen todo lo que tengan y nos vamos a hacer un viaje”

- Todos los hermanos empacamos y subimos todo a las camionetas y al camión de escuela en el que nos transportábamos.

- Mi papá siempre se mostró fuerte diciendo que íbamos a empezar un nuevo proyecto ya que todo lo veían como divertidos proyectos, nuevas aventuras y monstruos que afrontar, siempre cantando siempre con instrumentos en la mano.

Llegamos al bosque a acampar, prendimos fogatas y contamos historias.

Yo habré tenido para ese entones 7 años sólo recuerdo que esa aventura duró cerca de 1 año. Yo brincaba en el trampolín, hacía columpios en los árboles, jugaba  a las escondidillas con los hermanos más pequeños pues yo era uno de estos, mientras mi padre buscaba un lugar para rentar antes de que comenzara a nevar.

Nunca nos faltó comida, en ocasiones comíamos cosas asombrosas que sabían a… sopa de pasto… eso sí era una aventura!!!

Hoy después de 21 años volvería a vivir esa experiencia.

Que si mis papás tuvieron miedo? Seguro sí, pero siempre confiaron en el universo, yo nunca los vi pelear, siempre se apoyaron y lo más importante nunca nos enseñaron a temer a la pobreza al contrario, nos enseñaron que aún teniendo 18 hijos más una en camino y habiéndonos quedado sin nada, los milagros suceden.

A mí mi papá nunca me contó la traición que había vivido, sino hasta que yo tenía como 17 años. Su mejor amigo que era como su hermano, había vendido todo y lo había dejado sin nada, literalmente en la calle, su papá había confiado en él plenamente, dándole poder para todo lo que quisiera.

Mi papá decidió no decirnos nada, porque lo importante para él era continuar, perdonar y seguir adelante con los hijos.

Gracias a esa gran enseñanza, hoy no le tengo miedo a la vida, ni a emprender, quiero vivir intensamente, sé que algunas cosas buenas de la vida te esperan del otro lado del miedo, sólo hay que salir de nuestra zona de confort, para cada obstáculo siempre hay una oportunidad, no importa lo que sea. Lo más importante es arriesgar y cambiar nuestra perspectiva ante las situaciones que vivimos ya que ser felices es tan fácil como tomar una decisión.

Esos momentos de "obscuridad" mis padres los tomaron como oportunidades para enseñarnos cosas como confiar en nosotros, ser cuidados con nuestros hermanos menores, nos enseñaron el valor de la responsabilidad , pasamos mucho tiempo con nuestros padres, convivimos entre nosotros de una manera pacífica, en fin, como ésta les puedo contar muchas historias más que compartimos juntos pero la gran enseñanza es no tener miedo y cambiar nuestra manera de pensar ante las situaciones que vivimos.

Si te gustó esta enseñanza de vida por favor deja un comentario, me encantaría que me dijeras si tú has pasado por algún problema en el que creías que el mundo se te venía abajo y qué aprendiste de todo esto.