Queridas amigas,

Me encontré con este interesante artículo en www.caparazon.com  escrito por la Psicóloga Social Dreig, que quiero compartir con Ustedes:

Vagos, hedonistas, consumistas, con pocos valores, son algunos de los calificativos que dirigimos a nuestros jóvenes, que suelen parecer una muestra de la involución social que sufrimos. También es habitual que todo ello esté asociado a la Tecnofobia, tecnocondría, las muchas ansiedades asociadas al uso de los jóvenes de la red. 

La charla de David Finkelhor, “The Internet, Youth Deviance & the Problem of Juvenoia” resulta reveladora. El autor ha estudiado temas de victimización infantil online y offline desde el Crimes Against Children Research Center de la Universidad de New Hampshire y nos presenta una idea tremendamente atractiva: tenemos una percepción exagerada sobre cómo internet aumenta todo tipo de riesgo para nuestros hijos porque sufrimos, no nuestra generación sino la humanidad desde hace siglos, de lo que se denomina “juvenoia”,  un miedo exagerado e irracional hacia la influencia de los cambios sociales en la juventud.

Cualquier tiempo pasado fue mejor

Y es que ya lo decía Aristófanes en el año 400 antes de cristo… “Los jóvenes de ahora aman los lujos, son maleducados, desafían la autoridad y prefieren charlar acerca de tonterías (como en whatsapp)  en lugar de hacer ejercicio”. También el monje medieval “Peter el ermitaño” decía alrededor del siglo 12 o 13 cosas que repetimos en el siglo XXI:  “la gente joven de hoy es egoísta, impaciente con cualquier gratificación”.

En fin… que se atribuye la culpa de todo ello a la TV, a los comics, a Internet. Uno de los motivos lo elaborábamos en un artículo reciente sobre la relación indisoluble entre sobreinformación y prejuicio. Otro es la exposición a la potencia de cada nueva tecnología.  Para Finkelhor, en el caso de internet los padres se asustan de la diversidad, de la exposición de sus hijos 24 horas al día, 7 días a la semana a los valores de los demás. A diferencia de lo que ocurría en sociedades tradicionales antes de los social media, donde la mayor parte de la tribu compartía los mismos valores, ahora es incontrolable la exposición de nuestros hijos a valores que pueden ser incluso opuestos  a los nuestros.

Miedo a lo desconocido, entre otros factores

Lo estudiaba en Criminología y es, de hecho, uno de los grandes descubrimientos de la Criminología actual: Aunque sea mucho más fácil para la opinión pública, porque atenta contra un sentido básico de la afiliación, pensar que el peligro está en los extraños, en los desconocidos, la realidad nos dice que la mayoría de los delitos hacia la infancia y la adolescencia (abusos, violaciones) ocurren de la mano de conocidos, incluso familiares.

Quizás como reminiscencia de los tiempos en los que el extraño podía ser el enemigo que quería conquistar nuestras tierras, quizás por la fuerza del sentimiento de afiliación que citábamos, lo cierto es que sentimos en este ecosistema de diversidad abundante, siguiendo una frase del imperdible Khalil Gibran que “nuestros hijos no son nuestros hijos”, que su exposición a entornos que no controlamos, en los que no influimos, es más intensa que nunca. Si a esto le unimos  la demagogia política (los niños no votan, así que no es peligroso en absoluto catalogarles de agresores sexuales, destaca Finkelhor) y la mobilización a través de la exageración de la problemática social (que me recuerda en ciertos aspectos a la conocida doctrina de caos de Naomi Klein), el cóctel está casi listo.

Le faltan, en mi opinión, algunos elementos que introducíamos en Socionomía:
-La sobreinformación que sienten los mayores no conectados, que genera los más diversos prejuicios.
-La demonización afortunadamente decreciente por parte de los antiguos medios  e instituciones (TV, prensa, Escuelas, Universidades) que se sintieron justamente amenazados y que ya van aprendiendo a convivir con el antes enemigo.

Alegrando la mirada

No estoy de acuerdo, evidentemente, en la negación del cambio de paradigma que la revolución TIC, TAC, TEP supone pero sí en el reconocimiento de que una de sus ventajas es justamente la contraria, la del acercamiento, la horizontalización de la relación entre jóvenes y mayores. Como siempre decimos, lo miremos como lo miremos resulta indudable que vivimos una explosión informativa y de necesidad de aprendizaje sin precedentes que multiplica la necesidad de intercambio intergeneracional. Si ambos adoptan una actitud abierta y activa hacia el aprendizaje, para el adulto se abrirá un mundo de posibilidades. Para el joven, saturado de información y necesitado de filtros, el criterio ético, crítico, “sabio”, en términos tradicionales, será imprescindible.
Sea en parte por ello o por distintos motivos, lo cierto es que son muchos los indicadores para la esperanza. Durante los últimos 15 años, de hecho, según datos del Crimes Against Children Research Center:

  • · Los casos de abuso sexual de menores han descendido (el 58% desde 1992 a 2008).
  • · Se ha producido un descenso de los embarazos adolescentes.
  • · Los casos de “bullying” han descendido, así como el número de niños implicados en peleas físicas.
  • · El número de chicos implicados en malos tratos verbales está descendiendo.
  • · La ratio de suicidios adolescentes ha descendido de forma importante.
  • · El número de adolescentes que manifiesta haber pensado en el suicidio o sentirse deprimido ha bajado.
  • · El número de crímenes cometidos por jóvenes ha bajado dramáticamente en EEUU.
  • · La violencia escolar desciende.
  • · Desciende el uso de drogas en adolescentes.

Todo ello parece confirmar la evolución ética por la que apostamos en Socionomía, los importantes cambios en el desarrollo moral de nuestros jóvenes que veíamos en Los jóvenes en la era de la Hiperconectividad (ebook) que nos mantienen optimistas acerca de la revolución .net.

Finalmente iremos reconociendo lo que vemos en el video, que no hay evolución sin diversidad, sin imaginación, sin juego, que no hay progreso que no sea, en una sola palabra, joven.

 

9274913673?profile=original

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos