12125842058?profile=RESIZE_710x

Atrévete a compartir con él tus tristezas y alegrías; tus sueños y pesadillas; tus aciertos y fracasos; ¡tu vida entera!.

No es fácil, lo sabemos, porque a veces estamos tan obsesionadas con encontrar a nuestro hombre ideal, que vemos en quien no debemos, cualidades que brotan de nuestra fantasía, de nuestra necesidad de amar, de nuestra necedad por vivir una ilusión aunque sea ficticia, aunque nos haga daño, aunque rompa en pedazos nuestra dignidad.

La realidad sigue siendo todavía muy dura. Aún cuando llevamos años luchando por ocupar el lugar que nos corresponde, son todavía muchos los hombres que necesitan tiempo para entender que compartir enriquece, que respetar engrandece, que aprender a caminar de la mano de una mujer, ¡dignifica!.

Por fortuna, voces cada vez de más hombres convencidos de que la equidad es la fórmula más saludable para crecer, comparten abiertamente todos los ingredientes que requiere su género para ser valorados como hombres de verdad. Son un ejemplo palpable de que nuestro esfuerzo está valiendo la pena.

Son estos hombres los que rechazan a quienes hacen de la compra y venta de mujeres, su forma de vida.

Son los hombres de una sola pieza, quienes repudian a los padres que sin contemplación maltratan y lastiman a sus hijos.

Son ellos, quienes se oponen al silencio de una mujer que por miedo se guarda cada golpe, cada acoso, cada expresión lacerante de violencia.

Llegó el momento de poner un alto a toda forma de vida que limite nuestra capacidad de ser y de crecer. Es tiempo de sacudirnos los malos tratos, y entender que somos seres valiosos, fuertes, sensibles, con muchas ganas de aportar y compartir nuestro talento, nuestra disciplina, nuestra sensibilidad, para hacer de nuestro entorno, un mejor lugar para vivir.

Por eso hoy más que nunca son indispensables los hombres de verdad. Esos que se oponen a la manipulación verbal de la violencia; que rechazan los insultos, los gritos y las burlas que tanto humillan a la mujer, porque –lo sabemos muy bien-, la palabra puede construir grandes relaciones, o destruir la autoestima y la salud mental de quien solo escucha comentarios hirientes y denigrantes.

Qué equivocados están quienes piensan que el valor y la hombría son proporcionales al número de mujeres conquistadas, dominadas, agredidas, sometidas, y en no pocos casos, ¡asesinadas ¡.

Qué equivocados están quienes descargan todas sus frustraciones abusando de la infancia, tan desvalida en sus manos, tan temerosa ante su fuerza, tan insignificante desde su perspectiva.

Por eso es tan importante abrir bien los ojos para no equivocarnos cuando pensamos que al fin hemos encontrado al hombre, al jefe, al colega ideal.

A veces la primera impresión nos deslumbra, nos hace ver lo que queremos ver, nos regala fantasías maravillosas que por desgracia solos son temporales. Después, el encuentro con la realidad puede convertirse en una gran pesadilla.

Por eso es tan importante rodearnos de hombres de verdad. Esos que nos impulsan a crecer, a atrapar cada anhelo, a desarrollar cada proyecto de vida.

Hombres que no le temen a competir con lealtad en el ámbito profesional, a compartir con generosidad el tiempo en familia, a caerse y levantarse mil veces ante la presencia y con el apoyo de su otra mitad.

Falta mucho camino todavía, y hoy más que nunca tenemos que aportar nuestro mayor esfuerzo para alcanzar la equidad.

¡El mundo camina mejor de la mano de un hombre y una mujer!.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos